Subsidios al transporte, tira y afloje entre Ciudad y Nación - Informe Digital Metropolitano

Subsidios al transporte, tira y afloje entre Ciudad y Nación

POR LUCIA MUÑOZ

La quita de subsidios al transporte no es algo nuevo. En el 2018, durante la presidencia de Mauricio Macri, se firmó entre el jefe de Gobierno de la Ciudad y los distintos gobernadores, un pacto fiscal en el que se incluía esta medida.

Para ese entonces, los subsidios al transporte en la CABA eran aportados por el Gobierno Nacional en un 19% y por la CABA en un 81%. No obstante, un año más tarde, la cifra que aportaba la Nación se subió, y los aportes provistos por la CABA descendieron considerablemente. La situación en los años siguientes no mejoró y, por el contrario, el 2021 ha dejado en evidencia que el financiamiento del transporte porteño por parte de la Nación quedó en casi un 50%.

A 4 meses de haber comenzado el 2022, la disputa por la cuestión subsidiaria en materia de transporte nuevamente aparece en escena. El gobierno nacional asegura que, en lo que va del 2022, ha absorbido por completo el valor de las compensaciones que la Ciudad debía aportar de su bolsillo.

Es importante destacar que del total de los subsidios del AMBA, el subsidio a la CABA representa el 10% del total, hay un 45% que es para líneas interjurisdiccionales, o sea que cruzan del GBA a la CABA y viceversa, los subsidios a las líneas de la Provincia de Buenos Aires representan un 28% y, por último, un 18% de este gasto subsidia a las líneas municipales.

Entre diálogos y reuniones.

La necesidad de una mesa de diálogo del gobierno nacional con el ejecutivo porteño para debatir acerca de la estructura de traslado de pasajeros era inminente. Por esa razón, representantes del ministerio de transporte de la Nación y autoridades de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se reunieron el 24 de febrero para conversar sobre los hechos acontecidos y escuchar propuestas que subsanen el sistema de transporte.

La propuesta por parte del ejecutivo nacional que consiste en el traspaso de 32 líneas de colectivo que incluye, entre otras cosas, la fijación de tarifas y eventuales subsidios al transporte se debe a que estas circulan exclusivamente por el área porteña.

Por su lado, el ejecutivo porteño no dio indicios de haber comenzado algún tipo de gestión o planificación en la administración del transporte que ayude a repensar la proposición anterior. Asimismo, el apoyo de gobernadores afines al GCBA, como Gerardo Morales (Jujuy – UCR) y Gustavo Valdés (Corrientes – UCR) dieron el visto bueno a Nación para acelerar la toma de decisión.

Mientras tanto, el gobierno de la Provincia de Buenos Aires también se suma a la convocatoria para discutir acerca de esta medida que tanto revuelo está causando entre los dirigentes de distintos partidos políticos. Esta decisión se debió a que, según Diego Giuliano -secretario de transporte de Nación-, el gobierno provincial sí se ha hecho cargo de la administración y el financiamiento de su transporte.

La intención de integrar en un mismo debate Nación, Provincia y Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene que ver con la búsqueda de un espacio de diálogo que integre también al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

“Los flujos de personas y cosas no se detienen en la General Paz. El AMBA es una unidad funcional que requiere una mirada de conjunto y ninguno de los actores políticos involucrados, ni los pequeños ni los grandes, tienen la capacidad de hacerlo en soledad. No podemos armar un rompecabezas con una sola pieza” explicó a elDiarioAR Florencia Rodríguez Tourón, especialista en movilidad urbana de la Fundación Metropolitana.

Palabras cruzadas

Desde el oficialismo han dado diversas declaraciones, entre ellas, que la descentralización de la gestión de transporte es el primer paso para generar una distribución más equitativa y federal de los recursos nacionales.

Asimismo, Alberto Fernández habría respaldado dicha propuesta haciendo alusión a dos cuestiones en particular. En primer lugar, remarcó la disparidad entre el costo de un pasaje en Buenos Aires y el resto de las provincias. Mientras que en la primera el boleto es más caro (cuesta alrededor de $20), en el resto de las provincias su precio asciende hasta $80.

Por otro lado, haciendo referencia a la idea de autonomía que siempre planteó la Ciudad de Buenos Aires respecto a la Nación, el presidente explicó que, si ésta pretende ser autónoma, necesita tener la capacidad de autofinanciarse como cualquier otra provincia.

Una vez más, la disputa por la autonomía de Ciudad de Buenos Aires entra en juego y pone en escena los beneficios, no solo en cuestiones vinculadas al transporte, que CABA tiene por encima de las demás provincias.

En su defensa, Horacio Rodríguez Larreta habló de la necesidad “mirar al AMBA como un todo” y en consonancia con las declaraciones del ministro de la Ciudad, Jorge Macri, aseguró que es importante que se genere un acuerdo entre ambas partes para poder continuar con los diálogos.

A efectos de avivar aún más la disputa entre Nación y Ciudad, Macri cuestionó los subsidios en la provincia de Buenos Aires – donde funcionan la mayor cantidad de líneas de colectivos del país – y reforzó la idea que, con el gobernador Axel Kicillof no hay diferencias en estos términos porque pertenece al mismo partido político que el gobierno nacional.

La mirada de un especialista y la función de la Agencia de Transporte Metropolitano

José Barbero, docente y especialista en transporte, habló con María O’Donnell en su programa radial acerca de lo ocurrido hasta el momento.

“¿No suena muy lógico que en la Ciudad de Buenos Aires paguemos $18 el boleto de colectivo mientras que en el resto del país $60, $65, hasta $80, ¿no?” preguntó la politóloga y periodista Argentina dando inicio al debate.

Esto fue el puntapié inicial para que el docente argentino diera su opinión acerca de los diferentes puntos de vista que tienen las autoridades tanto de CABA, como de Nación y Provincia.  “No es la Ciudad de Buenos Aires, es el Área Metropolitana de Buenos Aires” recalcó Barbero en el diálogo.

El problema central, según Barbero, reside en que se cuestiona la participación y el financiamiento de CABA por una suma de 32 líneas de colectivos y no se trae a debate la enorme cantidad de líneas concentradas en la provincia de Buenos Aires.  “Dentro de los subsidios que da Nación del transporte automotor de pasajeros hay una proporción mucho mayor, que es más o menos como las tres cuartas partes, en el AMBA (…)”, opinó el investigador de la UNSAM.

Diego Giuliano, en otro ciclo de entrevista con O’Donnell salió a aclarar los dichos de Barbero y dijo “La provincia de Buenos Aires se hace cargo de sus líneas de transporte internas y municipales (…) ahora el AMBA es distinto, todas las líneas que sean interjurisdiccionales, esas líneas nacionales son controladas y reguladas desde Nación. Entonces, una cosa es pagar lo nacional que se subsidia porque constituye constitucionalmente a la nación y otra cosa es pagar algo por una negociación pasada”.

Aunque existen diversas opiniones sobre este tema particular, hay algo en lo que coinciden varios representantes y especialistas en transporte y es sobre el funcionamiento de la Agencia Metropolitana de Transporte -creada en 2012 tras la tragedia de once- que tenía como objetivo crear un espacio de resolución común para planificar unificadamente el transporte en el AMBA.

Florencia Rodriguez Tourón, explicó: “Si bien una entidad que planifique, regule y fiscalice los servicios de transporte sería la opción ideal en términos teóricos, creo que no es una discusión de todo o nada. Orquestar una institucionalidad de esa magnitud es un trabajo necesario pero muy complejo, que no se resuelve ni en un día ni en un año. La ATM, por su parte, ya existe, ¿por qué entonces no empezar por dotarla de contenido y recursos?”.

“Generar un espacio de planificación y coordinación no es menor, tiene un valor en sí mismo y puede ser la piedra fundacional de todo lo demás”, agregó.

Desde la Fundación Metropolitana, sostenemos la importancia de contar con una Agencia Metropolitana de Transporte que regule y unifique el sistema de transporte argentino y permita a las autoridades lograr una mirada más completa y equitativa en la planificación y toma de decisiones concernientes a la administración y financiamiento del mismo para generar un modelo integral y sostenible de movilidad para los habitantes de la Capital y el conurbano bonaerense.