Ciudades Inteligentes - Informe Digital Metropolitano

Ciudades Inteligentes

Por GUADALUPE FAZZOLARI

Hoy en día, desde los centros urbanos se busca aprovechar de manera eficiente y eficaz los recursos tecnológicos para promover la sustentabilidad. Las denominadas ciudades inteligentes, o Smart Cities, se desarrollan en la era de la información digital donde todo se conecta y se pueden procesar grandes cantidades de datos. De esta manera, la planificación de ciudades inteligentes tiene como objetivo aprovechar las tecnologías para mejorar la calidad de vida de sus habitantes a partir de herramientas tecnológicas.

Dimensiones de una Smart City

De acuerdo con el informe de 2019 titulado ‘Estrategia Argentina de Ciudades Inteligentes’ de la Secretaría de Modernización de la Presidencia de la Nación, una ciudad inteligente abarca diversas dimensiones:

GOBERNANZA: Anticipar las necesidades y demandas de los ciudadanos, optimizar la gestión, lograr eficiencia, transparencia y participación a través de la tecnología e innovación, facilitando y fomentando la energía al servicio y desarrollo de sociedades inteligentes.

AMBIENTE: Una ciudad sustentable protege sus recursos naturales a través de la planificación y la gestión, reduce riesgos ambientales e impactos negativos. Busca y promueve constantemente el cuidado y conservación con compromiso gubernamental y ciudadano, proyectándose hacia el futuro.

DESARROLLO HUMANO: Una ciudad inteligente también debe garantizar la igualdad de oportunidades, asegurar la inclusión y el ejercicio de derechos básicos. La Smart City es una construcción social resultado de la dinámica que mezcla culturas e ideas en busca de mejores resultados y desarrollo. La inclusión y la tolerancia son clave para atraer personas y generar su desarrollo.

PLANEAMIENTO URBANO: Tanto el planeamiento urbano como las estructuras físicas funcionan como soporte para las actividades sociales que se desarrollan. Una ciudad inteligente debe gestionar el orden de sus sistemas, garantizando que sus servicios funcionen, incluyendo el transporte, la vivienda y los espacios públicos, entre otros.

COMPETITIVIDAD: La creación de un marco estimulante para la innovación y el desarrollo de nuevas actividades de manera inclusiva e integradora genera una economía de oportunidades, ayudando al desarrollo.

Smart Citys de Argentina

En Argentina, el diseño urbano se está dirigiendo en esa dirección, con varias ciudades emergiendo como referentes en la inteligencia digital. Para esta tarea, es necesaria la colaboración entre el sector público y el privado.

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires ocupa el puesto 123 en el IMD Smart City Index de 2024. Esta ciudad se destaca por la implementación de energía solar, cámaras de monitoreo, gestión de residuos y servicios de movilidad sostenible. Su trabajo en la movilidad sustentable es uno de los ejes más fuertes.  Por ejemplo, el estímulo al uso de bicicletas y monopatines eléctricos facilitado por la red de Bicisendas Protegidas que actualmente supera 300 kilómetros, generando un cambio cultural en la forma de circular por la ciudad de manera sustentable. También los Viaductos y pasos  bajo nivel para agilizar los cruces donde hay vías y el desarrollo del Metrobús y colectivos eléctricos o híbridos. Otro eje es la conectividad, disponiendo de WiFi gratuito en la ciudad tratando de generar un servicio de calidad disponible en subtes, espacios públicos y lugares de encuentro ciudadano.

En Bahía Blanca, al sur de la provincia de Buenos Aires, se instaló ESParking: un estacionamiento inteligente hecho con un grupo de sensores que permite a quien maneja consultar desde sus celulares los espacios disponibles en el lugar y pagar con un monedero virtual, logrando así orden vehicular y transparencia total.

Otras ciudades como Córdoba, Rosario, Mendoza y Salta también se destacan por algunas iniciativas innovadoras. Rosario trabaja en un sistema de iluminación que cuida el ambiente a través del bajo consumo, además, planean la incorporación de cámaras de vigilancia con tecnología de Inteligencia Artificial (IA) para mejorar la seguridad.

Mendoza, por su parte, implementó el transporte 100% eléctrico, siendo pionera en la materia. Los buses no generan ruidos, funcionan hasta 80 kilómetros por hora y la recarga de las baterías es durante la noche. Desde 2019, la Sociedad de Transporte de Mendoza (STM) opera 18 unidades eléctricas 100% ecológicas, consolidando a Mendoza como la única provincia con este tipo de servicio. Además, estos colectivos contribuyen significativamente a la reducción de emisiones de CO2, mejorando la calidad del aire en la ciudad. La implementación de este sistema ha sido posible gracias a la colaboración entre el gobierno provincial y empresas privadas, quienes han invertido en infraestructura de recarga y mantenimiento de los vehículos

Por otro lado, en materia de seguridad, cuentan con el sistema de misión crítica (TETRA 911), un sistema de comunicaciones de emergencia que funciona en casi todo el territorio de la provincia. Se trata de una plataforma inalámbrica con disponibilidad 24/7/365 y tiene cobertura en zonas urbanas y rurales. Integra todas las fuerzas de seguridad y emergencias, como Bomberos, Gendarmería, Defensa Civil, Vialidad, Policía, etc. permitiendo la gestión y coordinación de los recursos en forma eficiente, segura y confiable.

También cuentan con dispositivos biométricos para comprobar, in situ, la identidad de una persona sin posibilidad de error usando sus huellas digitales con un tiempo mínimo de respuesta, además de poder verificar los antecedentes policiales, judiciales, NN en hospitales, y no utilizar así la frecuencia policial con el fin de verificar información. Para esto ,se usó un programa que integra información de bases de datos nacionales.

También utitlizan los VANT(vehículo aéreo no tripulado), estas son unidades operativas que vienen funcionando desde 2021 y cuentan con drones equipados con cámara térmica y cámara dual siendo utilizadas de noche y a distancia. Se usa para diversas formas de patrullaje gracias a su visión panorámica.
Por último, la videovigilancia cuenta con centros de monitoreo destinados a controlar toda la provincia. Las cámaras están distribuidas en todo el territorio y les permite grabar 360º, todas para esclarecer hechos delictivos o relevantes.

En Córdoba, se inició un camino para modernizar cualquier trámite que necesite hacer el vecino, simplificando el proceso y evitando la presencialidad. Este programa de govtech ha sido premiado en la 9ª edición del Smart City Expo LATAM. A su vez, la ciudad gestiona el Fondo Córdoba Ciudad Inteligente que selecciona startups y proyectos para seguir avanzando en soluciones innovadoras.

Salta, por su parte,  utiliza la herramienta de identidad digital IDDI que sirve para,  a través de una plataforma digital, gestionar trámites desde cualquier lugar, sin tener que hacer filas ni imprimir documentos, ahorrando mucho tiempo y cuidando el medio ambiente.

Además, están avanzando en  la conexión a Internet en más de 2.300 establecimientos públicos, priorizando escuelas, hospitales y centros de salud; wifi libre en 80 plazas y la realización de capacitaciones y talleres sobre programación y ciberseguridad junto con prevención del grooming, el ciberbullying y la ludopatía.

Derecho a la tecnología

Actualmente, el derecho a la tecnología es clave para el desarrollo de nuestras capacidades educativas, y una ciudad inteligente debe ser partidaria de democratizar el acceso a la información.

Nos vinculamos a través de Internet cuando estudiamos, cuando trabajamos, cuando socializamos, hasta cuando solicitamos un turno para renovar el DNI o recibir atención médica. La importancia de las tecnologías de la información y la comunicación (TICs)  y de Internet en nuestra vida ciudadana está en crecimiento de manera acelerada y la transición a una sociedad digital ya es parte de la realidad. ¿Qué pasa entonces con quienes no tienen acceso a internet?

Internet es parte esencial de la vida moderna. Tener una desigualdad de acceso causa desequilibrios de conocimientos y oportunidades.

Las Naciones Unidas han estado tratando de concientizar a los gobiernos de la necesidad estratégica del acceso a la tecnología, en 2016 el derecho de acceso a Internet fue reconocido por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU como un derecho humano. No obliga sino que promueve a los estados a brindar una conectividad accesible y confiable para la inclusión digital.

En la Argentina, desde 2014, por la ley 27.078 “Ley de Argentina Digital”, se da a consideración que el acceso a servicios de conectividad e Internet es un derecho humano de carácter universal. Implicando conectividad, infraestructura y servicios de TIC de manera equitativa, accesible y de calidad.

Actualmente este derecho depende de una implementación de infraestructura por parte del Estado, del debate político sobre Internet como servicio público y de que las tarifas de los servicios no dependan exclusivamente de empresas privadas. Además hay que entender como un derecho la inclusión digital, permitiendo a todas las personas beneficiarse, trabajar en las brechas digitales de acceso y de uso  distribuyendo bienes y servicios, generando las capacidades y conocimientos para su uso, son las dimensiones donde hay trabajo para un acceso a internet de calidad sin importar las diferencias sociales ni geográficas.

Las ciudades inteligentes buscan generar acciones concretas con la tecnología como eje y el ciudadano como beneficiario, logrando mejoras medibles que repercuten en la vida de los habitantes.

Participación Ciudadana Activa

El proceso de participación ciudadana es un valor fundamental de la democracia. Incorporar las voces y visiones de los ciudadanos en el proceso de producción de políticas públicas fortalece y legitima las decisiones tomadas y mejora el andamiaje y la futura evaluación de las políticas.

Una Ciudad inteligente fomenta la participación activa ciudadana, generando mecanismos institucionales para distribuir información pública, disponiendo de instancias de discusión y abordaje de problemáticas y seguimiento de fases de las políticas públicas.

Cada vez estamos más cerca de organizaciones y plataformas que buscan nuestra participación invitándonos a tomar partido en los cambios y decisiones públicas que nos afectan. Puede ser desde decidir dónde hacen falta ciclovías, el cambio de nombre de una plaza o la necesidad de un alumbrado. Alcanzar ciudades más abiertas, transparentes y colaborativas, es decir más sostenibles, debe ser un ideal necesario.

La importancia de poder generar una intervención ciudadana en las sociedades, más allá de un voto en las elecciones, es una línea de pensamiento interesante planteada por el filósofo y economista indio Amartya Sen, galardonado con el premio Nobel en Economía en 1998.

En Argentina tenemos distintos ejemplos de participación en políticas públicas. El Presupuesto Participativo, que surge luego de la crisis del 2001 ante la necesidad de relegitimación de las autoridades políticas, consiste en la intervención de ciudadanos y gobierno colectivamente decidiendo qué políticas públicas se deberían implementar con una parte del presupuesto. Es un mecanismo de participación directa y universal que logra redefinir la relación Estado/Sociedad.

El Presupuesto Participativo, en la Argentina, tiene su primer caso de uso en Rosario, en 2003. Se trata de un conjunto de técnicas y mecanismos de gestión participativa de la sociedad civil, aplicadas al proceso de consulta, deliberación y determinación de prioridades en la ejecución de un porcentaje de los Presupuestos Generales de los Municipios de la República Argentina. Sus funciones son promover la intervención ciudadana y promover los mecanismos que aseguren la transparencia de gestión. La definición de estas prioridades y recursos son acciones que tienen un impacto directo en la comunidad propiciando el desarrollo local. Es un incentivo al desarrollo del ejercicio de la democracia directa.

También existen las políticas de Gobierno Abierto apuntan a profundizar los vínculos entre instituciones y ciudadanos ya que brindan un sistema a los ciudadanos el acceso a la información y le da transparencia a los gestores políticos, consolidando el Estado de Derecho e impulsando una sociedad con buena democracia.

Se busca día a día que nuestras ciudades sean mejores lugares para vivir. Para ello, la transformación digital nos da oportunidades de modernizar el sector público y apoyarnos en la innovación. Esto afecta al mercado de trabajo y el sistema educativo, ya que la transformación digital tiene un ascenso vertiginoso, cuestionando los roles vigentes en nuestras sociedades. Hay nuevas necesidades de formación, y este horizonte es un eje de impulso a nuestros sistemas productivos tanto en el sector público como el privado.

Todo es cada vez más dinámico y competitivo. Sometidos a la tecnología, se posibilita la fortaleza a las economías del conocimiento, apalancando cambios y fortaleciendo sistemas productivos gracias a la apuesta por dinamizar las viejas estructuras, retener y atraer talento, innovar, fomentar la creatividad, entre otras cosas. La visión a largo plazo es clave en la búsqueda de innovación y conocimiento.

Las libertades individuales y colectivas, la privacidad y la cantidad de datos disponibles son una mezcla donde hay que garantizar los derechos, gestionando desde lo público un marco normativo que pueda garantizar una sociedad digital respetuosa. Cómo organicemos y desarrollemos nuestros entornos en los próximos años determinará la calidad de vida de generaciones futuras. Dejar una huella positiva es una necesidad para la sociedad. Disponer de herramientas de diálogo social para analizar y discutir las mejores decisiones nos dará un modelo de desarrollo coherente.

La complejidad de nuestras sociedades necesita de una ciudadanía más informada, capaz de organizar sus demandas y dar forma a sus expectativas. El sector público debe dar lugar al diálogo y a la escucha activa de manera transparente, una ciudad inteligente es una ciudad que aprovecha el conocimiento de su gente. La brecha que puede generar las diferencias en una sociedad debe ser tratadas a tiempo para lograr un avance más parejo de las capacidades sociales. La educación digital es necesaria a lo largo de toda la vida, tanto la formación de niños como de adultos. Internet es una gran herramienta, pero también debe de estar acompañada de su capacidad de uso.