El mapa del empleo público en Argentina - Informe Digital Metropolitano

El mapa del empleo público en Argentina

Por Micaela Sampietro.

Hablar de empleo público en Argentina suele abrir discusiones cargadas de prejuicios y planteos extremos. ¿Sobra o falta? ¿Es puro “gasto” o un sostén necesario? El debate muchas veces se organiza en una lógica binaria que ignora la complejidad y heterogeneidad de este sector. Para entender su alcance y función es clave mirar los datos y, sobre todo, el mapa federal que lo sostiene.

¿Cuánto empleo público hay en la Argentina?

El empleo público está presente en todo el país, en los 3 niveles del Estado: Nación, provincias y municipios. Según el INDEC, en 2024 sumaba unos 3,8 millones de puestos, el 17% del empleo total.

Cuando hablamos de empleo público nos referimos a todas las personas que trabajan directamente para el Estado, en cualquiera de sus poderes. A grandes rasgos, se puede dividir en 3 áreas:

  • Administración y defensa: desde puestos administrativos hasta fuerzas de seguridad y militares.
  • Salud: médicos, enfermeros y personal de apoyo.
  • Educación: docentes y no docentes.

En las provincias, el peso del empleo público no se limita a los trabajadores de sus propios gobiernos: también incluye a los empleados nacionales que viven y trabajan allí.

El empleo público no se distribuye de la misma manera en todo el país. En algunas provincias tiene un peso mayor y una función estructural: sostiene servicios básicos y, en muchos casos, buena parte de la vida económica local. 

Esa diversidad territorial es clave para entender el fenómeno en su conjunto: ¿qué tan relevante es en cada provincia? ¿Cómo cambia su composición de género? ¿Y qué diferencias aparecen al compararlo con el sector privado?

¿Dónde se concentra el empleo público?

Aunque suele pensarse que la mayor parte está en la órbita nacional, la realidad es otra: 8 de cada 10 trabajadores públicos se desempeñan en provincias y municipios.

De los 3,4 millones de trabajadores, según datos oficiales de la Secretaría de Trabajo, actualizados a marzo de 2024. El 66% corresponde a gobiernos provinciales, el 13% a municipales y apenas el 21% al Estado nacional.

Esta concentración subnacional es resultado de un largo proceso de descentralización de funciones estatales que comenzó en los años setenta y continuó en los noventa. Leyes como la 24.049 de 1991 transfirieron a las provincias la administración de escuelas secundarias y el personal correspondiente.

Entre 2001 y 2014, el empleo público provincial fue el principal motor del crecimiento: explicó el 51% del aumento total, seguido por los gobiernos locales (32%) y el nacional (17%). En el período 2010–2014, los gobiernos subnacionales generaron 75 de cada 100 nuevos empleos estatales.

En una comparación internacional, el peso del empleo público en Argentina (18%) supera el promedio latinoamericano (12%) y se ubica por debajo de países como Francia (21%) o Canadá (22%).

¿Qué hacen los empleados públicos?

Contrario a la percepción de que la mayoría de los empleados públicos son administrativos, gran parte del personal se dedica a la provisión de servicios esenciales. Educación, salud y seguridad explican más del 60% de los puestos estatales.

En detalle, según el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas de 2022:

  • Administración pública y defensa: 55,2%.

Esta categoría incluye perfiles muy diversos, desde administrativos, profesionales y técnicos, hasta fuerzas de seguridad (policías, gendarmes y miembros de las fuerzas armadas).

  • Educación: 26,4%.

Esta cifra incluye docentes y no docentes de todos los niveles, desde inicial hasta universitario.

  • Salud: 18,4%.

Incluye médicos, enfermeros y personal auxiliar que trabaja en hospitales y centros de atención pública.

Este perfil refleja una alta rigidez funcional del Estado: la mayoría de los trabajadores públicos cumplen roles que no pueden eliminarse sin afectar servicios básicos. En 2014, según CIPPEC, solo 3 de cada 10 empleados realizaban tareas administrativas; el resto se concentraba en educación (29%), seguridad y defensa (17%) y salud (11%).

Diez años después, la tendencia se mantiene. Educación, salud y seguridad siguen explicando prácticamente la totalidad del empleo estatal. En conjunto, educación y salud representan casi la mitad de los puestos (44,8%), lo que muestra que la estructura del empleo público sigue directamente ligada a la prestación de servicios esenciales.

¿Son todas las provincias iguales?

La respuesta es: No, el empleo público no es homogéneo, y su peso tiene un impacto crítico en las finanzas subnacionales.

Según el Censo 2022, Santa Cruz lidera con 117,7 empleados públicos cada mil habitantes, seguida por Tierra del Fuego (128 por cada mil habitantes). Luego vienen La Rioja y Catamarca. En el otro extremo, Córdoba (40,3), Santa Fe (45,3) y Buenos Aires (46,7) son las de menor proporción.

La explicación está en las economías de escala: las provincias menos pobladas necesitan sostener estructuras básicas (administración, salud, educación y seguridad) que, al dividirse entre menos habitantes, resultan en un ratio per cápita mayor (economías de escala). Además, en territorios menos poblados, el Estado suele tener un rol destacado como empleador, compensando la debilidad del sector privado.

Composición y características del empleo público

Más allá de los números agregados, vale la pena mirar algunos datos relevantes que componen el perfil de quienes integran el empleo público: su distribución por género, nivel educativo e incidencia en las finanzas provinciales.

  • Predominio femenino: las mujeres son mayoría en casi todas las provincias y representan el 56% del empleo público nacional. Esto se vincula al peso de la docencia y la salud, actividades muy feminizadas.
  • Mayor calificación: en promedio, el empleo público es más calificado que el privado. A nivel nacional, el 26,2% de los empleados estatales tiene estudios superiores completos, lo que es más del doble que en el sector privado (12%). La presencia de docentes, profesionales de la salud y técnicos especializados explica esta diferencia.
  • Impacto fiscal subnacional: en promedio, la mitad del gasto provincial y municipal se destina al pago de salarios estatales. Esto convierte al empleo público en un factor crítico de las finanzas locales.

El mapa del empleo público

Los datos presentados provienen de distintas fuentes —como la EPH, la EAHU y estimaciones de organismos especializados—, ya que en Argentina no existe un registro unificado que consolide la información sobre los 3 niveles de gobierno. Aun así, las cifras disponibles permiten trazar un panorama sólido y coherente.

Lejos de la imagen simplificada que suele dominar el debate, el empleo público en Argentina es un entramado complejo, con funciones esenciales, fuerte peso territorial y realidades muy distintas entre provincias. Mirar sus datos con perspectiva federal y sin prejuicios es el primer paso para discutir con seriedad su tamaño, su eficiencia y su papel en la vida económica y social del país.