El Riachuelo y los usos de su agua - Informe Digital Metropolitano

El Riachuelo y los usos de su agua

En el marco de la asistencia que realizamos durante el año 2023 al Ministerio de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, continuamos compartiendo las entregas que resumen los trabajos realizados, y que, entendemos es vital que sean leídos por la comunidad que desea conocer cómo se encuentra la Cuenca baja del Río Matanza-Riachuelo. En esta oportunidad, nos propusimos analizar los usos del agua vinculados a la Navegabilidad en la Zona Sur de la Ciudad de Buenos Aires.

El informe tiene como objetivo principal realizar un análisis exhaustivo de la normativa nacional e internacional relacionada con los usos del agua, con un enfoque especial en la calidad microbiológica del agua. Se propone desarrollar un procedimiento específico de inspección sanitaria que permita evaluar sistemáticamente la calidad del agua en el Río Matanza Riachuelo, garantizando su idoneidad para actividades recreativas como el remo.

En cuanto a la evaluación de aguas recreativas basadas en la evaluación de riesgos, cabe señalar que el informe de CEDYAT (2022) analiza la exposición al agua en diversas actividades recreativas, destacando estudios que estiman la cantidad de agua ingerida durante estas actividades. Por ejemplo, Schijven y de Roda Husman (2006) calcularon que buceadores en los Países Bajos ingieren entre 5,7 y 9,8 ml por inmersión, mientras que Dorevitch et al. (2011) indicaron que los nadadores ingieren una media de 10 ml/h. Estos estudios proporcionan una base para evaluar el riesgo microbiológico en actividades acuáticas, mostrando que incluso exposiciones indirectas al agua pueden conllevar riesgos para la salud.

El informe también incluye una revisión de normas y guías de calidad microbiológica, como las establecidas por la U.S. EPA, que definen límites seguros para Escherichia coli y enterococos en aguas recreativas. Basándose en estudios epidemiológicos en EE.UU., la EPA sugiere valores guía para la densidad de estos microorganismos, aunque el informe de CEDYAT señala la necesidad de adaptar estas guías a contextos locales. Además, se destaca la importancia de considerar la variabilidad en la relación entre microorganismos indicadores y patógenos, especialmente en situaciones de epidemias o con fuentes de contaminación fecal fluctuantes, lo que puede requerir un monitoreo más riguroso para asegurar la seguridad en actividades recreativas acuáticas.

En cuanto a la legislación vigente, el informe la analiza y sugiere la necesidad de actualizaciones para mejorar la gestión de la calidad del agua en la zona. Una parte esencial de la propuesta es la implementación de un esquema de inspección sanitaria, alineado con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Este esquema incluiría pautas para la toma de muestras y análisis de laboratorio, así como la identificación de fuentes de contaminación y la aplicación de medidas correctivas. 

Se indican, en un detallado diagnóstico, los límites de calidad bacteriológica para uso recreativo del agua por jurisdicción a nivel nacional y de fuentes internacionales, haciendo mención a la Res. ACUMAR 283/19 que establece límites de calidad para diversos usos del agua en la Cuenca Matanza Riachuelo entre las que se encuentra el contacto indirecto.

A su vez, se aborda la evaluación y manejo de riesgos asociados con el uso recreacional de aguas, especialmente en actividades que no implican contacto directo con el agua, mientras que se enfoca en cómo la calidad microbiológica del agua y las posibles fuentes de contaminación fecal pueden afectar la salud pública. Se resalta la importancia de una metodología de evaluación del riesgo que combine la inspección sanitaria con la evaluación microbiológica del agua, a tal punto de proponer una herramienta que responda estas inquietudes. Se busca reducir la dependencia exclusiva de indicadores numéricos de contaminación fecal y promueve una evaluación más holística basada en la situación específica de cada sitio recreativo. Además, se menciona la necesidad de implementar sistemas de monitoreo y alerta para detectar y manejar rápidamente cualquier brote de enfermedades relacionadas con la exposición a aguas recreativas contaminadas.

Resulta imprescindible resaltar que el informe destaca el impacto del cambio climático en la calidad del agua, recomendando la integración de métodos analíticos avanzados para monitorear y mitigar estos efectos. Desde la Fundación Metropolitana, afirmamos que la implementación de las medidas propuestas no solo mejoraría la navegabilidad en la zona, sino que también protegería la salud de los ciudadanos, fomentando un uso recreativo seguro y sostenible del agua; quizás uno de los principales desafíos del siglo que habitamos.