Fue Secretario de Empleo del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación y se desempeñó también como Presidente de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires. Actualmente es el Director del Centro de Estudios Metropolitanos y en esta entrevista nos cuenta su visión sobre las políticas públicas del AMBA.
Informe Digital Metropolitano: ¿Cómo surge el Centro de Estudios Metropolitanos? ¿Cuáles son sus objetivos?
Matías Barroetaveña: El Centro de Estudios Metropolitanos es un consorcio de cooperación entre la Universidad Arturo Jauretche de Florencio Varela, la Universidad Nacional de Hurlingham y la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo. Es una idea que veníamos trabajando desde hace unos años. Llevamos, muchos años analizando desde diversos ámbitos las problemáticas de la Ciudad de Buenos Aires. Y justamente por haber estudiado la CABA tenemos plena conciencia de que todas las problemáticas vinculadas a la misma tienen su fuerte vinculación con la Región Metropolitana y que el abordaje para construir una ciudad sustentable y con mejor calidad de vida, tiene que ser metropolitano. Nos pareció que tener una institucionalidad académica en la zona Oeste, el Sur y en la Ciudad de Buenos Aires era una forma de hacerlo desde el territorio.
La temática metropolitana es muy amplia. Nosotros, por perfil y por equipo, hemos priorizado trabajar en algunas áreas. Una de ellas es la del trabajo y la innovación. En dicha área se incluyen todas las transformaciones que se producen en el mundo del trabajo y su repercusión en la planificación y el diseño de las ciudades; también el concepto de innovación pensado desde el punto de vista del trabajo, con la robotización, automatización, y la economía de plataforma como Uber, Rappi y Glovo. Pero además debemos tener en cuenta todos los trabajos que se ven amenazados o en transformación y cómo esas situaciones condicionan decisiones como el uso del suelo o las inversiones públicas.
IDM: Uno de sus principales objetivos es fortalecer la vinculación entre la esfera universitaria y la administración pública ¿Articulan trabajo con municipios u otros organismos de gobierno?
MB: Sí, nosotros sabemos que existen muchísimas instituciones como la Fundación Metropolitana, el Instituto del Conurbano y una enorme cantidad de organismos, institutos, centros y especialistas que vienen trabajando con estas temáticas desde hace muchísimos años. Entonces creemos que nuestro aporte puede ser el fortalecimiento del vínculo entre esa construcción teórica, de agenda o de especialistas, y la realidad cotidiana de la agenda política.
Esto tiene la complejidad de que las institucionalidades políticas responden a los límites jurisdiccionales. Por lo tanto, cada intendente, jefe de gobierno o la gobernación, tienen sus ámbitos geográficos que, a veces, dificultan la construcción de un abordaje en conjunto, salvo cuando se han generado los organismos necesarios como es el caso de ACUMAR o CEAMSE.
Hemos logrado articular con el gobierno de la Ciudad. Para el área responsable de analizar la cuestión metropolitana, hicimos investigaciones en villas de la CABA y del conurbano sobre cómo se piensa lo metropolitano y como se percibe la realidad de la gestión pública desde esos territorios. También estamos trabajando con la Secretaria de Hábitat de la Ciudad, haciendo relevamientos de uso del suelo. Además, trabajamos con municipios del conurbano en un índice, un Monitor de Clima Social, que ya lleva cinco mediciones a nivel regional. A su vez, hemos hecho también estudios específicos a pedido de algunos municipios por fuera de los 24.
Estamos en permanente contacto con muchos de los intendentes, pero también con concejales, representantes legislativos en las cámaras de la Provincia y legisladores de la Ciudad en cada una de las temáticas que se van planteando en la agenda. Por ejemplo, hoy con la presentación del nuevo código urbano en la Ciudad de Buenos Aires estamos trabajando para generar ámbitos de participación y que, esos procesos tengan la participación de quienes viven en la Ciudad, para que comprendan el impacto y puedan compartir propuestas, ideas o críticas.
IDM: Pensando en los dispositivos de gestión metropolitana ¿Cómo evaluas el trabajo de ACUMAR?
MB: Creo que hay un consenso importante en términos de identificar algunas falencias en el proceso encarado desde ACUMAR. Me parece que la Corte lo viene dejando más que claro y que todos los que vivimos en esta región sabemos que es una tarea imprescindible y que se encuentra pendiente desde hace muchísimos años. Más allá de que haya habido intentos y funcionarios muy valiosos que hayan ocupado posiciones en el ACUMAR, el saldo claramente es insuficiente.
IDM: Existe otra institucionalidad metropolitana que se formó en 2012 después del accidente de Once y no está muy activa: la Agencia de Transporte Metropolitano. ¿Cómo te parece que podría aportar esa institución?
MB: Soy politólogo y especialista en políticas públicas, descreo de la generación de institucionalidad simplemente por escribir una norma o un plan. Creo que todos tenemos la biblioteca llena de proyectos, de planes estratégicos, de diseños institucionales pero cuando esos no son acompañados de una fuerte decisión política y una construcción cotidiana de los acuerdos y consensos vemos que finalmente no se logran los objetivos necesarios.
En el caso del transporte, ha habido hace poco un avance con la creación del boleto multimodal, acompañado obviamente de un aumento de tarifas que no es tan bienvenido. Pero las decisiones que se están tomando en términos de integración, por ejemplo, con el tema del Metrobus y algunas decisiones que permiten la existencia de un mismo color político en diversas gestiones, parecería facilitar ese dialogo. Los tres millones de viajes diarios que se realizan entre el GBA y CABA se dan hoy en un proceso bastante caótico donde la integración entre los diferentes tipos de transporte necesita un mayor nivel de coordinación.
IDM: Desde la Fundación tenemos una mirada distinta a la del INDEC y a la de ustedes con respecto a lo que es el AMBA. Nosotros identificamos 40 municipios, considerando la definición de los 24 municipios como antigua teniendo en cuenta la expansión de la mancha urbana y la interacción de las personas que viven en esos municipios con la Metrópolis. ¿Por qué toman la definición de los 24? ¿Se la replantean?
MB: No nos limitamos a los 24 distritos. En algunos casos debemos hacer ese recorte por limitaciones metodológicas y de información. Al igual que la Fundación Metropolitana, consideramos que la región es más amplia. La RMBA es una metrópolis donde hay personas que recorren hasta 100 kilómetros por día para venir a trabajar. Es importante que esa dinámica hoy pueda ser observada.
Entonces creo que tenemos que poder construir una institucionalidad que pueda sentar a todos los actores. En este escenario los intendentes, los concejales y los poderes legislativos de cada uno de estos municipios resultan actores principales debido a que es imposible demandarles que tomen decisiones que a veces van en contra o pueden perjudicar alguna decisión puntual en un municipio, si no se les brinda también el sentido positivo o beneficio que tienen a la hora de tomar la decisión en conjunto.
Compartimos la idea de los 40 municipios y también compartimos la idea de que la Región Metropolitana tiene que pensarse en el marco de la Nación Argentina y la necesaria generación de otros focos de atracción poblacional y de desarrollo urbano de otras ciudades, que crezcan en el interior del país, para generar también un territorio más productivo.
IDM: ¿Qué opinas sobre el funcionamiento de los consorcios municipales y su formación? En 2016 surgió la Región Norte II …
MB: Nosotros creemos que cualquier acuerdo, cualquier instancia donde haya actores con decisión política que coordinen con otros es positiva. Creemos que es importante plantear una agenda a largo plazo donde cada una de estas institucionalidades pueda desarrollarse más allá de los colores políticos y que sean potenciadas con un gobierno nacional que no tome decisiones partidarias a la hora de generar políticas de largo plazo.
IDM: Hace poco firmaron un convenio con CGERA ¿con qué objetivo?
MB: Tenemos una mirada determinada sobre el mundo del trabajo y los cambios que se están dando. Entendemos que dentro de los actores sociales, el sector del trabajo y el del capital tienen que estar presentes en cualquier mirada sobre el desarrollo del territorio.
La CGERA representa sectores de la pequeña y mediana industria. Particularmente la Región Metropolitana es la región, según los datos que acaban de surgir del INDEC, donde el desempleo es mayor. Muchas de las industrias están vinculadas a sectores como el calzado, el textil, el mueble que están sufriendo muchísimo la caída de ingresos, y esto tiene un impacto laboral muy fuerte. El Gobierno Nacional expresa algunas ideas en términos de un modelo de país donde muchas de estas personas, estamos hablando de cientos de miles de personas que viven en el conurbano y están en estos sectores, deberían reconvertirse hacia sectores como el software y el turismo. Lo consideramos de difícil implementación.
Hoy 6 de cada 10 puestos que se generan son no registrados cuando hubo una etapa hace poco tiempo en la cual solo 1 de cada 10 puestos generados no era registrado. Además, estos puestos son en trabajos con menos derechos, temporarios y con menores ingresos. Esto está repercutiendo muy fuerte en la pequeña y mediana industria conformada también por trabajadores o pequeños empresarios que se multiplicaron en el último tiempo gracias al crecimiento del mercado interno. A partir de esta situación la idea con la CGERA es poder construir un índice que permita tener un termómetro de cómo ese proceso se va desarrollando, más allá de las propuestas que los sectores de la política puedan hacer para revertirlo.
IDM: Los datos que presentó el INDEC en términos de empleo se presentaron como datos positivos. ¿Vos cómo los ves?
MB: En la Región Metropolitana la desocupación está arriba de los 9 puntos, habiendo superado a Mar Del Plata y otras regiones que normalmente encabezaban. Nos tiene que preocupar. Pero además, desde el 2016 vemos, por un lado una pérdida en el poder adquisitivo de los asalariados a raíz del proceso inflacionario del 40% de 2016, sumado ahora a la nueva ley jubilatoria, donde hay entre diez y doce puntos que los trabajadores públicos, los trabajadores privados, los jubilados y aquellos que cobran una asignación por hijo o una pensión perdieron.
Además, dentro del empleo vemos una pérdida de más de 68 mil puestos de trabajo en la industria, perteneciendo muchos de esos trabajos a la Región Metropolitana y siendo éstos trabajos de calidad, que tenían que ver con agregar valor agregado, con una relación salarial registrada, con convenio colectivo. Lo que hay es un crecimiento del monotributismo.
El crecimiento de las importaciones también influye. Cuando la idea que esta región podría ser, como se proponía, quién llene las góndolas de los supermercados del mundo, hoy, vemos en nuestras góndolas de supermercados productos de todo el mundo, destruyendo así, puestos de trabajo argentinos.
IDM: Uno de los problemas principales en cuanto a desigualdad que identificamos desde la Fundación se da a partir de la falta de planeamiento desde el Estado para el uso del suelo. Esta situación genera desigualdad en términos de proliferación de barrios marginales y cerrados ¿Qué reflexión te merece esta situación?
MB: Estamos en el continente más desigual del mundo y en un país, como es la Argentina, profundamente desigual. La CABA tiene indicadores muy malos en las comunas del sur; la expectativa de vida allí es diez años menor que en el norte de la ciudad. Todos los indicadores sociales se multiplican por cuatro o por ocho hacia el norte, y la intervención pública del Estado potencia esta desigualdad, brindando en el sur peores servicios, sin doble escolaridad en las escuelas, con poca inversión en espacios públicos e infraestructura.
En la Región Metropolitana vemos también ésta desigualdad, con municipios en el norte, como Vicente López y San Isidro, que tienen cobertura casi del 100% en pavimentos y cloacas. Y por el otro lado, municipios como Moreno que han visto casi duplicar su población sin ninguna capacidad para poder dar respuestas en materia de construcción de ciudad. El monitor de clima social que nosotros brindamos, en el cual hacemos preguntas tales como si ha tenido dificultades para poder alimentar a su familia o si sufrió hambre, o preguntas relacionadas a expectativas laborales o económicas; nos muestra una enorme dispersión. En el sur y en el segundo cordón del oeste del conurbano, los números son realmente alarmantes.
IDM: Como metodología de trabajo para superar los problemas de gobernabilidad de la región nosotros proponemos como herramienta el planeamiento participativo ¿Qué te parece esta herramienta?
MB: Las problemáticas metropolitanas tienen actores, como los que participan de la COCAMBA, que llevan décadas insistiendo con determinadas miradas, que resultan obvias cuando uno escucha y participa de esos ámbitos, pero que lamentablemente la política no ha escuchado. Por lo tanto creo que ningún funcionario hoy puede llegar a intentar abordar estas problemáticas sin escuchar esas voces y sin dar un esquema participativo. Además la participación no debe ser sólo una instancia de consulta previa sino que debe ser una instancia de control, de medición de impacto, y la misma define un tipo de democracia.
Cuando uno está en el Estado siempre trabaja según un modelo de Estado, que interviene o no, que se hace cargo o no, y un modelo de democracia más o menos participativo y también determinados objetivos, que puede ser la generación de un mercado más competitivo o puede ser una sociedad más igualitaria. Pero ese modelo de democracia participativa es el que ha dado mejores resultados. Cuando uno ve experiencias municipales, las políticas que son legitimadas por la participación de la sociedad civil son las que se sostienen en el tiempo.
IDM: Uno de los últimos informes que publicaron es el de servicios públicos. ¿También ahí se ve una brecha entre lo que son los municipios del norte, respecto del sur y del oeste?
MB: Sí, allí evaluamos políticas que tienen diferentes responsables, porque evaluábamos el estado de las escuelas, los trenes, el transporte de colectivos, la policía y algunos servicios públicos. Ahí se veía una muy amplia dispersión en las respuestas, donde sí, los municipios del norte en general recibían mejores ponderaciones. Pero lo que más sorprendía es la enorme brecha, de más de 20 o 30 puntos de diferencia, en la opinión positiva o negativa sobre cada uno de estos servicios según dónde se vive en el conurbano.
Además, al interior de los municipios del conurbano se presentan grandes diferencias, se encuentran algunos barrios con una fuerte concentración de los recursos y, muchas veces, con mayor acceso a los bienes y servicios estatales y públicos, y por el otro lado, barrios que carecen de ese acceso.
IDM: Desde el CEM presentaron un informe del consenso fiscal de 2018 ¿Cuáles fueron las conclusiones del mismo?
MB: Nos parece una muy buena noticia que se haya avanzado en la resolución de la demanda de la Provincia de Buenos Aires en cuanto al fondo del conurbano. Lo que nos preocupa es que esos fondos que se generan tal y como está hoy la normativa, van a quedar en manos de la gobernación y solo un porcentaje menor será coparticipado, lo cual implica, según el cálculo que hicimos, menos de cien pesos por habitante en cada uno de estos municipios. La ley de coparticipación privilegia a los municipios del interior, y justamente estamos hablando de algo que se llamaba fondo del conurbano, y que por lo tanto en muy importante que la Provincia de Buenos Aires se siente con los intendentes del conurbano para establecer políticas compensatorias para que esos 40 mil millones de pesos, u 80 mil el año que viene, repercutan en la calidad de vida de los bonaerenses que tanto lo necesitan y para poder construir también institucionalidad.
IDM: En materia de residuos ahora aparece el tema de la incineración ¿Cuál es la mirada que tienen ustedes?
MB: Nosotros compartimos la mirada de la economía circular y nos parece que éste proceso transformador, de un nuevo paradigma, después de lo que fue el paradigma de la CEAMSE puesto en marcha en la última dictadura, es una discusión necesaria. Pero creemos que es muy importante que también en éste proceso se dé una fuerte participación y discusión. Hay que pensar lo ambiental, lo económico y lo social, hay que tener en cuenta a los miles recuperadores urbanos que pueden ver afectada su actividad.
También es importante que éste proceso se dé en un tiempo suficiente que permita avanzar en la separación en origen y en la recuperación, porque donde se ha puesto en marcha en otros lugares del mundo, se dio luego de un proceso de concientización y reciclado.
Creemos que la Argentina, la Ciudad de Buenos Aires y la Región Metropolitana tienen muchísimo para avanzar en materia de reciclaje y recuperación, más allá de que ésta decisión la vemos con expectativas porque era importante plantear la discusión y no seguir pateando la pelota para adelante.