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Radiografía de las desigualdades urbanas Argentinas

Por Nicolás Lestard.

Los conglomerados urbanos de Argentina, lejos de ser homogéneos, se encuentran con distintas situaciones respecto a sus condiciones de vida. Vemos que existen disparidades entre los centros urbanos de las distintas regiones, y nos encontramos con buenas y malas sorpresas.

Este último tiempo, en Argentina tuvo en su agenda las condiciones de vida en las ciudades y surgieron preguntas como “¿hay cloacas, baños exclusivos o agua segura?”. La Encuesta Permanente de Hogares (EPH) de 2024 revela un país partido en 2: mientras la Patagonia y CABA alcanzan coberturas plenas de servicios, el Norte Grande concentra hacinamiento, basurales e inundaciones.

Los conglomerados urbanos argentinos, lejos de ser homogéneos, muestran realidades dispares y contrastes que ponen en evidencia las desigualdades territoriales.

La EPH, elaborada por el INDEC junto con las direcciones provinciales de estadística, releva 31 aglomerados urbanos donde vive cerca del 70% de la población del país. Se trata, por lo tanto, de una muestra representativa para analizar las condiciones urbanas y de vida de los hogares argentinos.

Servicios básicos: cobertura alta pero con deudas en saneamiento

Al mirar todos los servicios juntos, el panorama es el siguiente: mientras la Patagonia y Cuyo se acercan a la cobertura plena, el GBA, la Pampeana y, sobre todo, el NEA y NOA, quedan rezagadas.

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la EPH (2024-T1)

El agua de red y dentro de la vivienda es prácticamente universal en la mayoría de los aglomerados. Aunque Patagonia y Cuyo llegan casi al 100%, NEA (Noreste), NOA (Noroeste Argentino) se encuentran al 95% y el Gran Buenos Aires presenta el valor más bajo con un 80% aproximadamente, concentrado sobre todo en sus periferias más vulnerables. Mientras tanto, el servicio de cloacas es el que más desnivela: mientras CABA y la Patagonia superan el 95% de cobertura, en el NEA, GBA y la región Pampeana baja al 70% aproximadamente.

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la EPH (2024-T1)

Entorno urbano: el déficit más evidente

Más allá del interior de las casas, es importante considerar los entornos que los rodean. Aquí consideramos: tener cerca un basural, si es una zona inundable y si la vivienda está ubicada en villa de emergencia (por observación de los encuestados).

Este es el indicador que mejor expone las desigualdades urbanas. Aunque en la mayoría de los conglomerados urbanos no viven cerca de basurales, el NEA (8% de los hogares) y el NOA (17% de los hogares) tienen niveles altísimos, lo que implica graves riesgos para la salud humana —desde problemas respiratorios y neurológicos hasta enfermedades cancerígenas o infecciosas como dengue o cólera—. Hay aglomerados con situaciones extremadamente críticas, en Tucumán y Corrientes, 1 de cada 4 hogares convive con un basural a metros de su casa.

Basural en Tucumán Capital (2023)

Las zonas inundables es otra problemática que influye en el entorno urbano, afectan al 11% de los hogares del NEA y al 9% del NOA, cifras similares a las del Gran Buenos Aires. Respecto a las villas y asentamientos, aunque la proporción nacional es baja, en aglomerados del NEA, como Posadas y Corrientes, los valores duplican la media del país.

Hacinamiento: la desigualdad invisible

El hacinamiento sigue siendo una de las formas menos visibles de pobreza urbana. Aunque algunos hogares gocen de todos los servicios básicos, esto no los exime de enfrentar niveles de hacinamiento crítico.

En el Norte Grande, cuatro de cada cien familias viven con 2 o más personas compartiendo una misma pieza. En Formosa y Tucumán, la falta de espacio es tan crítica que más del 5% de los hogares superan las 3 personas por cuarto.

Considerando una media nacional, este gráfico refleja que el hacinamiento medio afecta a entre 4 y 6 de cada 100 hogares urbanos en la Argentina, lo que impacta en la calidad de vida, la privacidad y la salud de las familias.

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la EPH (2024-T1)

Un mapa desigual

¿Qué nos dicen los datos de la EPH entonces? Más allá de que en líneas generales tenemos avances muy significativos en algunos aspectos, en otros existen brechas muy grandes entre las distintas regiones, lo que implica que amplios sectores de la sociedad viven en condiciones de alta precariedad, poniendo en riesgo la salud y las posibilidades de vivir en condiciones dignas de vida.

La Argentina urbana tiene 2 caras: la del sur y las grandes capitales, donde los servicios básicos son un derecho garantizado, y la del Norte Grande, donde aún son un privilegio. Un espejo incómodo que debería guiar la agenda pública.