En una entrevista exclusiva con el Metropolitano Online, Lucía Cirmi Obón (Directora Nacional de Políticas de Cuidado) contó cuáles son las políticas que se están llevando a cabo desde el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad (en adelante MMGyD). Además, comentó cómo la pandemia profundizó los problemas de desigualdad en torno a los cuidados e hizo hincapié en la importancia de los diferentes sectores para impulsar una transformación cultural.
El cuidado como parte de la agenda de políticas públicas
En la primera parte de la entrevista Lucía Cirmi nos habló sobre el trabajo que se está haciendo desde el MMGyD, entendiendo que desde su creación se buscaba que pudiera poner en políticas concretas cuestiones que eran demandas de todo el movimiento feminista y de la sociedad en general. Una de ellas es la desigualdad en los cuidados.
“Nosotras sabíamos que era un desafío hablar de esto, porque quizás no era el primer tema que aparecía en la agenda, pero entendíamos que esta desigualdad en los cuidados es muy funcional no solo al sistema económico, sino también a otras desigualdades de género que aparecen luego”, comentó Cirmi. De esta manera explicó que hay brecha salarial, feminización en la pobreza y desigualdad en el acceso a la protección social, porque primero existe brecha en los cuidados.
Para cambiar la lógica en los cuidados, la Directora nos dijo que se deben cambiar diferentes cuestiones desde distintos enfoques. “Por eso constituimos la Mesa Interministerial de Políticas de Cuidado, con aproximadamente 15 organismos que están en coordinación, y con la decisión política de la Jefatura de Gabinete, que sea la visión feminista del MMGyD quien coordine esa Mesa”, agregó Cirmi.
La Directora nos comentó que los organismos de esta Mesa, ya sea Trabajo, Salud, Educación, Desarrollo Social, INAES o ANSES, entre otros, tienen algo que ver con las poblaciones que ejercen las tareas de cuidado o con la organización de ese cuidado. “Desde la Mesa hicimos cosas centrales. En primer lugar, definimos que son los cuidados para el Estado Nacional. En el documento “Hablemos de cuidados”, recuperamos lo que se hizo antes y planteamos lo que falta”. También impulsamos muchas políticas en el contexto puntual de la pandemia. En “100 acciones en materia de cuidados”, se ve cómo fuimos trabajando sobre políticas que ya existían o lanzando nuevas con lógica de cuidados”, explicaba Lucía.
Pandemia y economía del cuidado: sobre la desigualdad
Considerando los efectos que está dejando la pandemia en todos los ámbitos, le preguntamos a Cirmi cómo se está trabajando desde el Ministerio para evitar que este contexto profundice la desigualdad de género en los cuidados.
“Si miramos lo que pasó en la pandemia, podemos ver que se profundizó algo que ya existía. De todos los sectores el único que no se paralizó es la economía del cuidado. De acuerdo con las encuestas del INDEC, ya sabíamos que estructuralmente en Argentina las mujeres dedicaban el triple de tiempo de trabajo de cuidados que los varones, pero lo que se vio en pandemia es que ese trabajo aumentó en los hogares, al cerrarse establecimientos, al limitarse la circulación y al no contar con las abuelas, que son un eslabón crucial en la cadena de cuidados gratuitos”, nos respondió Cirmi.
En esta línea explicó que, si bien en el mercado de trabajo se ve un aumento en la “inactividad” de las mujeres, en la práctica esto se debe a que se incrementó su actividad de cuidados. Por ello, expresó “creemos que ese círculo vicioso entre lo que la sociedad espera, lo que pasa en el mercado de trabajo y lo que pasa adentro de una casa solo lo rompe la política pública con más establecimientos, más apoyo, más política pública para que haya más tiempo, más recursos y espacios para cuidar”.
Así, nos adelantó que lo más importante que se está haciendo de cara a este diagnóstico visto el año pasado, es la redacción de un proyecto de ley que implica un sistema de cuidados con perspectiva de género.
También le preguntamos sobre desigualdad de género y desigualdades sociales, entendiendo que hay familias que pueden tercerizar parcialmente el cuidado, mientras que otras no cuentan con esa posibilidad. De esta manera, la Directora nos contó: “Para nosotras la desigualdad del cuidado es peligrosa porque además profundiza desigualdades entre las propias mujeres. Por como hoy está familiarizado, feminizado y privatizado el cuidado, una mujer de ingresos medios/altos puede acceder a la licencia, contar con ingresos para pagar un espacio de primera infancia cuando no hay vacantes, o contratar una trabajadora. Una mujer pobre que trabaja en la informalidad no tiene nada de eso y, además, siente que sale a cambiar la plata porque gana tan poco que no le sirve”.
En este sentido, resaltó la relevancia de contar con más oferta pública de cuidado. “Cuanto más apoyo haya, menos se va a sentir la diferencia económica de las familias. Hoy la calidad de cuidado que recibe un niño, una persona mayor, una persona con discapacidad o quien requiera cuidado, depende del bolsillo de la familia y del vínculo con ella”.
Mapa Federal del Cuidado: entre la oferta y la demanda
Teniendo en cuenta que la posibilidad de acceder a buenos servicios de cuidado es diferencial en cada grupo social, pero también a nivel regional, le preguntamos a la Directora sobre las acciones qué se están realizando en pos de disminuir la heterogeneidad entre regiones y lograr una coordinación nacional en la oferta.
“Para coordinar esta cuestión entre toda la demanda de cuidado que hay, la poca oferta de provisión publica de cuidados, y construir todo lo que falta construir es que armamos el Mapa Federal del Cuidado. Este mapa no solo te muestra que lugares cerca de tu casa hay, sino que le permite al Estado identificar zonas críticas para ir a construir”, nos comentó Cirmi.
Además, explicó que el Ministerio de Obras Públicas está construyendo 300 espacios de cuidados y el Ministerio de Educación está ampliando 500 salas. Sin embargo, señaló que falta mucha infraestructura, por ejemplo, entre el rango etario de 0 a 2 años, la cobertura es del 11%.
Legislar el cuidado: Sistema Integral de Cuidados
Por último, le preguntamos a la Directora sobre el proyecto de ley para crear un Sistema Integral de Cuidados y acerca de la posibilidad de lograr una transformación cultural en nuestro país. Ella nos explicó que la redacción del proyecto es muy participativa y discutida.
“Queremos que se amplíe la base de la socialización de los cuidados para que la familia se beneficie de ello, pero sin tener ese pensamiento mágico de que las mujeres intuitivamente sabemos cómo cuidar a un chico. Es un conocimiento social, no es algo que alguien sabe naturalmente. Entonces, hay que recuperar la noción de comunidad para que cada miembro de la familia no solo tenga derecho a recibir los cuidados, sino también a darlos. O sea, que cuidar sea un derecho también”.
Con respecto al cambio en nuestra tradición maternalista de los cuidados, Cirmi contó que se viene peleando hace décadas para que los varones se involucren más. Explicó que se deben tener en cuenta los beneficios de cuidar, ya que algunos países que tienen licencias para varones muestran mejoras en los indicadores de salud de aquellos que están más involucrados en el cuidado. “Cuanto más se reconozca, valorice y mejor se remuneren los cuidados, más interés de los varones va a haber en realizar tareas de cuidado”.
Sobre otras políticas de género que se vienen trabajando desde el Ministerio, la entrevistada nos explicó que desde la Dirección de Cuidados se está trabajando para que haya más infraestructura en general. Entre ella, que en los baños de varones haya cambiadores o que en los establecimientos de trabajo haya un lactario. A su vez mencionó la importancia de prestar atención a las políticas de horarios de las empresas y de cualquier otro espacio de trabajo, para que sean compatibles con la vida familiar.
“Lo que pasa es que los cargos jerárquicos de cualquier organización te exigen una disponibilidad 24×7, y este es un modelo de vida que solo los varones pueden llevar adelante. Muchas compañeras se autoexcluyen de esos puestos porque ya ven que son así. Debemos tener vidas dignas de ser vividas, tener cierto equilibrio. Si lo más importante de una empresa pasa a las 8 de la noche, nosotras estamos excluidas” concluyó Cirmi.