Las ciudades son el escenario social donde se dan varios de los principales
desarrollos productivos y los grandes accesos a bienes y servicios de nuestro país.
Son tierra de oportunidades, pero también de responsabilidad para una pacífica
convivencia en comunidad.
Los aglomerados urbanos son un sujeto social complejo, con un destino que puede
y debe ser planificado participativamente de cara a los grandes desafíos que
depara el siglo XXI y que, muchos de los cuales, ya están siendo afrontados en otros
puntos geográficos del mundo.
En nuestro país, la principal área metropolitana es la de Buenos Aires, objeto de
estudio y trabajo de esta Fundación durante 20 años. Los 40 municipios de la
provincia y la Ciudad Autónoma que componen el AMBA contienen a 1 de cada 3
habitantes de la República Argentina. Se trata de una aglomeración que cubre
diferentes circunscripciones políticas y administrativas, con una vida organizada a
partir de un conjunto de comunidades que dependen fuertemente unas de otras,
tanto en lo económico como en lo social, cultural, ambiental y político.
Sin embargo, la concentración demográfica no es una característica única y propia
del AMBA, ya que en el resto de los 29 aglomerados urbanos de nuestro país convive
el 66 % de la población total. El desafío de nuestros próximos 20 años es trabajar
en todas las ciudades de Argentina en temas de interjurisdiccionalidad.
Desde la Fundación Metropolitana, si bien identificamos al sistema federal del
gobierno Argentino otorga niveles de autonomía provincias y municipios, que exige
incorporar la concertación interjurisdiccional como un imperativo para la
gobernanza de realidades socio territoriales cada vez más complejas, señalamos
también la escasa tradición en el ejercicio de concertación entre jurisdicciones.
Si bien hay algunas experiencias exitosas en lo que hace a la conformación de
espacios de gobernanza metropolitana, la institucionalización de ellos no es una
práctica habitual en la dinámica política federal.
A través del intercambio de experiencias, asistencias técnicas, proyectos y
programas, desde la Fundación promovemos trabajos interjurisdiccionales que
oficien de ejemplos de lo virtuosa que es la coordinación entre diferentes
gobiernos (locales o provinciales) independientemente de los límites
administrativos que establecen las normas.
Desde la Fundación sostenemos que la gobernabilidad de los aglomerados urbanos
no depende solamente de la institucionalidad formal, sino que resulta en gran
medida de interacciones formales e informales entre la dirigencia política, el
sector privado, la academia y las organizaciones de la sociedad civil.
Nuestra práctica en el territorio nos permitió ver cada vez con mayor claridad el
rol que los gobiernos locales deben asumir en este proceso. Los municipios son la
primera puerta pública que tiene la ciudadanía para acceder a los derechos y
obligaciones que ella tiene, y eso los posiciona en un lugar central para la
construcción de una gobernabilidad más participativa y democrática.
Desde nuestra idoneidad para incidir en políticas públicas y nuestra capacidad para
generar diálogo entre actores, nos interesa promover un proceso de planificación
colectiva para la integración social de quienes habitamos alguno de los 30
aglomerados urbanos.
Durante estos 24 años de trabajo identificamos una agenda crítica de
problemáticas comunes, a partir de las cuales estructuramos una nueva forma de
abordarlas, el Observatorio de Políticas Públicas, donde trabajamos en 6
problemáticas que abarcan distintos ejes de trabajo: Educación, Empleo y
Producción; Transición Energética y Cambio Climático; Transporte; Planificación
Territorial; Salud y Tercera Edad; Seguridad y Ciberdelito.
A su vez, identificamos 4 dimensiones integradoras (Política, Económica, Social y
Física) de la realidad Metropolitana en las cuales impactan las problemáticas
metropolitanas que analizamos desde el Observatorio.