El Foro permanente de Movilidad y Logística, realizado junto a FADEEAC, cerró su primer eje de trabajo sobre “Articulación Público – Privada para circulación de cargas”. Además, se terminó la instancia virtual del Foro “Enfoque metropolitano para el manejo de los residuos especiales de generación universal” del cual en breve se realizará el documento síntesis de recomendaciones. Por último, está transcurriendo en la plataforma el Foro “La gestión local y los objetivos de desarrollo sostenible”.
Articulación Público – Privada para circulación de cargas
En un evento presencial, el pasado 10 de agosto se realizó el cierre del Foro de Movilidad y Logística que se desarrolló en la Plataforma BAM2.1 organizado por FADEEAC y la Fundación Metropolitana. Compartieron exposiciones la directora nacional de tránsito y transporte de GCBA y un especialista en transporte del Banco Mundial.
La Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) y la Fundación Metropolitana organizaron un encuentro de intercambio y lectura de las conclusiones a las que se llegó en el marco del Foro permanente de Movilidad y Logística “Articulación Público – Privada para la Circulación de Cargas”, que funcionó en la Plataforma virtual BAM 2.1 durante mayo y junio, y en el cual participaron más de 100 personas. El evento presencial se realizó en la sede de FADEEAC ante un centenar de personas pertenecientes al ámbito público, privado, académico y del tercer sector, interesados en generar propuestas y lograr soluciones para mejorar el desarrollo de la actividad logística en los grandes centros urbanos.
Juan Aguilar, secretario del departamento de relaciones institucionales y prensa de FADEEAC y coordinador del Foro Virtual, fue el encargado de dar la bienvenida y agradecer a todos los presentes su compromiso por la propuesta: “La verdad es que estamos sorprendidos de la magnitud y alcance que ha tenido, para nosotros es muy gratificante que un sector tan representante de la economía, como lo es el transporte, pueda interactuar de esta manera y generar ideas que son importantes.” Alentó a que se continúen generando más temáticas para el Foro, con el objetivo no sólo de promover el desarrollo de la actividad logística en las ciudades, sino también mejorar la convivencia y calidad de vida de quienes viven allí. “Este proyecto no tiene techo, el techo se lo ponemos nosotros mismos generando nuevas propuestas que puedan llegar a convertirse en políticas públicas”, aseguró.
Luego fue el turno de Gastón Urquiza, Director Ejecutivo de la Fundación, quien agradeció el apoyo y trabajo en conjunto con FADEEAC y explicó en detalle de qué se trata la plataforma virtual BAM2.1. A su vez, destacó la actividad del día: “Este encuentro presencial también lo pensamos como un taller, para que cada uno de ustedes pueda hacer comentarios que aporten, junto a las disertaciones que van a agregar contenido, porque todo va a servirnos para terminar de redactar un documento que incida en políticas públicas”.
Rubén Guillén, especialista en transporte y asesor técnico de la Fundación Metropolitana, quien además fue el moderador del Foro virtual, habló sobre las principales conclusiones producto de las interacciones en la plataforma, y aclaró que lo realizado es un primer paso en torno a la problemática en cuestión: “La carga y la logística es la actividad que liga absolutamente todo el resto de las actividades, por lo que tiene una correlación directa con el modelo productivo” y resaltó que el abanico de problemáticas que están asociadas a ella es infinito, por eso con FADEEAC se pensó en trabajar con un Foro permanente “donde se van a ir abordando problemáticas circunscriptas pero siempre desde la perspectiva general”. Además explicó que en esta oportunidad se debatieron dos ejes: el que tiene que ver con la problemática de la red vial y la cuestión relacionada a la participación público-privada que debe haber para lograr soluciones a las problemáticas.
Las conclusiones se relacionaron con la necesidad de adoptar criterios uniformes para habilitar industrias y comercios con espacios de carga y descarga; la utilización de nuevas tecnologías para lograr una logística eficiente; que existan incentivos para la coordinación entre los actores públicos y privados; que el Estado Nacional regule y homogeneice la actividad de todos los actores involucrados; que se ordene el uso de la red vial para que camiones y automóviles no se interfieran; y que mejore la fiscalización, lo que además es una manera de normalizar la competitividad.
Más tarde, se dio lugar al primero de los disertantes invitados, Santiago Arias, especialista en transporte del Banco Mundial, quien compartió el documento “Mejores Ciudades” que realizó el organismo: “El estudio refuerza con datos un trabajo que la Fundación y FADEEAC ya están haciendo en la coordinación metropolitana para mejorar la productividad de las ciudades”. Aseguró que Latinoamérica está estancada en comparación a otras regiones del mundo en lo que refiere al desarrollo de las redes de conexión vial, y que eso afecta a la productividad. Y agregó: “Es muy difícil generar espacios de coordinación en políticas públicas, por eso la representatividad de actores en este foro de movilidad y logística es muy valiosa”.
La segunda disertante fue Eva Jokanovich, directora general de tránsito y transporte de GCBA, quien aseguró que “no puede haber desarrollo social y económico sin movilidad y logística sustentable y productiva”. Contó lo que la ciudad está haciendo para mejorar la logística y movilidad urbana. Habló de los 1.200 “cajones azules” que ya están dispuestos en las áreas con mayor actividad comercial para facilitar la carga y descarga de mercadería, y de los 400 que tienen proyectados para este año. Al respecto admitió que hace falta mayor fiscalización de ellos y un trabajo de comunicación para que se conozca su operatividad, pero que ya se está trabajando para lograr la georreferenciación de esos sectores con el objetivo de que el transportista y los vecinos lo conozcan. También comentó sobre el proyecto que están impulsando de corredores viales y garages con espacios de carga y descarga de mercadería. “Sabemos que las problemáticas no se resuelven de un día para el otro, que tenemos que tener un plan estratégico de logística urbana que nos involucre a todos (…) y para eso este espacio es vital”, destacó.
Por último, se abrió el micrófono para que el público haga consultas y propuestas, las cuales fueron respondidas por cada uno de los presentes en el panel. Se generó un intercambio muy interesante que se volcará en el documento que se redacte y el cual motiva la generación de nuevos Foros para debatir y resolver las problemáticas actuales en cuestión de movilidad y logística urbana.
Enfoque metropolitano para el manejo de los residuos especiales de generación universal
El 6 de septiembre en el Auditorio del Centro de Información y Formación Ambiental (CIFA), se desarrolló un encuentro en el marco del Foro “Enfoque metropolitano para el manejo de los residuos especiales de generación universal” para debatir sobre el manejo de residuos especiales en el Área Metropolitana de Buenos Aires.
La Fundación Metropolitana organizó un evento, con el acompañamiento del Ministerio de Desarrollo y Ambiente de la Nación, el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), y la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (APRA), con el objetivo de unificar criterios en la región en torno al manejo de los residuos especiales.
El evento se desarrolló en el Auditorio del Centro de Información y Formación Ambiental (CIFA). Allí se debatió sobre el manejo de residuos especiales en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Esta discusión se viene llevando adelante en el Foro virtual “Enfoque metropolitano para el manejo de los residuos especiales de generación universal” de la Plataforma BAM 2.1.
Participaron actores del ámbito decisional técnico, legislativo, sector privado, académico y ONG. Gastón Urquiza, Director ejecutivo de la Fundación Metropolitana, destacó la posibilidad de reunir sectores diversos para participar en la discusión de problemáticas complejas como la de los residuos: “Tomamos el compromiso de impulsar instancias de participación con el objetivo de incidir en políticas públicas. Contar con la presencia de personas de la administración de la provincia, la capital y la nación, da cuenta de que estamos en el camino correcto”.
Disertaron en el evento Luz Ledesma Clavell, Gerente de planificación del manejo de los residuos domiciliarios del APRA, Magalí Cutina, Coordinadora de Residuos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable y Armando Alonso de la Cooperativa Reciclando Trabajo y Dignidad.
Pablo Mesa, director del Centro de Economía Circular y tutor del Foro, dio inicio al evento con la presentación de las recomendaciones de los participantes que surgieron en la instancia virtual del Foro. Mesa explicó la existencia de una asincronía en el manejo y la gestión de los REGU entre la CABA y la PBA: “Es importante tener conceptos y definiciones concretas sobre el qué, cómo, cuándo y dónde en torno al manejo de residuos especiales”. Además, como ejes de pensamiento planteó: “La necesidad de articulación entre distritos (acuerdos interjurisdiccionales), la necesidad de promover una ley de presupuestos mínimos, y la necesidad de pensar una política que vincule a todos los actores”.
Desde el sector de cooperativas, Alonso celebró: “Poder participar y plantear nuestra experiencia sin duda sirve a enriquecer la discusión, ser reconocidos como un actor válido y mostrar cómo una cooperativa puede reciclar y producir es muy importante”.
En torno a la economía circular, Cutina concluyó: “Hay una realidad y es que tenemos que cambiar el sistema de producción, pasar a una economía más virtuosa que nos comprometa a todos, desde consumidores a productores. Este es un desafío enorme que puede pensarse como una oportunidad a partir de la gestión de los residuos y en particular de los REGU”. Y en vistas al futuro expresó: “Creo que tenemos condiciones legales, jurisdiccionales y políticas para llevar adelante una gestión coordinada de los residuos en el AMBA”.
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, el OPDS y al APRA, organismos que trabajan por el ambiente en los gobiernos de Nación, PBA y CABA, convocaron a participar del Foro donde se debatió a partir del siguiente disparador: ¿Cuáles son los dispositivos que permitirán saldar las actuales asincronías para el manejo y la gestión de los residuos especiales de generación universal tanto en la PBA como en la CABA?
Participaron más de 100 foristas de todos los sectores que tienen intereses en la problemática.
Fundamento del Foro para el documento de encuadre
Dentro del universo de residuos sólidos urbanos se encuentra una corriente llamada “residuos especiales de generación universal”, de aquí en adelante REGU, que son aquellos residuos cuya generación deviene del consumo masivo y que por las consecuencias ambientales que pudieran generarse de su inadecuado manejo, requieren una gestión particular y diferenciada. No por ello hay que dejar de resaltar que estos residuos contienen materiales valiosos, que pueden y deben ser recuperados.
A nivel nacional, la única normativa que regula a los REGU es la Resolución 522/2016 del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, la cual define a estos residuos y establece algunos lineamientos para futuros programas.
Desde esta perspectiva se evidencia que para el manejo y tratamiento de los REGU existe en la actualidad una asincronía conceptual y legal entre CABA y PBA. Para la Provincia de Buenos Aires los REGU se encuentran incluidos dentro de sus normas como residuos peligrosos, con la característica que en PBA los residuos peligrosos se denominan “especiales”. Por otro lado, para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires los REGU se encuentran incluidos dentro de la normativa de residuos sólidos urbanos, denominándose “RSU sujeto a manejo especial”. Cabe destacar que la normativa Nacional de los REGU, Resolución 522, resulta insuficiente para dar cuenta de la complejidad que se evidencia en el territorio.
Dicho “estado del arte” limita la posibilidad de implementar planes y programas específicos y eficientes orientados a la selección, acopio, transporte, valorización y tratamiento de los residuos denominados REGU en ambas jurisdicciones. En el caso de CABA, al complejizarse y encarecerse su ingreso a la Provincia de Buenos Aires, para un adecuado manejo. En el caso de PBA, al categorizarse desde la generación como “peligroso” (especial según norma bonaerense), también se dificulta la gestión al tener cada usuario que registrarse como “generador de residuos especiales”.
Por tal motivo, los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos en desuso, pilas y baterías, cartuchos, medicamentos vencidos, deben ser llevados a las provincias de Córdoba o Santa Fe, saltándose así el principio de proximidad, incrementando directa e indirectamente los costos y aumentando el impacto ambiental del transporte y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que esto genera.
Para potenciar un círculo virtuoso en el continuo urbano del Área Metropolitana de Buenos Aires se requiere una adecuada articulación que permita una mayor fluidez de los flujos de materiales a nivel interjurisdiccional, que incremente y potencie el reciclado de materiales, que utilice integralmente la capacidad industrial instalada y motorice la generación de empleo industrial, contribuyendo a disminuir la emisión de GEI.
En este esquema, los residuos pasan a convertirse en materia prima de un nuevo circuito de producción, donde se busca mantener la utilidad de los productos, componentes y materiales, conservando su valor.
La Economía Circular propone un nuevo paradigma que utiliza y optimiza los stocks y los flujos de materiales, energía y residuos con el objetivo de lograr la eficiencia del uso de los recursos. Los residuos adquieren una relevancia social: de desechos a descartar, enterrar o quemar pasan a ser materias primas para nuevos procesos productivos.
Llevar adelante una estrategia a nivel metropolitano que reconozca los sistemas ambientales, sociales y económicos más allá de las fronteras políticas, resulta vital para impulsar la prevención de los REGU como tales e ir en pos de una Economía Circular. Las asincronías mencionadas van en contra de la mirada regional.
Finalmente, mencionar que la tendencia internacional es tratar a estos residuos como residuos especiales de generación universal bajo el principio de la responsabilidad extendida del productor, a través del cual los productores tienen una responsabilidad (financiera, física, legal) en la gestión de los productos que ponen en el mercado en su etapa de post consumo.
La gestión local y los objetivos de desarrollo sostenible
El 4 de septiembre comenzó el Foro “La gestión local y los objetivos de desarrollo sostenible” moderado por Consuelo Bilbao. El debate que transcurre en la Plataforma se da en toro a dos ejes:
– ¿Cuál es la relevancia de incorporar y adaptar los ODS a los gobiernos locales?
– ¿Qué estrategias municipales pueden dar cuenta de la adaptación del ODS Nº 11 – Ciudades y comunidades sostenibles- a la dimensión local? ¿Cuáles podrían ser ejemplos de buenas prácticas para un “municipio sostenible”?
Fundamento del Foro para el documento de encuadre
En la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible realizada en Nueva York en Septiembre de 2015, los Estados Nacionales miembros de Naciones Unidas aprobaron el documento “Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”. Allí se enuncian 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), que deberán ser cumplidos de aquí al 2030. Los ODS contienen 169 metas que retoman las lecciones aprendidas con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), y proponen dar cuenta de los desafíos pendientes.
La iniciativa de Naciones Unidas insta a los países miembros a tener como norte los ODS para implementar estrategias de transformación que reorienten su desarrollo hacia un paradigma centrado en la sostenibilidad.
La Asamblea General de Naciones Unidas define al desarrollo sostenible como la satisfacción de las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. En ese sentido, el Desarrollo Sostenible articula virtuosamente tres variables: el crecimiento económico, la inclusión social y la sostenibilidad ambiental.
Los ODS son un llamado universal a la adopción de medidas para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad. Incluyen nuevas esferas como el cambio climático, la desigualdad económica, la innovación, el consumo sostenible, la paz y la justicia, entre otras prioridades. Los Objetivos están interrelacionados, con frecuencia la clave del éxito de uno involucra cuestiones vinculadas con otro.
Por su parte, a comienzos de 2016 y con la directriz del Gobierno Nacional, Argentina se comprometió con la implementación de la Agenda 2030 y la adaptación de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Tal como ocurrió con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales (CNCPS), es el organismo designado como responsable de coordinar las acciones para la efectiva implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Esto es, la adaptación y el seguimiento de los ODS al contexto nacional, así como arbitrar los medios para la selección de indicadores relevantes, pertinentes y factibles, a fin de orientar la gestión pública hacia la meta trascendental de lograr un país sin pobreza.
Para dar cumplimiento a tal fin, la Presidenta Honoraria del CNCPS, Dra. Carolina Stanley, determinó la realización de una primera priorización de las metas de ODS a ser propuestas al resto del Gabinete del Ejecutivo Nacional. Con este mandato, el CNCPS inició un trabajo interno de priorización de metas de acuerdo al compromiso de Gobierno “Pobreza Cero”, con el entendimiento que el objetivo aspiracional de eliminación de la pobreza es inherente a los ODS, además de ser transversal a las sucesivas gestiones de gobierno.
El proceso de trabajo desarrollado por el CNCPS se organizó en base a dos etapas: la primera centrada en un trabajo interno destinado al proceso de priorización, y la segunda de coordinación interinstitucional destinada a adaptación de las metas, la selección de indicadores y la elaboración de fichas técnicas.
El proceso de priorización de metas, fue realizado a partir del análisis de 8 objetivos[1] y 100 prioridades establecidas, oportunamente, por el Gobierno Nacional.
La localización o adaptación subnacional de las metas de ODS
El proceso de priorización y adaptación nacional encuentra su continuidad en las acciones a ser desarrolladas a nivel provincial.
El procedimiento para su incorporación se inicia con la firma un convenio de cooperación entre el CNCPS y la máxima autoridad provincial, con el objetivo de brindar asistencia técnica para la definición de:
– Metas intermedias y finales.
– Indicadores para el seguimiento de las metas ODS provinciales.
Para facilitar este proceso el CNCPS ha elaborado, a modo propositivo, una Guía Para el Proceso de Adaptación de los ODS.
El primer convenio firmado data de abril de 2016, registrándose a marzo de 2018, un total de 16 provincias adheridas a la propuesta, las cuales representan en términos poblacionales, la mitad de los habitantes del país.
Los ODS en los municipios
En cuanto al proceso de localización e implementación de la Agenda 2030 y ODS a nivel local, cada vez un número mayor de municipios se comprometen con la iniciativa, alineando sus agendas de gobierno a dichos objetivos.
Para esta instancia de gobierno, el CNCPS ha elaborado un instrumento específico de adaptación, denominado Manual para la adaptación local de los ODS, destinado a los equipos técnicos municipales para colaborar en la formulación del plan estratégico municipal.
En síntesis, los ODS representan una hoja de ruta destinada a promover una agenda global, desde un enfoque de derechos, que contemple el ámbito local como actor estratégico.
Por este motivo, resulta fundamental que la estrategia de los ODS llegue a los gobiernos locales a fin de contribuir en los procesos de planificación de mediano y largo plazo, impactando en la calidad de vida de las personas, particularmente de los sectores más desfavorecidos de la sociedad.
Por tanto, este proceso al cual denominamos localización o adaptación al nivel local de la Agenda 2030, requiere integrar los ODS a los ejes estratégicos de la política municipal; incorporando las tres dimensiones del desarrollo sostenible (social, económico y ambiental); a fin de determinar un núcleo prioritario de metas e indicadores que permitan el seguimiento y la reorientación de las acciones de gobierno en términos estratégicos.
El “ODS nº 11: Ciudades y comunidades sostenibles. Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, resilientes y sostenibles” es un eje central del proceso de adaptación de los ODS a la dimensión local. La vinculación del ODS nº 11 con las dimensiones urbanas de los restantes 16 objetivos, constituye una parte esencial del proceso.
Más allá de la importancia que adopta el ODS nº 11, todos los objetivos poseen cuestiones directamente relacionadas con las responsabilidades de los gobiernos locales.
Si bien, es responsabilidad de los gobiernos nacional y provincial el financiamiento de la infraestructura de acceso a servicios, hábitat y vivienda, así como lo referido al desarrollo urbano sostenible, el municipio resulta el ámbito con competencias para la planificación y gestión de estos recursos. Por ejemplo: la gestión de los residuos sólidos es una competencia municipal al igual que la gestión urbana de espacios verdes y espacios de uso público, caminos rurales y pavimento, así como la seguridad y la higiene urbana, entre muchas otras políticas, programas y acciones.
En síntesis, la importancia de los ODS radica en ser globales, pero su efectivo alcance dependerá de la capacidad de cada nivel gubernamental para hacerlos realidad en cada provincia, ciudad, pueblo, barrio, etc., y contribuir con el imperativo ético que guía la Agenda “No dejar a Nadie Atrás”.