Nueva Costa del Plata es un proyecto cuyo desarrollo comenzó en 2005, con estudios que se extendieron durante 3 años e incluyeron la participación de especialistas –entre otros la UNLP y la UTN- consultas, presentaciones y audiencias públicas con vecinos y ONG. Financiado por Techint y presentado formalmente en 2008 en los municipios de Avellaneda y Quilmes – el primero ya aprobó su desarrollo, el segundo aún no logra tratarlo en el HCD- el proyecto es rechazado por distintas asociaciones ambientalistas locales. Nueva Costa del Plata deja en evidencia otra vez la falta de capacidad del Estado para planificar el uso del suelo en un espacio como la metrópolis Buenos Aires, donde el territorio sin urbanizar es un bien escaso.
Nueva Costa del Plata es un mega emprendimiento que propone urbanizar la costa de Avellaneda y Quilmes. Y este es el único punto en el que coinciden detractores y defensores del proyecto. Quienes se oponen, cuestionan su impacto ambiental, el uso y la propiedad de las tierras, cedidas a Techint durante la última dictadura militar en el marco de la conformación de CEAMSE. Quienes lo impulsan y apoyan, sostienen que se trata de una obra superadora, con autentica concepción metropolitana, donde en base a lo existente se planifica un uso mixto de un área que, hasta el momento, se encontraba desaprovechada. Esta nota describe la naturaleza del proyecto y el debate suscitado, y es también el puntapié inicial de una serie de columnas firmadas donde la Fundación Metropolitana procurará que participen los principales actores, como una forma de propiciar un espacio de debate superador en relación al proyecto, cuyo desencuentro ya lleva más de tres años.
El proyecto
Nueva Costa del Plata comenzó en 2005, cuando la empresa Techint propietaria de los terrenos a través de SYUSA (la unidad de rellenos sanitarios de la empresa) comenzó a consultar diversos desarrolladores para realizar un emprendimiento urbano en la zona compuesta por alrededor de 230 hectáreas, mitad sobre la ribera de Avellaneda y otro tanto sobre la de Quilmes, desde la calle Espora de Bernal hasta el Arroyo Santo Domingo. En gran parte, estos terrenos fueron utilizados durante años como relleno sanitario de los residuos provenientes de la Ciudad de Buenos Aires y de otros municipios del GBA, en el marco del trabajo que realiza diariamente la CEAMSE.
Los directivos de la empresa, luego de una ronda de consultas, optaron por la opción presentada por Oficina Urbana, el estudio de los arquitectos Converti y De Marco. Según un artículo publicado en Wikiarquitectura con la colaboración de los mismos desarrolladores, el proyecto urbano ‘define una nueva zona, amplia, extensa y fundamental, que forma parte, a su vez, de una estrategia de planificación integral mayor, derivada de los lineamientos presentes y futuros de los Gobiernos de los Municipios de Avellaneda y Quilmes y de la Provincia de Buenos Aires para esa zona costera’. Y a continuación amplía ‘Creando un barrio abierto integrado al frente costero del Río de la Plata y al orden urbano formal de ambas ciudades, a través de múltiples actividades sociales: una universidad, escuelas, centros comerciales y culturales, de salud y áreas recreativas y deportivas, configurando el 75% del espacio como espacios públicos y el 25% para la consolidación edilicia. Es notable advertir que estos usos para el área en cuestión ya habían sido previstos por el Plan Regulador del Área Metropolitana de Buenos Aires, en 1959, quien planteaba este uso en este sector, definiendo a esta zona destinada a núcleos de tejidos diversos sobre la costa. En los textos correspondientes a la página 88 de los Lineamientos de la Estructura propuesta para el Área Metropolitana de 1959, se indica en el capítulo Equilibrio total: Sentido de la Expansión y del Ordenamiento. “Los conceptos de la organización del Plan Regulador Metropolitano en materia de lineamientos generales para lograr el equilibrio, la expansión y ordenamiento del área son: 1) Equilibrio del conjunto. Equilibrar el total del área de Buenos Aires – Gran Buenos Aires, desarrollando el sentido de crecimiento lineal hacia las áreas altas Sur y Sudeste, creando nuevas zonas de expansión en terrenos ganados al Río de La Plata, recuperando rellenos y levantamiento de áreas. Conservando y recuperando el elemento físico natural. Planificando la zona costera de terrenos bajos a sanear y otros a ganar al Río de La Plata para uso del gran esparcimiento a escala de toda el área y de la expansión de núcleos de vivienda.
Llama la atención que los arquitectos hayan fundamentado su propuesta en los planteos urbanísticos de la vieja Oficina del Plan Regulador de fines de los 50. Ha pasado mucho agua bajo los puentes desde entonces, y entre otros instrumentos, durante 2005 y 2007 la Provincia generó el documento “Lineamientos Estratégicos para la Región Metropolitana” con la conducción del entonces Subsecretario de Urbanismo y Vivienda de la Provincia, arq. Alfredo Garay; la propuesta no llegó a tener sanción normativa pero constituye una referencia importante.
Como se detalla en Wikiarquitectura, el proyecto plantea el desarrollo de una ciudad abierta, la inclusión de una zona urbana costera con equipamiento residencial, comunitario, educativo y comercial, y la promoción del acceso público a la costa del río. También la recuperación de 5 km de costa, la contribución a la disminución del déficit habitacional y la creación de 20.000 nuevos puestos de trabajo.
En relación al territorio plantea el desarrollo de un centro urbano que ocupará el 25% del total de la superficie, distribuido por sectores, y la disposición del 75 % restante para paseos públicos y parques que compartirán la flora y fauna de la selva marginal. Además incluye la recuperación de las cavas existentes en el lugar para transformarlas en espejos de agua. La urbanización, con edificios con alturas que oscilan entre los 5 y 40 pisos de acuerdo a su ubicación, incluye museos, centros culturales, centro de convenciones y negocios, una universidad para Avellaneda y una construcción similar para Quilmes. Como se calcula que podría ser habitado por 25 mil personas, los desarrolladores previeron la creación –junto con las empresas prestadoras de servicios- de la infraestructura necesaria para que sea independiente de la que reciben los centros urbanos de Avellaneda y Quilmes. Para acceder a la zona se prevé cuatro accesos directos, desde la autopista Buenos Aires – La Plata, trazados sobre las calles de ingreso ya existentes, marcadas a partir del uso de la misma zona. En relación a los rellenos, el proyecto prevé que se ubique la zona de esparcimiento, sin viviendas ni urbanizaciones, que estarían en la franja ubicada sobre la costa ribereña.
Con un tiempo total de desarrollo de 15 años, según fuentes periodísticas la inversión estimada para la infraestructura inicial, es de 200 millones de pesos, aunque en algunos medios se detalla que rondaría los 1700 millones de pesos, si se toma en cuenta el desarrollo edilicio previsto para la segunda etapa, donde Techint buscará interesar a otras empresas y/o grupos desarrolladores, con la obligación de que se ajusten al plan maestro desarrollado por Oficina Urbana. El desarrollo de la infraestructura inicial comprende el acondicionamiento del terreno, que incluye la elevación de la cota natural del terreno, que se haría aparentemente con barros extraídos del lecho del Río de la Plata. Por la magnitud del proyecto, y de acuerdo a la legislación vigente, el proyecto exige el estudio de impacto ambiental, los análisis hidráulico, geológico, costero, de tierra, agua y suelo, además de las autorizaciones municipales de los municipios respectivos para la aprobación de las obras y rezonificación del área (en HCD) que detalle los alcances de la construcción en Nueva Costa del Plata. Durante tres años, Oficina Urbana desarrolló los distintos estudios, en los que trabajaron diversos profesionales –y entre otros la UNLP y la UNT- a fin de realizar sendas presentaciones en los municipios.
Según información prevista por los desarrolladores, el equipo de profesionales estuvo compuesto por: Proyecto y dirección del Master Plan (Oficina Urbana | Converti/De Marco/arquitectos) Formulación del Proyecto en relación a la legislación urbana (Dr. Raúl Navas), Estudios de infraestructura (Tecnomak), Estudio y modelización de tránsito (Latino Consult), Infraestructura de servicios urbanos de base en la relación ciudad y ribera (Ezcurra-Schmidt), Desagües de cuencas externas y estudios de topografía general del área de proyecto (F&B Asociados), Modelización hidráulica del Río de la Plata y su relación con el área territorial del proyecto (Universidad de La Plata), Diseño de la defensa costera (Universidad de La Plata), Diseño de los desagües internos del área del proyecto (Universidad Tecnológica Nacional), Estudio de línea de base, impacto y Plan de Manejo Ambiental / Estudios del medio socioeconómico / Estudios geológicos y geomorfológicos del suelo / Estudios de caracterización de la dinámica del sistema superficial / Estudios de caracterización hidrogeológica / Estudios de las condiciones morfológicas y dinámicas del sector costero / Estudio del medio biótico / Estudio de la calidad de recursos: aire, agua y suelo / Valoración de impacto y Plan de Manejo Ambiental (Universidad Tecnológica Nacional).
En paralelo, se realizaron reuniones con los municipios y con dependencias de la provincia de Buenos Aires. Además se desarrollaron audiencias públicas y visitas reuniones promovidas por la empresa en el lugar del proyecto, con las ONG interesadas y la comunidad en general.
En septiembre de 2008, la documentación fue presentada simultáneamente en ambos municipios, y fue revisada, analizada y ajustada según sus requerimientos y luego tratado con las autoridades, funcionarios y técnicos provinciales.
En el año 2010, Oficina Urbana recibió en Londres uno de los tres premios al Mejor Proyecto de América otorgado por The International Property Awards, un concurso anual internacional de arquitectura y urbanismo en donde se presentan proyectos de todo el mundo en diversas categorías. Con el proyecto de Nueva Costa del Plata obtuvieron el puntaje mayor, ya que el jurado tomó en cuenta la calidad, magnitud, presentación y cumplimiento de los requerimientos planteados por el mismo concurso a nivel urbano y ambiental.
Las objeciones
Distintas organizaciones ambientalistas de Quilmes y Avellaneda se oponen a la concreción de Nueva Costa del Plata, entre otras Quilmes Unido, Bernal Unido, Asociación Plan Urbano Ambiental Quilmes, Foro en Defensa del Río de la Plata, Foro de Salud y Ambiente de Avellaneda, Vecinos de Villa Corina por un mundo mejor, CTA Quilmes y la Asociación Civil Ambiente Sur.
En gran parte, estas mismas organizaciones son las que se opusieron durante los 90 al proyecto Marinas del Sur –también impulsado por Techint- y que se manifestaron y trabajaron activamente para que cerraran el relleno sanitario de Villa Dominico, excedido en la cantidad de residuos volcados y con serias deficiencias en el tratamiento.
Las acciones de las organizaciones lograron una gran repercusión mediática, que sirvió para visibilizar el tema de los residuos sólidos urbanos, hasta entonces poco presente en la agenda pública.
Una vez cerrado el relleno, en 2002 el municipio de Quilmes declaró el área parque natural y reserva ecológica, que luego sufrió algunas modificaciones en relación a los límites en 2003. Y durante ese mismo año y el subsiguiente, Avellanada difundió el proyecto de paseo ribereño del sudeste, un parque natural costero con 130 hectáreas de suelo marginal. Sin embargo, y en el marco de la inacción de los municipios que no continuaron desarrollando esas propuestas, en 2005 comienza el desarrollo de Nueva Costa del Plata, cuyo inicio de obras fue anunciado en marzo pasado pero que aún no ha comenzado, si bien se colocó en el territorio parte de la infraestructura necesaria para la construcción.
La demora en el inicio se debe a la falta de sanción en el legislativo quilmeño y a las distintas acciones legales e institucionales que las organizaciones vienen desarrollando tanto en la justicia provincial como en el ejecutivo bonaerense.
Las organizaciones objetan la propiedad de la tierra y la definición sobre su uso, además del impacto ambiental que tendría una obra de las características de Nueva Costa del Plata.
Las tierras fueron otorgadas por la Coordinación Ecológica del Aérea Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE) durante la última dictadura a Techint, cuando ambas firmaron un contrato para la recuperación, forestación y urbanización de la zona costera del Río de la Plata. El objetivo era que, a cambio de la disposición final de los residuos de la Ciudad de Buenos Aires en el relleno sanitario de Villa Domínico, en un período de 20 años se debería entregar terrenos remediados, con mil quinientas hectáreas de bosques, para ser destinados a la recreación pública. Para realizar el relleno se expropiaron los terrenos y se desalojaron a las familias que vivían allí. En 1993, faltando cinco años para el vencimiento del convenio, el contrato fue cambiado y las modificaciones eliminaron las obligaciones del contratista que fueran más allá del enterramiento de basura. Además, según las organizaciones, el contrato original fijaba que el contratista debía recibir como total y única retribución las tarifas y el tercio de la tierra recuperada, pero la empresa terminó recibiendo la mayor parte de un área costera -300 hectáreas- no rellenada. Además, en aquel entonces los directores de CEAMSE entendieron que a la firma SyUSA también le correspondería en pago más de un tercio de las tierras “recuperadas”. Las sospechas sobre la adjudicación de estas tierras se han transformado en una causa que finalmente quedó radicada en el Juzgado de Garantías Nº 9 de Lomas de Zamora, a cargo del juez Luis Carzoglio, a partir de una denuncia realizada por la Asociación Civil Ambiente Sur en enero de 2009. En ese momento Carzoglio se declaró incompetente y la causa pasó al Juzgado Federal de Quilmes, a cargo de Luis Armella, quien tuvo la causa durante un tiempo y la dividió en dos: por un lado el presunto delito de defraudación a la administración pública (cesión de las tierras) y por otro el tratamiento de los residuos peligrosos. Durante 2009 y 2010 Armella retuvo la causa, y en ese marco retiró el expediente de NCDP de los municipios de Quilmes y Avellaneda. Finalmente en 2010 se declaró incompetente y la causa pasó nuevamente a Carzoglio, quien la mandó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación para que determine cuál era la jurisdicción competente. Finalmente, en marzo de este año, la Corte dictaminó que la causa debía quedar en el juzgado de Carzoglio.
En relación al impacto ambiental, y por iniciativa de las asociaciones, en marzo pasado se difundió que el director provincial de evaluación de impacto ambiental de la OPDS, Federico Jarsun, no tiene conocimiento de la actividad en la zona del proyecto y que Techint “no ha presentado los estudios de impacto ambiental del proyecto Nueva Costa del Plata”, sino una línea de base ambiental, una descripción ambiental del área.
Las organizaciones además plantean que NCDP podría afectar en gran medida la calidad de vida de los habitantes de la zona. Aducen que cualquier tipo de urbanización en esa región, donde existe una importante selva marginal, eliminará los últimos espacios verdes de la zona, instalará una barrera artificial entre el río y la ciudad, agravará la problemática de las napas, aumentará la frecuencia e intensidad de inundaciones, afectará los servicios de cloacas, agua y luz, y restringirá el acceso libre a la ribera. También plantean que la Provincia no ha avanzado en la ley de ordenamiento territorial de bosques nativos, marcado por la ley nacional 26.331, de Presupuestos Mínimos para la Protección Ambiental de los Bosques Nativos, que fue sancionada en 2007. Aunque el desarrollo de la ley que se enviará al legislativo se encuentra bastante avanzado –a cargo de la Dirección de Recursos Naturales del OPDS-Buenos Aires es una de las pocas provincias que aún no cuenta con este marco legal, que permite identificar y proponer cuál será el tratamiento para los bosques nativos. Según trascendidos, la Provincia estaría interesada en mantener intacta la zona de bosques del área del proyecto Nueva Costa del Plata, considerándola bosque marginal y/o bosque nativo.
En ese sentido la Asociación Civil Ambiente Sur realizó en agosto de 2010 una presentación administrativa en la Dirección de Ordenamiento Territorial, con copia a la Secretaría de Gobierno y a la OPDS, recordando que está pendiente salvar esta situación antes de continuar con Nueva Costa del Plata. Hasta el momento, los dictámenes en el expediente de los organismos intermedios provinciales son favorables a la protección del área. Para la Dirección de Recursos Naturales, por ejemplo, “el principio precautorio establecido en la Ley General del Ambiente 25.675, la Ley 26.331 de Presupuestos Mínimos para la Protección Ambiental de los Bosques Nativos, la Ley Marco Ambiental 11.723 en especial sus artículos 5, 7 y 9 así como la Ordenanza Municipal 9348/02 del Partido de Quilmes, brindan argumentos suficientes para convalidar el pedido obrante en fojas 1 a 3 de la Asociación Civil Ambiente Sur, por lo que el organismo competente debería abstenerse de autorizar la rezonificación a uso urbano de los terrenos ribereños de bosques y humedales localizados en los partidos de Avellaneda y Quilmes”. Con conceptos casi idénticos se pronunciaron otras dependencias de la Coordinación Ejecutiva para el Desarrollo Sostenible.
Sin embargo, en diciembre pasado, el gobernador Daniel Scioli firmó la convalidación provincial en las oficinas de CEAMSE, junto con el intendente Ferraresi, ratificando a nivel provincial la aprobación del HCD de Avellaneda. En cambio, en el legislativo quilmeño intentó tratarse en la última sesión de 2010, lo que no fue posible por falta de quórum. Actualmente se encuentra en la comisión correspondiente, y según fuentes consultadas por IdM no está previsto que se trate en el corto plazo.
Los ambientalistas además proponen que el área sea exceptuada de cualquier inversión mediante una ordenanza que la declare reserva natural. El espacio físico donde se plantea el proyecto forma parte de uno de los tres ‘pulmones verdes’ de la metrópolis Buenos Aires, junto con la zona de Campo de Mayo y la ribera metropolitana norte.
En ese sentido, la Asociación Civil Ambiente Sur presentó un proyecto para la zona de Reserva Natural de Objetivos Mixtos, apoyada por otras organizaciones, se emplazaría en una amplia franja de bosques y humedales sobre la costa de Avellaneda y Quilmes, e incluiría estas tierras hoy en disputa. El proyecto de ley fue presentado simultáneamente en ambas cámaras de la Legislatura bonaerense y en los municipios de Avellaneda y Quilmes en los niveles ejecutivos y de concejos deliberantes, durante la segunda semana de marzo del corriente año.
Idas y vueltas en terreno resbaloso
A más de 6 años del inicio del proyecto, la controversia no sólo continúa sino que se profundiza, a partir de las inminentes definiciones judiciales sobre conflictos de larga data (como la cesión de las tierras) y también de las definiciones del poder ejecutivo provincial sobre el tema, hasta ahora contradictorias.
Como se plantea al inicio de esta nota, la Fundación Metropolitana considera que para lograr un debate superador es necesario aportar una cuota de integralidad, donde además del proyecto puntual Nueva Costa del Plata se puedan poner en foco las formas que viene asumiendo en la metrópolis la producción de estos grandes espacios residenciales. Las preguntas que podrían orientar ese debate, entre otras, tienen que ver con los mecanismos de planificación en el corto, mediano y largo plazo que promueve el estado, la relación entre urbanización y ambiente y la gestión de los recursos hídricos, los efectos de la fuerte financiarización del mercado de viviendas, la generación y apropiación de rentas urbanas, y por cierto, la información pública y los mecanismos de participación en estas grandes transformaciones del territorio.