CÓMO TRABAJAMOS

Las ciudades son el escenario social donde se dan los principales desarrollos productivos y los grandes accesos a bienes y servicios de nuestro país. Son tierra de oportunidades, pero también de responsabilidad para una pacífica convivencia en comunidad.

Los aglomerados urbanos son un sujeto social complejo, con un destino que puede y debe ser planificado participativamente de cara a los grandes desafíos que depara el siglo XXI y que, muchos de los cuales, ya están siendo afrontados en otros puntos geográficos del mundo.

En nuestro país, la principal área metropolitana es la de Buenos Aires, objeto de estudio y trabajo de esta Fundación durante 20 años. Los 40 municipios de la provincia y la Ciudad Autónoma que componen el AMBA contienen a 1 de cada 3 habitantes de la República Argentina. Se trata de una aglomeración que cubre diferentes circunscripciones políticas y administrativas, con una vida organizada a partir de un conjunto de comunidades que dependen fuertemente unas de otras, tanto en lo económico como en lo social, cultural, ambiental y político.

Sin embargo, la concentración demográfica no es una característica única y propia del AMBA, ya que junto al resto de los 28 aglomerados urbanos de nuestro país convive el 63% de la población total. Y el desafío de nuestros próximos 20 años de trabajo es trabajar en todas las ciudades de Argentina en temas de interjurisdiccionalidad.

Desde la Fundación Metropolitana, si bien identificamos al sistema federal del gobierno Argentino como el principal responsable de la fragmentación gubernamental que padecen los conglomerados urbanos, señalamos también la escasa tradición en el ejercicio de concertación entre jurisdicciones.

Si bien hay algunas experiencias exitosas en lo que hace a la conformación de espacios de gobernanza metropolitana, la institucionalización de ellos no es una práctica habitual en la dinámica política federal. 

A través del intercambio de experiencias, ideas y programas, desde la Fundación promovemos trabajos interjurisdiccionales que oficien de ejemplos de lo virtuoso que es el trabajo articulado entre diferentes gobiernos (locales o provinciales) independientemente de los límites administrativos que establecen las normas. 

Desde la Fundación sostenemos que la gobernabilidad de los conglomerados urbanos no depende solamente de la institucionalidad formal, sino que resulta en gran medida de interacciones formales e informales entre la dirigencia política, el sector privado, la academia y las organizaciones de la sociedad civil. 

Nuestra práctica en el territorio nos permitió ver cada vez con mayor claridad el rol que los gobiernos locales deben asumir en este proceso. Los municipios son la primera puerta pública que tiene la ciudadanía para acceder a los derechos y obligaciones que ella tiene, y eso los posiciona en un lugar central para la construcción de una gobernabilidad más participativa y democrática.

Desde nuestra idoneidad para incidir en políticas públicas y nuestra capacidad para generar diálogo entre actores, nos interesa promover un proceso de planificación colectiva para la integración social de quienes habitamos alguno de los 28 conglomerados urbanos o el AMBA.

Durante estos 24 años de trabajo como ONG, identificamos una agenda crítica de problemáticas comunes, a partir de las cuales estructuramos una nueva forma de abordarlas, el Observatorio de Políticas Públicas.

Observatorio de Políticas Públicas

En este espacio de impulso, creación y evaluación de políticas públicas, convocamos a especialistas en la materia a que discutan y debatan acerca de los principales desafíos y problemáticas que se trabajan en 5 Observatorios: Transición Energética y Cambio Climático; Empleo y Producción; Uso del Suelo e Infraestructura; Transporte; y Seguridad y Cibercrimen. 

Con la premisa de que la profesionalización de la política pública debe ser la norma, y no la excepción, buscamos aportar una mirada crítica y plural a la construcción de planes que respondan las necesidades y desafíos a corto, mediano y largo plazo. La heterogeneidad de los conglomerados urbanos de nuestro país demanda programas pragmáticos, eficaces y eficientes que den solución al presente, pero que también prevean el futuro de forma tal que permitan no repetir errores del pasado y explotar las potencialidades con las que cuenta cada región en particular. Con esta premisa es que trabajamos alrededor de cinco grandes ejes nucleados en diferentes observatorios:

TRANSICIÓN ENERGÉTICA Y CAMBIO CLIMÁTICO

Argentina goza de una gran oportunidad de desarrollo como consecuencia de los recursos naturales con los que cuenta, sin embargo ello conlleva una responsabilidad ambiental que se alinee con las normativas internacionales a las cuales adhiere.  La transición de la dependencia de los combustibles fósiles e hidrocarburos hacia la explotación de tecnologías limpias y sostenibles, como la energía solar y eólica,  la movilidad eléctrica y la eficiencia energética, se debe dar dentro de un plan estratégico de desarrollo que atienda la preservación y el cuidado ambiental. No se pueden desarrollar planes de transición energética de forma aislada del cambio climático, y para ello es fundamental analizar la realidad que atraviesa nuestro país, sistematizar indicadores que detallen los cambios constantes que se producen, comparar políticas exitosas en otras regiones y construir horizontes estratégicos que beneficien a todas las partes involucradas.

TRANSPORTE

La planificación y el estudio de un sistema de transporte público integral, sustentable, inclusivo y sostenible debe estar encolumnado en las necesidades que presenta la ciudadanía. Digno del siglo que transitamos, este sistema que conecte y simplifique los tiempos de viaje de la ciudadanía, debe hacer uso de la incorporación de nuevas tecnologías, de la búsqueda de vías alternativas y del desarrollo de sistemas de información al servicio del usuario, enmarcado en un diálogo fluido entre los pasajeros, el sector privado, público y los sindicatos. Dos de los grandes desafíos que tiene la modernización del sistema de transporte público residen en, por un lado, trabajar la interjurisdiccionalidad como una oportunidad para conformar y afianzar los lazos intergubernamentales y, por el otro, darle un perfil verde que sea responsable en cuanto a la emisión de gases invernaderos y el cuidado ambiental.

USO DEL SUELO E INFRAESTRUCTURA

Una planificación del suelo demanda un ejercicio constante del estudio de las variables que modifican la vida diaria de la población. El uso desequilibrado del suelo refleja problemas que golpean en gran medida a los sectores sociales más vulnerables que conviven en asentamientos y barrios populares, pero que no exime a cualquier ciudadano que transita por los conglomerados urbanos. El llamado a estudiar el pasado y presente urbano, y a comparar experiencias locales e internacionales tiene como fin el de construir planes de suelo e infraestructura que cumplan con el principal objetivo de las ciudades: integrar de forma equitativa a la ciudadanía. El acceso a los servicios públicos, a una vivienda digna y a un transporte público que permita desarrollar las actividades laborales y el ocio son puntos que se interconectan a través de una estrategia planificación del uso del suelo y su moderna y compleja infraestructura.

SEGURIDAD Y CIBERCRIMEN

Los conglomerados urbanos presentan situaciones sociales que demandan de una atención particular en materia de seguridad. Al igual que muchos otros puntos que hacen a la vida urbana, este eje no puede ser abordado si no es de forma interjurisdiccional y articulada entre la justicia, los gobiernos locales y las diferentes fuerzas de seguridad intervinientes. La constante capacitación que requiere el personal encargado de velar por la seguridad, así como el uso de nuevas tecnologías y la diagramación de políticas públicas específicas que respondan a la complejidad de las demandas se debe dar en un marco interdisciplinario que convoque al intercambio de saberes y la emergencia de nuevas prácticas. El siglo XXI exige nuevas propuestas gubernamentales focalizadas en los crímenes cibernéticos que violan el derecho al uso de la información privada y atentan contra la seguridad de los usuarios. Diversos casos a nivel mundial demuestran los riesgos que conlleva la falta de prevención en materia de cibercrimen y la necesidad de construir sistemas preventivos alrededor de ello.

EMPLEO Y PRODUCCIÓN

Los conglomerados urbanos de nuestro país cuentan con el gran beneficio de una heterogeneidad productiva que los dota de un distintivo mundial y de una oportunidad única para realizar una inteligente inserción en el comercio exterior. Es un gran desafío analítico identificar los puntos en común entre las diferentes economías regionales y las particularidades de cada una de ellas con el fin de contribuir al desarrollo productivo y a la promoción y fortalecimiento del empleo. El mundo, y por consiguiente las inversiones que aquí se realizan, se encuentra en un proceso de mutación en los consumos masivos, al mismo tiempo que va planteando nuevas y modernas formas de industrialización. Argentina debe conocer qué producir, en qué cantidad y cómo hacerlo, atendiendo a la constante capacitación de su empleabilidad y poniendo al capital al servicio del desarrollo de la comunidad. 

Delineando una agenda metropolitana federal

Para la comprensión y tratamiento de la agenda de las grandes áreas urbanas, proponemos un criterio de base espacial. Consideramos el espacio metropolitano como un concepto contenedor e integrador de complejos fenómenos culturales, económicos y políticos, e identificamos en su interior un sujeto, un conjunto social, situado en un tiempo y lugar específicos. No corremos del eje central al ser humano, ya que entendemos que la formulación y aplicación de las políticas públicas no tienen otra finalidad que la de hacer una vida más sustentable y equitativa. 

Es necesario un abordaje problematizador de los temas. Proponemos la comprensión profunda que implica que los temas estén sustantivamente teñidos de contradicciones, como lo está la propia sociedad, y que sobre la forma en que se van resolviendo esas contradicciones se construye la historia. No pretendemos homogeneizar las vicisitudes que tiene cada aglomerado urbano porque defendemos las particularidades de cada región de nuestro país, pero sí somos conscientes de los puntos en común que aquejan a todos ellos. Respetamos la tradición y la historia de cada aglomerado, dado que son la principal herramienta para hacer de ese suelo, un escenario único en el mundo.

Como organización de la sociedad civil nos planteamos la necesidad de impulsar la implementación del planeamiento participativo en el diseño de políticas públicas metropolitanas para que los asuntos interjurisdiccionales dejen de ser un problema público y pasen a ser una oportunidad de trabajo articulado que posibilite el desarrollo urbano de la región. 

La complejidad es una característica permanente de la agenda metropolitana tanto por la propia naturaleza de los problemas como por las fragmentaciones de todo tipo, pero los 40 años de democracia ininterrumpida nos deja como legado que la forma más eficaz y eficiente de planificar y resolver políticas públicas es mediante la participación, el diálogo y la generación de consensos a corto, mediano y largo plazo. 

Desde la Fundación Metropolitana nos proponemos seguir innovando en los modos de abordaje de la agenda urbana. Por esta razón explicitamos las temáticas como cuestiones, formulándolas en clave de problema y señalando sus contradicciones y complejidades.

Delineamos 4 dimensiones integradoras (Física, Social, Económica, Gobierno) que permiten analizar los efectos de las decisiones sobre el espacio metropolitano. Creemos que la gestión de la Agenda Metropolitana, su debate y análisis, deben ir configurando un Programa Metropolitano Federal que se construya de modo abierto, plural, democratico y participativo. La puesta en común de las experiencias, saberes, problemáticas y desafíos que cada actor involucrado tiene construirá un conocimiento noble al servicio de la comunidad.