UNICIPIO es el Consejo de Coordinación de Políticas Públicas para el Área Metropolitana del Gran Mendoza, un órgano interjurisdiccional destinado a abordar las principales temáticas socio-ambientales de la zona. Desde Fundación Metropolitana dialogamos con Graciela Marty, coordinadora provincial del ente, para conocer en detalle su funcionamiento.
Fundación Metropolitana: ¿Cómo y por qué nació UNICIPIO?
Graciela Marty: Bien, UNICIPIO nació en el 2016 de manera fáctica, pero ya estaba siendo procesado por, en aquel momento, el Intendente de Godoy Cruz, para el cual yo trabajaba en 2014, Alfredo Cornejo. En ese entonces, ya no solamente él, sino todos los intendentes del área metropolitana coincidían en la necesidad de contar con una institución metropolitana. Esto se debía a que había muchísimas cuestiones que no se dejan abarcar a nivel local, pero que tampoco tienen una impronta provincial. Tiene que ver con la ciudad en sí, y en este caso, con lo que nosotros llamamos Oasis Norte. Esto era muy necesario, aunque ya habían habido algunos intentos de metropolización fallidos, por ejemplo en 1996 existió uno que se llamaba DEMO (Desarrollo Estratégico de Mendoza), pero que sólo terminó en una buena intención política, que no tuvo ningún tipo de gestión, y no avanzó.
Cuando Alfredo Cornejo asumió como gobernador en 2016, me asignó la tarea de crear el UNICIPIO como tal. Él me conocía de su gestión municipal, aunque también nos conocíamos de la facultad. Rápidamente se promulgó el decreto provincial 177, con el que los 7 municipios que lo conforman estaban de acuerdo. Fue una cuestión bastante rápida y lo que me quedó a mí es empezar el largo camino de institucionalizarlo, de crear el UNICIPIO como institución, de crear una mesa técnica y de coordinarlo. Creo que fue muy acertado realmente porque ahora estamos viendo sus resultados.
Yo estoy entrando en el 9no año de gestión, y se nota que marcha muy bien porque la gente empieza a comprender lo que significa “ lo metropolitano”. Conocían la palabra municipal o provincial, pero la palabra metropolitano les sonaba muy ajena. Con la visibilidad metropolitana de los productos y de los proyectos que hemos ejecutado, ya pueden darse una cabal idea de lo que significa.
FM: Mencionaste que en la historia de Mendoza existieron otras experiencias en relación a los intentos de organizar entes de administración metropolitana, ¿Cuáles crees que son las enseñanzas que recogieron en función de las experiencias pasadas para ahora terminar de darle una institucionalidad a UNICIPIO?
GM: Una de las enseñanzas más fuertes en las que yo me baso es que un ente metropolitano necesita de dos grandes avales. Uno, es el aspecto político, un acuerdo que hacen los intendentes entre sí, y que lo pueden hacer con la provincia de por medio.
Y, después, el otro es el aval técnico. Si vos no tenés lo técnico no podés llevar a cabo ninguna política pública. Si vos no tenés una mesa técnica realizando reuniones, acordando, avalando medidas, y no lo llevas al territorio, el ente metropolitano es como un título, pero no es gestión. Ahora bien, cuando vos tenés las dos partes, la parte de la teoría y la parte de la práctica, ahí se empieza a poner en funcionamiento el ente metropolitano como tal.
No sirve el acuerdo político solo, así como tampoco sirve el mero acuerdo técnico. Si vos tenés un acuerdo técnico que no está acordado políticamente, no vas a llegar a ninguna parte.
FM: ¿Quiénes conforman este aval técnico?
GM: En este caso, yo soy la coordinadora provincial del UNICIPIO, la coordinadora técnica de nuestra mesa. Después he formado equipo con los coordinadores municipales. Cada municipio tiene un coordinador nombrado por su respectivo intendente. Ahora ya tenemos dos coordinadores, un titular y un suplente.
En la medida en que el ente metropolitano se va densificando, se necesita más participación del municipio porque las decisiones a tomar son más complejas y a veces se necesita incluso mayor poder en la cuota de estos coordinadores municipales para que puedan avalar las medidas. Y si no, la llevan al seno de su municipio, la discuten y traen una decisión tomada para la próxima reunión. ¿Qué se discute en estas mesas? Esto tiene que ver con el trabajo que le llegue a la ciudad.
Por ejemplo, al principio nosotros nos juntamos muchísimo. Habremos hecho 100 reuniones porque estábamos escribiendo lo que llamamos “Plan de Acción, Mendoza Sostenible”. Como allí tocamos todos los temas, cada municipio trajo a sus técnicos en educación, en desarrollo urbano, en salud, en movilidad sustentable, en seguridad.
Entonces, al principio fue bastante difícil. Primero, nos conocimos todos y después con el programa Desarrollo de Áreas Metropolitanas del Interior (DAMI), empezamos a trabajar en dos aspectos muy fuertes, uno es el arbolado público y el otro la red de ciclovías, para los cuales recibimos un financiamiento.
FM: ¿Cómo es el financiamiento de UNICIPIO?
GM: Hasta ahora, UNICIPIO no tiene presupuesto. Los dos proyectos que hemos ejecutado han sido financiados internacionalmente, pero es una institución que carece de presupuesto en sí. Lo que tenemos es fuerza de trabajo. Es decir, hay cuestiones en las que podemos reunirnos para solucionarlas, y eso no cuesta dinero.
Es un ordenamiento de la gestión. Hay intendentes que están queriendo manejar esto de manera metropolitana, para lo cual simplemente nos juntamos, discutimos, buscamos una solución y salimos adelante con ese nuevo orden establecido.
Lo que sí tratamos de hacer es buscar nuevo financiamiento, y más ahora que ya ejecutamos los que teníamos. Por ejemplo, ahora estamos focalizados en la infraestructura verde, en las cuestiones ambientales.
Nosotros, hasta la gestión pasada estuvimos perteneciendo a lo que se llamaba la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial, pero ahora el UNICIPIO pertenece a otro ministerio, que se llama Ministerio de Gobierno, Infraestructura y Desarrollo Territorial, que engloba a la Subsecretaría de Infraestructura y Desarrollo Territorial.
Entonces, estamos abocados a buscar nuevas metas, pero siempre nos aparecen metas que necesitan financiamiento y otras que no lo necesitan, proyectos metropolitanos que con la gestión se solucionan.
FM: Mencionas que quizás las acciones que realizan desde UNICIPIO no requieren de un gran esfuerzo económico, pero sí demandan el ejercicio constante del diálogo. A priori entiendo que vos atravesaste dos gestiones de dos gobernadores diferentes, si bien del mismo signo político, y que constantemente estás en contacto con intendentes y coordinadores de diferentes signos políticos. ¿Cómo es la dinámica de trabajo con sectores de diferentes procedencias políticas?
GM: Muy contrario a lo que uno puede esperar, a nivel técnico no hay mayores conflictos. UNICIPIO tiene un prestigio muy alto.
Yo siento que los técnicos y los coordinadores, siempre quieren ser coordinadores. Hay una legitimidad muy amplia porque nosotros lo que hacemos es respetar el color político del municipio a rajatabla. La verdad es que en un ente metropolitano lo último que tenés que
hacer es diferenciar por colores políticos, porque lo que estamos tratando justamente es de llegar a acuerdos más allá del color político del partido. Entonces, la transversalidad partidaria ha sido una de las condiciones sine qua non con las que nosotros empezamos a gestionar y eso se ve. Se nota mucho porque las reuniones son con asistencia perfecta.
FM: En relación al Plan de Acción Mendoza Sustentable, entiendo que fue una de las primeras medidas que pudieron coordinar desde el UNICIPIO ¿Cómo fue la experiencia, y cuál fue el impacto que hubo en relación a la estructura gubernamental y la sociedad en su conjunto?
GM: Fue un trabajo muy arduo, porque yo en aquel momento estaba sola. El UNICIPIO tenía una sola persona, entonces tenía que buscar muchos aliados para organizar reuniones tan grandes. Imaginate que venían 6 consultores del BID, de los cuales 2 eran para el ámbito urbano, 2 para ambiente y 2 para seguridad. Entonces, había reuniones paralelas de 3 temas distintos.. Se hizo un trabajo muy bueno, semaforizado, con indicadores claros, concisos, y ahí es donde nosotros descubrimos un diagnóstico maravilloso de la ciudad, en dónde estamos, hacia dónde queremos ir, dónde tenemos que prestar atención, y al final obtuvimos un producto, un libro de casi 500 páginas en donde hay 200 proyectos.
Tenemos una gran bolsa de proyectos. Empezamos a gestionarlo en el 2016, cuando el proyecto se llamaba ICES, aunque ahora se llama CES (Ciudades Emergentes y Sostenibles), y en el 2018 lo presentamos. Esos dos años estuvimos reuniéndonos y nos sirvió muchísimo porque nos conocimos entre todos los técnicos y consultores, y con la gente de Nación, lo que nos permitió adquirir una cintura muy grande para reunirnos, para consensuar y acordar distintas cuestiones meramente técnicas.
Hasta ese momento, por ejemplo, los técnicos no se conocían entre sí, a lo mejor no sabían que determinada persona trabajaba en otro municipio y que se trataban los mismos temas. Entonces Mendoza Sostenible fue un muy buen arranque para nuestra área metropolitana.
FM: ¿Cuál fue la principal sorpresa con la que te encontraste a la hora de asumir la responsabilidad?
GM: Bueno, la principal sorpresa que me llevé fue que había una gran predisposición de la gente en los municipios, en el gobierno de la provincia, en los distintos ministerios nuestros, y en las instituciones que prestan servicios. A su vez, encontré mucho conocimiento en los cientos de profesionales.
Otra cosa que me dejó muy sorprendida, y un poco asustada, es la extensión de la ciudad hacia el cordón verde. Esa es una de las sorpresas para mí, por lo menos, que tuve.
Nuestra ciudad está creciendo en su extensión de manera indiscriminada, y tenemos una tendencia de que, si sigue creciendo así, para el 2050 dejamos de ser sostenibles, dejamos de tener soberanía alimentaria. Para mí, es muy importante. De hecho, empezamos a trabajar sobre el cinturón verde productivo de Mendoza. Acordate que nosotros somos un desierto, y más allá de la lonja en la que tenemos de agua, ya no hay más agua. Entonces, si perdemos este buen suelo productivo y lo llenamos de barrios privados, que es lo que está pasando, nos quedamos sin suelo productivo.
FM: ¿Vos crees que ahí reside el principal desafío que tienen desde UNICIPIO?
GM: Uno es ese, sin dudas, que mantengamos la soberanía alimentaria o la agricultura de cercanía. Tenemos que lograr combinar una cuestión de arraigo de los productores, que no se vayan, que el suelo productivo no cambie de uso de suelo y no se convierta en suelo urbano. Eso es un gran desafío, pero para eso necesitamos legitimidad no solamente técnica sino política, porque hay que parar a los grupos de desarrolladores inmobiliarios. Eso no se puede hacer si no hay una voluntad política muy clara.
Después, hay otros desafíos muy interesantes que tienen que ver con que la institución sobreviva más allá del tiempo y de los colores políticos.
También es muy interesante algo que ustedes tratan y que yo también trato con la gente de ciudadanía metropolitana, que es la necesidad de contar con una ley de áreas metropolitanas de Argentina, una ley nacional o una ley provincial. Es decir, que se establezcan patrones de supervivencia para cuando el área metropolitana ya existe.
Otro desafío es ir a temas que tengan que ver con la educación, temas que tengan que ver con la salud, con la cultura, con el deporte. Mientras más brazos tenga la institución, más legítima será.
FM: En un momento de la conversación mencionaste que de a poco fueron introduciendo en la sociedad el concepto de lo metropolitano ¿Crees que también esa legitimación a la política y la técnica, se le podría sumar una legitimación social que permita que UNICIPIO sea una política de estado de la provincia de Mendoza?
GM: Sí, yo creo que de hecho ya existen algunos ámbitos en los que esta legitimidad se ha visto reflejada. Por ejemplo, nosotros hicimos un censo de arbolado digital que al vecino le permite mirar los árboles de su cuadra en el mapa. Cuando eso pasa, y ven que están los 7 municipios, comprenden la lógica. El servicio ecosistémico del bosque urbano, por ejemplo, no tiene lógica si lo mirás desde un municipio. El servicio ecosistémico de los árboles solamente tiene lógica si lo miras en conjunto. Eso la gente lo comprende rápidamente. Lo mismo sucede con las ciclovías, que pueden parecer temas banales, pero no lo son. Vos a la gente le llegas diciendo “Tenés 350 kilómetros de ciclovía, y podés irte de una a otra punta de la ciudad, de Maipú hasta Las Heras, en ciclovía ininterrumpida”. Y ahí es donde ellos comprenden y dicen “Ah, esto es metropolitano, es decir, que me puedo ir de un municipio y andar 35 kilómetros y llegar al otro, atravesando toda la ciudad en una ciclovía”. Entonces, sí, eso es lo potente que se puede observar en el territorio. Cuando las políticas públicas se ven de forma concreta.
FM: En relación al relevamiento de árboles que estabas comentando recientemente, hace poco recibieron una distinción de la ONU, ¿Te gustaría desarrollar ese hito?
GM: Sí. Los 7 municipios y parte de la provincia que también se dedica al cuidado de los árboles buscamos información de todo tipo, de normativas, de gastos, de cuánto se gasta en cada municipio, cuántos árboles plantaron, cuántas cuadrillas tienen, cuánto personal, cuántas horas de trabajo voluntario le dedican al tema, y mucha más información detallada. La reunimos, nos presentamos y ganamos. El certamen se llama “Three Cities of the World”, pertenece a la FAO de Naciones Unidas y es promovido por una fundación que se llama Arbor Day Foundation.
Este 27 de marzo pasado festejamos con toda la cúpula política, los intendentes, el gobernador, los ministros y también, por supuesto, los técnicos que son los que llevan a cabo el trabajo con el bosque urbano mendocino.
Realmente me parece muy loable porque nosotros, si bien somos una ciudad arbolada, demostramos, a través de este premio, cuántos árboles plantamos. En 2023 plantamos 21.532 árboles, por eso recibimos el premio.. Y además, se erradicaron 8.000 árboles, lo que equivale a 2.000 horas en las que personas de la comunidad trabajaron con los árboles de manera gratuita, gente de distintas asociaciones, niños de las escuelas.
La verdad es que es un premio que nos da mucha visibilidad en el exterior, pero también es como una caricia al alma, porque acá los técnicos necesitan que se los reconozca por este trabajo. Tener, en el medio del desierto, un bosque con 615.000 árboles es muchísimo, y todos regados de manera artificial. Entonces, la recepción de este premio tiene doble lado positivo.
FM: Para ir cerrando, ¿Qué consejo o recomendación le darías a aquellos funcionarios que pertenecen a otras provincias, que quizás poseen áreas metropolitanas, y desean avanzar en un ente como UNICIPIO, pero que no saben por dónde empezar o cómo llevarlo a cabo?
GM: Les diría que se animen, que solo pueden ganar. Que si no saben cómo hacerlo, acá estamos para colaborar. Que pregunten, porque es algo que realmente les puede traer solamente ventajas. No hay ninguna desventaja en esto de metropolitanizarse. No hay trampa. Si uno lo lleva bien, con un buen método, se puede institucionalizar.
Yo soy socióloga, y la verdad es que los sociólogos tenemos expertiz en crear instituciones. No se puede hacer así nomás. Hay formas de equivocarse también, pero en realidad si uno trabaja consensuadamente, con acuerdos, no importan los partidos. La verdad es que depende mucho de la visión del intendente, y si los intendentes tienen una visión extendida y amplia, todo es posible.