En el marco de una alianza con el Centro Argentino de Ingenieros (CAI), desde la Fundación Metropolitana, participamos de la organización de la primera charla del Ciclo CAI Ciudades “Innovaciones urbanísticas y ambientales de Qatar 2022”. La conferencia se realizó el 30 de marzo de 2022 a través de la plataforma Zoom, y se encuentra disponible en la Biblioteca Audiovisual del CAI.
El panel estuvo compuesto por Marck Fenwick (Fundador de Fenwick Iribarren Architects) y la doctora Cynthia Goytía (Directora del Centro de Investigación de Políticas Urbanas y de Vivienda y de la Maestría en Economía Urbana de la Universidad Torcuato Di Tella), y fue moderado por Juan Yacopino (Presidente de la Comisión de Urbanismo y Vivienda del CAI).
Bajo la premisa de que el Mundial de Fútbol Qatar 2022 es una oportunidad para conocer las últimas tendencias en materia de tecnología, arquitectura y ambiente, se detalló cómo se planteó el diseño de Khalifa Avenue -que atraviesa la ciudad de Doha- y de uno de los estadios que recibirá a los seleccionados clasificados para el Campeonato Mundial.
Juan Yacopino, presidente de la Comisión de Urbanismo y Vivienda del Departamento Técnico del CAI, abrió el encuentro en el que hizo referencia a las innovaciones que se verán en Qatar y dio el marco para presentar a Mark Fenwick, fundador de Fenwick Iribarren y Asociados, el estudio a cargo del rediseño de la avenida Khalifa y de tres de los ocho estadios que serán sede del Mundial de Fútbol 2022; y a Cynthia Goytía, directora del Centro de Investigación de Políticas Urbanas y de Vivienda (CIPUV).
Desde España, Mark Fenwick, se refirió a los proyectos puestos en marcha en Doha en donde hubo que afrontar desafíos del mundo urbano en relación a la remodelación de la avenida Khalifa, por un lado, y a los usos posteriores de los estadios, a la hora de pensar en las sedes deportivas vinculadas con el Mundial de Fútbol 2022, por el otro.
Sobre Khalifa Avenue, sostuvo que había que “estudiar una calle muy dura, muy compleja, que va desde la Bahía del Agua hasta el palacio donde vive el emir y la familia real. Se trata de una avenida de unos 14 kilómetros y el reto era convertirlo en algo distinto”, porque fue diseñada por ingenieros americanos que, según su visión, “creen que la ciudad es del coche, donde hay que hacer avenidas grandes. Nosotros planteamos una visión diferente donde el coche debe compartir con las personas en la ciudad, debe ser seguro e integrar los barrios de una ciudad. Buscamos el modo de humanizar la ciudad, hacerla amistosa”, afirmó.
Además de pensar el diseño en función de las distintas zonas que atraviesa la ciudad se abordó la integración con el transporte público, incluyendo las variantes ecológicas, y un profundo cuidado a ambos lados del espacio de circulación porque también había que darle lugar a la diversión. A esto, había que sumarle, además, la cuestión cultural. “En una ciudad moderna hay que respetar la cultura. Allí se sigue usando el camello y el caballo, y creamos una vía para que puedan circular desde el desierto a la ciudad”, indicó Fenwick.
Con este panorama se planteó el rediseño del wadi (término árabe que refiere a un valle o río seco por el que sólo discurre el agua en temporada de lluvia), caracterizado por un corredor verde con el concepto de una avenida que debía convertirse, además, en una vía de seguridad, de agua, de paseo.
La avenida fue dividida en cuatro áreas: una institucional-urbana, una parte central-residencial de nivel medio, una tercera que alcanza a la universidad de Qatar y, finalmente, la salida al desierto.
Tras mostrar algunas de las implementaciones realizadas, señaló que para ellos era muy importante el confort, hecho que se logró a través de la introducción de vegetación y zonas de sombra con los que se redujo la huella de calor en la ciudad. Se puso especial atención a los árboles a plantar para tener, al mismo tiempo, una huella de color en la propia avenida que muestre el cambio de estaciones del año.
“El objetivo era integrar la ciudad, permitir que las personas puedan cruzar la calle, habilitar conexiones entre los barrios y humanizar la ciudad donde cobra más importancia el peatón que el auto”, apuntó Fenwick.
Luego se refirió a uno de los tres estadios que diseñaron para el Mundial de Fútbol 2022, el 974, nombre elegido porque está conformado por 974 contenedores y porque es el prefijo telefónico para llamar a esa ciudad.
“Ganamos tres de los ocho estadios que se pusieron en compulsa. Qatar Foundation es uno, ubicado en la universidad. El segundo fue el Al Thumama Stadium, cuyo diseño recuerda al gorro de un niño que es el futuro del país. Decidimos no tener un estadio “elefante blanco”. Qatar no necesita un nuevo estadio, entonces pensamos ¿por qué no lo traemos y luego lo desmontamos y lo llevamos a otro país? Y así fue que lo pensamos en los contenedores de barcos”, contó.
El estadio se ubica al lado del mar. Para levantarlo, se optó por un tipo de modularidad con los contenedores sobre una infraestructura, tipo plug and play. Está posicionado sobre el terreno en zapatas de hormigón que luego se quitan. Es decir, construido para montar y desmontar muchas veces. Además de ser sostenible y reutilizable, el 974 se autoventila. Esta capacidad permite que se pueda construir para otros usos, como canchas de tenis, piletas de natación, o hacerlo más pequeño.
Una vez que finalice el mundial, el estadio será desmontado y el predio se devolverá a la ciudad como un solar urbano. “La única huella que dejamos es que el campo de fútbol sea una lámina de agua como recuerdo de que por allí pasaron las leyendas del mundial”, concluyó.
Luego fue el turno de la doctora Cynthia Goytía, quien planteó que “Qatar se quiere posicionar como líder de la innovación sustentable, hecho que, a su vez, es una oportunidad para mejorar las condiciones de vida de los habitantes. Aunque advirtió que este país “tiene motivos para hacer todo esto. Hay una paradoja en estos países donde su posición como grandes exportadores de gas le han valido ser los mayores emisores de carbono y todos estos avances van en la dirección correcta”.
Goytía propuso reflexionar sobre lo visto y traerlo a la realidad de América latina, y subrayó que “estamos atravesando una situación particular y es una oportunidad para hablar de innovación urbanística y sustentabilidad porque la pospandemia está dando lugar a transformaciones urbanas” que se ven en la aceleración de las comunicaciones, de los nuevos modos del trabajo, de habitar los hogares, y de la necesidad mayor espacio público.
Planteó que el actual contexto aún plantea la necesidad de nuevos equipamientos urbanos y espacios públicos y de disfrute, además de avances en movilidad, sin dejar de lado los mayores desafíos climáticos que ponen en riesgo a los ciudadanos y a las infraestructuras. “Estamos en una etapa muy interesante para plantear este tipo de innovaciones como renovar una arteria importante de una ciudad”, enfatizó.
Luego se dio lugar a las preguntas de los participantes de la conferencia virtual, en el que tanto Fenwick como Goytía y Yacopino no solo respondieron sino también compartieron e intercambiaron sus miradas sobre los temas planteados por la audiencia.
Fuente: Centro Argentino de Ingenieros (CAI)