En la sede CABA dela Universidad Nacional de La Matanza, el pasado 26 de septiembre la Fundación Metropolitana realizó el IV taller de incidencia en políticas públicas metropolitanas. En esta ocasión, el encuentro fue “Por una Metrópolis Buenos Aires saludable”, y culminó el ciclo Camino al Foro 2012, siendo el último de cuatro encuentros, previos al Foro Metropolitano que tendrá lugar los días 19 y 20 de noviembre próximos en la Universidad Nacional de General San Martín.
El taller tuvo como presentador a Mario Rovere, decano del Departamento de Ciencias dela Salud de la UNLaM (la primera facultad de medicina de una universidad del área metropolitana). Junto a él estuvieron Mónica Macha, secretaria de Relaciones con la Comunidad y Abordajes Integrales del municipio de Morón; Martín Etcheverry, secretario coordinador de Políticas Socio Sanitarias del municipio de Moreno; Inés Pertino, subsecretaria de Política Sanitaria del municipio de Tigre; y Francisco Grosso, secretario de Salud Pública del municipio de La Matanza. La consigna para cada uno de los funcionarios fue que comentaran la experiencia del municipio en atención de salud primaria y expusieran los requerimientos en coordinación regional.
Rovere, encargado de abrir el taller, durante su presentación remarcó que, “hay más inequidad social en la región metropolitana que entre las provincias. O sea que la brecha es menor a nivel nacional que a nivel de los municipios del AMBA. Es algo que atraviesa a todos los cordones, incluyendo a La Matanza, que es el caso extremo, porque por su extensión abarca los tres anillos. Es un área compleja, donde nadie tiene la solución por sí y todos tenemos algo para decir. Sólo de esa forma podremos armar algo colectivo”.
La experiencia de Morón
Mónica Macha fue la primera en contar su experiencia municipal. “Morón se descentralizó a partir de 2003 en unidades de gestión comunitaria. Hay una fuerte vinculación territorial, porque los responsables son de cada zona específica, así que conocen detalladamente su problemática. Los equipos territoriales se han abocado a la atención primaria, y se trabaja con la ayuda de universidades como las de Lanús, General Sarmiento y La Plata”.
Según Macha, “pensamos el estado como una lucha entre modelos en pugna, cuestiones que generan tensiones, porque cuando desde el gobierno se interpela a determinados intereses, eso implica conflictos. Los equipos territoriales han trabajado en temas como la violencia de género, el consumo de drogas, la cuestión habitacional. Y la asistencia primaria también forma parte de esta experiencia. Trabajamos en la línea de los abordajes integrales. La salud colectiva se vincula a la articulación con el desarrollo social y con la diversidad cultural. Y ahí se ven los sectores en pugna”.
En la actualidad, Morón cuenta con tres centros de atención primaria, un hospital, equipos de asistencia a domicilio y espacios de emergencia. Un punto clave, para la funcionaria, ha sido la baja en la mortalidad materno-infantil. “Nos permitió avanzar con una serie de acciones, junto a otros organismos, y mantenerlas en el tiempo. Por ejemplo, tenemos la consejería pre y post-aborto, con la cual damos información a las mujeres de Morón que están por definir una situación de aborto, siempre con la idea de generar estrategias para salvar vidas, ese es el deber de los trabajadores del área”.
Macha destacó además la existencia de programas para diabéticos, de prevención de cáncer mamario, de acceso a medicamentos. “Son programas que tienen cada uno un mecanismo de intervención, y el municipio trata de dejar su impronta. Es algo difícil de lograr, porque entramos en la discusión sobre financiamiento, donde juegan la Nación y la Provincia. Otro punto que hay que considerar es la coparticipación. Lo que más ingresos genera por coparticipación son las internaciones y las prestaciones por el uso de mayor tecnología y la cantidad de camas. Hay que revisarlo, porque atenta con la manera de trabajar la atención primaria”.
También apuntó al multiempleo en el área sanitaria. “En el sector sanitario la mayoría tiene más de un trabajo; muchos trabajan para el estado nacional, para la Provincia y la municipalidad. Eso es una problemática compleja que tiene que ver con cómo se forman en términos estratégicos”.
Moreno da testimonio
Siguió en el uso de la palabra Martín Etcheverry, de Moreno. “Tenemos la misma superficie de la Capital Federal y nuestro presupuesto total es de 500 millones de pesos. La Capital supera con holgura esa cifra sólo en Salud”. En materia de salud, el municipio que tiene casi medio millón de habitantes, y extensas zonas rurales, cambió el eje de trabajo. “Modificamos la estructura del área de Desarrollo, que involucraba Salud y creamos una secretaría dedicada al tema exclusivamente”.
El funcionario explicó que, “Queremos priorizar la política de medicamentos. Tenemos un solo hospital, con 190 camas y más 40 centros de salud. El acceso a los
medicamentos se da en el nivel primario de la atención, que es más accesible que antes, aunque continúa siendo dificultoso en remedios específicos y en tratamientos largos”.
En Moreno detectaron dos áreas en las que trabajar en materia sanitaria: obesidad y violencia familiar. “En obesidad armamos un equipo chico con nutricionistas y psicólogos, y quedamos desbordados, con más de mil pacientes. Muchos optan por nuestra oferta, que es gratuita, pudiendo pagar en el sistema privado. Ahora también nos abocamos a salud mental”.
Moreno se divide en 8 zonas sanitarias y cada una tiene su correlato con los 40 centros de salud. “La población se atiende donde puede y quiere, pero los centros deben articular en su área programática, hay un dispositivo de participación comunitaria”, aclaró Etcheverry. “Hemos priorizado la población joven, así como los planes de vacunación”.
Al momento de hablar sobre uno de los puntos sensibles de la salud, el de la coparticipación, el funcionario detalló que: “En 2005-2006 recibimos 3,3 millones, teniendo 400 mil habitantes. Son 8 pesos por personas. Pensemos que la media nacional es de 34, y la provincial es de 39. Municipios aledaños han recibido cifras mayores. Malvinas Argentinas percibe 70, San Miguel recibe 46 teniendo un hospital, José C. Paz tiene 17”. También contó que parte de los fondos recaudados por la producción de soja, financia políticas sanitarias del municipio. “Hay acciones de asistencia primaria que van más allá de lo asistencial. Tomamos como política de trabajo la participación de la comunidad. Tenemos tres consejos que se votan en el concejo deliberante, con reglamento y elección de autoridades y participación masiva de la sociedad. Estos consejos generan políticas públicas, las mesas de gestión barrial llegan a 40 en todo el distrito”.
Moreno también trabaja con las universidades para capacitación e investigación, además de tener programas temáticos con Nación y Provincia. “La capacitación de los doctores es municipal, forma parte de nuestra gestión. Queremos que se capaciten y estén al servicio de la comunidad”. En cuanto a requerimientos de coordinación regional, Etcheverry puntualizó en dos temas, a su juicio no considerados y que permitirían mayores cambios: “Falta desarrollar el área metropolitana como espacio de trabajo, así como por caso existe ACUMAR para la Cuenca Matanza Riachuelo. La otra cuestión a considerar es el financiamiento. Tenemos una maternidad preparada para mil partos al año. Eso no cubre la demanda actual, que es de 8 mil por año”.
El caso de Tigre
“Cuando asumimos no había diagnóstico sistematizado en materia de prioridades, no había coordinación entre sectores y programas. Nadie pensaba en los resultados y los procesos. Había total desarticulación”. Así describió Inés Pertino el panorama sanitario de Tigre cuando le tocó hacerse cargo de la gestión. “Había distintos niveles de capacitación y distintos niveles de compromiso. No echamos a nadie, fuimos cambiando roles pero nadie se fue”.
Desde 2007, ha ido aumentando el presupuesto de Salud en Tigre. Hoy hay un hospital materno infantil, un oftalmológico, un odontológico, 18 centros de salud, servicio de emergencias, un centro de nutrición y un catamarán sanitario. Actualmente casi está terminado un hospital nuevo, con ayuda de la Nación.“Nosotros apuntamos a cubrir 10 mil partos al año, hoy estamos en 7 mil. Además armamos una comisaría de mujeres, focalizando en la violencia de género”. El municipio focalizó en la atención primaria y la asistencia a grupos vulnerables.
“Mucha gente quiere colaborar, sobre todo ONGs. Es un modelo de trabajo interesante. También trabajamos con clubes de barrio, sociedades de fomento, con la comunidad”. ¿Cuáles fueron las estrategias? “Había que cambiar el modelo de recurso humano. En salud trabajamos con médicos generalistas, gente con perfil centrado en lo comunitario. Por eso hay muchos médicos que quieren trabajar en Tigre y algunos municipios vecinos se quejan porque les sacamos doctores”.
Pertino contó que, “el sistema informático nos ayuda a tener un registro de 300 mil personas. Aquel que pasa por el sistema, queda registrado. Apuntamos a un registro único”. La funcionaria habló sobre la descentralización. “Hace a la relación del municipio con los ciudadanos, promoviendo la participación. Tenemos unidades personales descentralizadas de gestión por área programática. No están del todo definidas, se comenzó por Salud”. La idea es que haya una tarjeta única para que todo funcione por una sola ventanilla. “Tigre tiene los centros de atención familiar y de salud. Cuando comenzó la gestión, el agente era un puntero, era alguien que venía de la política. Eso cambió, tenemos agentes sociales y hay elementos como las delegaciones municipales, en las que se integraron concejales y promotores culturales, actuando desde el municipio en el territorio”.
Las unidades de gestión interactúan con los vecinos. “Un tema que se trabaja es educación sexual, que no ha estado incorporado en forma integral como queríamos, si bien en las escuelas nos movemos con las directoras y las inspectoras”.
En relación a los requerimientos de coordinación, Pertino cerró diciendo que, “se habla mucho de financiamiento, pero no del destino de esos fondos. Si se prioriza en atención primaria hay que ver las realidades de cada distrito. En mi opinión habría que financiar contra programas, con resultados concretos. Caso contrario, hay mucha inequidad”.
La realidad de La Matanza
Francisco Grosso habló sobre el municipio más grande, no sólo del área metropolitana, sino también del país. “Tiene 325 kilómetros cuadrados y más de un millón y medio de habitantes. Y tiene varias realidades. No es lo mismo el centro de Ramos Mejía que la salita del kilómetro 47,5 en el límite con Cañuelas, zona predominantemente rural. Más la zona intermedia. Son tres realidades, por eso se habla de La Matanza como una región”.
Explicó que, “la gestión municipal la separamos en tres regiones de salud. La 3 junto a la General Paz, con 800 mil habitantes; la 2 en la zona del camino de cintura, en el centro, con 650 mil personas; y la 1 que abarca la zona rural, de 400 mil habitantes. En total hay 1,7 habitantes por censo, pero por densidad pasamos los 2 millones. Hay un hospital en cada región, salvo la 3 que tiene un hospital especializado en San Justo”.
Grosso contó sobre la incidencia de la Universidad. “Ahora se enseña Medicina allí. El 80% de los alumnos vive en La Matanza, son de familias medias y medias bajas,
hijos de obreros. Y son la primera generación con estudios universitarios en sus familias. Una vez que se reciban hay que tratar que se incorporen a trabajaren el territorio, que se queden en el distrito”.
En estos momentos, hay cuatro hospitales municipales y dos provinciales, más ocho centros de salud, “que hacen de nexo entre el hospital y la unidad sanitaria. Tienen guardia permanente, lo que es muy difícil de mantener”.
Para Grosso resulta importante que haya una ley federal de Salud. “Es necesaria, así como en su momento se sancionó una ley federal de Educación. Nos tenemos que manejar con ordenanzas municipales”.
En su descripción, Grosso introdujo la cuestión veterinaria como una de las aristas relacionadas con la salud. “Tenemos que controlar la reproducción animal. Si en promedio existe un perro por cada cuatro personas, en La Matanza hay medio millón de caninos. Y de ese medio millón la mitad son hembras. Imaginen lo que tardan en reproducirse. Por eso hacemos hincapié en eso e incluso tenemos un sistema de control domiciliario”.
En materia materno-infantil, “hay 30 mil nacimientos al año, y hay servicio de neonatología. Ideamos una red por la cual las embarazadas se atienden en su sector sanitario correspondiente. Hay un faltante de camas en la Provincia, por eso rige un convenio con clínicas y sanatorios. La idea no es competir con privados, sino generar complementariedad.
Finalmente, destacó que, “visitamos escuelas con el móvil. Se arrancó hace cuatro años con los chicos de primer grado y garantizamos la libreta sanitaria. Ahora estamos con los chicos de sexto. En el último año vacunamos a más de 100 mil personas contra la gripe H1N1 y la cobertura es del 67%. Además se avanzó mucho con la red cloacal, lo cual ayuda a bajar la incidencia de enfermedades hídricas”.
El debate, el intercambio, las preguntas
Las consultas del público asistente giraron sobre las estrategias a diseñar en el ámbito de la región metropolitana, la articulación entre municipios vecinos y la forma de mejorar la calidad del servicio.
Para Etcheverry sigue siendo una cuestión central la coparticipación al momento de hablar de integración. “Es un tema legislativo, y en la Provincia la mayoría de los legisladores son del interior, distritos más grandes, menos poblados, pero que por su extensión se ven más beneficiados. Los secretarios de salud nos venimos reuniendo, vinculándonos y contando nuestras experiencias. Hay muchas cosas para cambiar, institucionalizar vínculos, todos nos conocemos en el sistema de salud provincial”.
Pertino consideró el aspecto de la gestión sanitaria. “No hay financiamiento. Quien tiene poder de financiamiento no tiene poder de decisión, y viceversa. Falta decisión política. En materia presupuestaria es necesario aumentar las partidas, pero considerando qué es lo que se quiere financiar. Pensaría en buscar y generar consensos y acuerdos, así como en tener cuadros técnicos y generar esquemas participativos en el municipio. También vería la manera de trabajar con la Ciudad de Buenos Aires”.
Grosso volvió a insistir con una ley de Salud. “Sin ella estamos atrasados. Las provincias usan el 7% de sus presupuestos en salud. La Matanza insume el 30 %. Es un enorme desfasaje. Una ley federal contemplaría a todos, y cada uno dejaría de pensar en lo suyo propio. La coparticipación es otra herramienta útil, igual que el registro único. Para mí es importante tener una metodología que integre a todos de una sola manera y que el ciudadano esté en el centro del esquema de salud”.
Macha estimó que la relación entre municipios “es más bien una cuestión a tratar en términos regionales. En esa mirada regional debemos trabajar coordinando con la Provincia. Cada municipio tiene su gobierno y sus concepciones. Desde Morón coordinamos con Moreno en la construcción de miradas y articulamos con La Matanza en lo inherente a los hospitales Posadas y Paroissien”. Agregó que, en la relación con la comunidad, “hay que considerar el tipo de relación que se quiere construir, el centro de atención primaria tiene que trabajar, no alcanza con que esté instalado”. Sobre pensar la región metropolitana, aseveró: “Hay una cuestión de jurisdicciones, la gente quiere que le resuelvan los problemas, y eso excede a las propias jurisdicciones. Por eso se tienen que armar estrategias”.
El cierre
Mario Rovere tuvo las palabras finales. “Un tercio de la población del país vive en el área metropolitana y ese es un desafío nacional sin precedentes. Es necesaria una visión sistémica del tema de la salud en la región metropolitana, generar dispositivos, moverse en el sentido de construir una ciudadanía igualitaria en el largo plazo. Hoy hay, según el Banco Mundial, un gasto de 740 dólares por habitante en salud. Es un record, solo comparable a los tiempos de la convertibilidad. Y sin embargo a mucha gente eso no le llega, está afuera y no lo siente como algo propio”.
También dijo que, “falta incorporar personal. Hay hospitales públicos que no pueden abrir servicios porque no tienen recursos humanos. Se construyen hospitales y se genera incertidumbre porque no se sabe si habrá personal. El hospital público no lo usa sólo aquel que no puede acceder al sistema privado. Pensemos que en La Matanza hay 450 mil personas sin cobertura. La diferencia con la Capital es de 60 mil personas; en Buenos Aires no tienen cobertura 390 mil. Y los hospitales porteños fueron hechos desde la Nación, la Ciudad los mantiene con lo que tributan directa o indirectamente lo que ingresan a Buenos Aires todos los días. No se puede hablar de equidad si se toma este dato. Equidad es compensar a quien está en una situación desfavorable”. Finalizando el cierre, Rovere afirmó que “En la mesa de discusión tiene que estar la Nación, por las cuestiones interjurisdiccionales del área metropolitana. Las universidades y las ONGs podrían tener un rol facilitador. Tenemos que comprender que hay que cambiar la situación actual, logrando equidad transversal, incorporando otras lógicas y complementariedades. No hay soluciones simples para problemas complejos, y la salud pública es un problema muy complejo”.
Por Juan Pablo Csipka.