ENTREVISTA. Darwin Sánchez es el primer delegado municipal del Municipio de Tigre en las Islas del Delta, cargo que ocupa desde su creación, en diciembre de 2007. Además de ser funcionario municipal, es isleño y vive en el arroyo Santa Rosa, la zona de mayor densidad poblacional y turística de la Isla. Si bien sus oficinas están instaladas en el Puerto Fluvial, permanentemente recorre las Islas receptando pedidos y reclamos de los pobladores. Sobre las complejidades de este interesantísimo territorio, conversó con el Informe Digital Metropolitano.
Informe Digital Metropolitano: ¿Cómo es vivir en las Islas del Delta de Tigre o en la Isla, como la llaman los tigrenses?
Darwin Sánchez: el territorio es maravilloso, es una bendición, pero como residencia tiene dificultades, todos los días hay que pelearle a las circunstancias adversas y disfrutar lo maravilloso que es. Hay una multiplicidad poblacional muy grande, además es un territorio que tiene la particularidad de crecer, todo el tiempo van creciendo islas nuevas. En un momento toda la población emigró, ahora se está repoblando con gente con otras características y conviven las dos situaciones. Hay pobladores de cuarta generación de isleños, que viven hace 40 años, y hay gente que está hace 10 años. Se suman los habitantes de fin de semana, una suerte de habitantes part time, pero que no dejan de pertenecer a la isla, y toda su vida pasa en este lugar. Y recientemente se sumaron nuevos habitantes de fin de semana, muchos de los cuales vienen con criterios más invasivos, tienen mayor poder económico y establecen sus propias reglas comprando terrenos en islas, pero creyendo que compraron las islas en sí. Cada uno establece sus propias reglas y considera que son universales. Hoy lo que está faltando es un marco regulatorio, armónico que logre la convivencia de gente tan distinta, y que evite la producción de desastres ambientales. Es una sociedad tan heterogénea, con niveles culturales y procedencias tan distintas, en la que es necesario construir de forma más ordenada y responsable, en todo sentido.
IDM: ¿Cómo desarrollan la agenda de trabajo de la delegación?
DS: Cuando llegamos pasamos varios meses con una tranquilidad muy grande, la gente no tenía ni siquiera un teléfono donde llamar, y ahora pasa lo contrario. Y vamos avanzando, planificando en la medida en que podemos, aparecen emergencias todo el tiempo, nos afecta mucho e cambio de las condiciones climáticas y somos un equipo muy pequeño para un territorio muy grande. Este año vamos a tener 53 muelles públicos nuevos, contra 25 existentes que son los que tenemos registrados. Además nos ocupamos de reparar los viejos y también de hacer puentes nuevos y reparar los viejos, para que la gente pueda desplazarse caminando. También nos estamos ocupando de instalar nuevas luminarias y de mantener las instaladas. Cada tanto salimos con una chata a recolectar troncos de los cursos de agua.
IDM: A partir de las grandes dimensiones del territorio ¿cómo hacen estar en contacto con los vecinos?
DS: En un momento trabajamos promoviendo reuniones con los vecinos para tomar contacto y conocer su realidad. A partir del 2008 abrimos un recurso de solicitudes de obras, donde se debía detallar la obra, sus características y el vecindario que afectara. Después presentamos la tarjeta de identidad isleña, hoy tenemos más de 4 mil tarjetas emitidas, con el objetivo de reforzar el orgullo de pertenencia. En el 2008 hicimos el primer festejo del día del isleño, el último año vinieron más de 3500 personas, es una fiesta que ha pasado a pertenecer a la gente.
IDM: ¿Cuál es la población estable de la Isla y la de fin de semana?
DS: el Censo de 2001 arrojó 5100 mil personas y desde entonces hubo un crecimiento enorme, sobre todo en los últimos años. Sin embargo, el de 2010 arrojó una cifra de 5300 o 5400, y creo que no puede ser. Hay un padrón electoral que está muy atrasado, y que sin embargo tiene 3800 votantes. De 3500 a 5000 habitantes en total, no cierra. Creo que andaremos en 10.000 habitantes permanentes.
IDM: ¿Y los fines de semana? ¿Tienen alguna estimación?
DS: cada zona es muy particular, hay algunas donde la gente va todo el año, otras son mas estacionales… calculo que por lo menos un 50% más de la población estable, no es poca cosa.
IDM: el gobierno de Tigre está trabajando un Plan de Manejo para la Primera Sección de las Islas. Desde principio de este año esta está trabajando fuerte el Honorable Concejo Deliberante para sancionar seis ordenanzas antes de fin de año, que contengan los aspectos más críticos de la parte insular del territorio, por ejemplo el transporte
DS: el transporte es crítico, es muy complejo, mas allá de todo lo que arguyen las actuales empresas naturalmente es su negocio, nada que no cierre en un negocio va a ser posible a menos que el Estado intervenga fuertemente. Una cosa es el buen ‘servicio de’ y por otro lado el ‘aumento de’. Los ríos tienen la misma anchura y se han
multiplicado las embarcaciones por el crecimiento de la población. Se da el mismo fenómeno que en las autopistas. Y esto provoca una depredación cada vez mayor de las costas, de las aguas. Y el perfil de desarrollo al que se apunta, que es más turístico, va a hacer que aumenten las embarcaciones particulares. Otra dimensión es lo que sucede con las grandes embarcaciones, el transporte público, que no es fácil pero más posible de regular. Hay empresas de turismo que son vividas como depredadores, los turistas llegan a la estación fluvial en un ómnibus, los suben a la lancha y los llevan a dar una vuelta. Estas embarcaciones pagan muy poco de impuestos, y rompen las costas. Hay otras empresas que son tradicionales, de toda la vida de Tigre, pero que deberían mejorar sus servicios, mejorar los recorridos, respetar más los horarios, porque afectan de manera muy importante a la población, los aísla. La conectividad es muy compleja, hay que tratar de buscar soluciones donde conviva el aumento de las frecuencias con la salud del ambiente.
IDM: ¿Es posible que avance la antropización de una manera compatible con el ambiente?
DS: Creo que sí, y hay que tener mucho cuidado con este punto. La experiencia que estamos teniendo en la Isla, desde que está la cautelar que impide la construcción hasta tanto esté el Plan de Manejo Ambiental, es que a veces cuando paramos la obra, nos damos vuelta, rompen el precinto que colocamos a la máquina y siguen construyendo. Esto está sucediendo bastante a menudo. Los habitantes lo viven como un estado de impunidad, y se reporta al Municipio, porque a este nivel ni la Provincia ni la Nación existen, a pesar de que tienen injerencia. La sensación es que están maltratando al Delta.
IDM: ¿Ejercen el poder de policía desde la Delegación?
DS: si, en la medida en que podemos, fuertemente marcados por la amplitud del territorio y por la capacidad de movilizarnos. También sucede que en algunos casos no tenemos una reglamentación diferente a la del continente, por ejemplo en el caso de la poda de árboles. Hay una ordenanza municipal que impide que el vecino pode, y en el caso de la Isla siempre corrió por cuenta de los habitantes. Ahora desde la Delegación estamos
haciendo una poda selectiva de acuerdo al riesgo que implique la permanencia del ejemplar, algunos son árboles centenarios. Algunos vecinos piden que el Municipio lo haga, pero es una situación confusa. Esperamos que el Plan de Manejo Ambiental ayude a ordenar todos estos temas.
IDM: ¿El Plan de Manejo es el desafío más importante de la Isla?
DS: Mis expectativas están puestas en el Plan de Manejo porque creo que hay que ordenar este territorio tan particular, teniendo a su vez en cuenta todas las características de una población tan heterogénea. Hay muchos intereses sobre las tierras, usurpaciones en pequeña y en gran escala, y hay una importante especulación. El Delta tiene que tener una claridad regulatoria muy precisa, para evitar esa especulación a cualquier escala y los desastres naturales, es un ecosistema maravilloso y a la vez muy frágil. Es una tarea difícil la de sentar un marco regulatorio que respete el ambiente y que rija la vida de una comunidad organizada, es complejo en un territorio tan grande, tan difícil de controlar y tan abandonado de otros objetivos que no sean la especulación propiamente dicha.
IDM: ¿Hay otros pendientes?
DS: un tema que sufrimos todos los días son los servicios energéticos, la electricidad, porque está concebida para la Isla de la misma manera que para el continente. Hay cosas que nunca cierran en la Isla por la inversión que hay que hacer, a las empresas no les resulta rentable llegar hasta cada uno de los rincones de este territorio. Es interesante pensar en trabajar seriamente sobre energías alternativas. Y algo similar sucede con el agua potable, este año volví a reunirme con la gente de SPAR, habíamos estado antes en contacto, estuvieron viendo opciones y presentaron un criterio que me parece adecuado, la multiplicidad de pequeñas plantas, con un plan que incluye una en cada escuela, no dentro sino fuera, una planta potabilizadora de agua que generara a su vez un agua envasada que tanto la comunidad que rodea a la escuela como los alumnos pudiese usar. Creo que es un buen criterio también para los muelles, concebir los muelles públicos como centro de servicios. Y otro aspecto es el de la recolección de residuos, que podamos concebir ese servicio como un plan de gestión que involucren responsabilidades compartidas entre el Estado y el vecino. Es muy reciente el sistema de recolección e inédito, antes no existía.
IDM: ¿Desde cuándo funciona el servicio de recolección de residuos?
DS: desde hace tres años y medio, es una experiencia muy interesante porque ya hay un recorrido de gestión de este tiempo en una situación inédita. Lo que está ausente en general, y creo que funcionaría muy bien en la Isla, con este tipo de población, es la totalidad de la gestión. Con lo primero que tropezaron los recolectores fue que, sobre el estimado que habían hecho, se produjo un aumento del 200%, porque toda la gente de fin de semana que antes enterraba, quemaba o traía la basura al continente, comenzó a dejarla en la Isla. Y muchas veces lo hace en días, horarios y lugares inadecuados, y casi siempre va a parar al agua. Por eso creo en la corresponsabilidad, es un contrato que tiene que firmar la gente, mas allá de estar contemplada la reducción de volúmenes, que es muy posible en la Isla. Esta responsabilidad mutua es importantísima.
IDM: ¿Cómo funcionan las tasas en la Isla?
DS: antes no existían tasas municipales en la Isla y si bien este año hubo aumento, la gente que vive y tiene una sola propiedad puede acogerse a la exención de pago. A veces escuchamos quejas, en relación a que la Isla da mucho y no recibe nada. Coincido en que algunas empresas turísticas son depredadoras y no aportan lo que deberían aportar para ver de qué manera se benefician los habitantes. Pero hoy la Isla tiene un sistema recolección de residuos, se mantienen las luminarias, se instalan y mantienen puentes y muelles públicos y un servicio de salud totalmente municipal, que es muy complejo porque tiene dos caras. Una, son los dos centros de salud y el catamarán sanitario, junto con las salitas, que sirven para trabajar en la salud preventiva. Y otra cosa son las emergencias, que pueden ser críticas, mucho más que en el continente porque el territorio es más grande y más difícil. La presencia del municipio en la Isla en esta última época es importantísima.
Entrevista: Anna Del Piero