El pasado 23 de Julio en las oficinas de la Fundación Metropolitana se realizó el Encuentro presencial del Foro virtual “Actividad Hortícola en el periurbano del AMBA”. La idea de la jornada fue trabajar interdisciplinariamente para construir políticas públicas en torno a la producción agrícola en el periurbano del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
El evento comenzó con la presentación del documento síntesis del Foro Temático virtual “Actividad Hortícola en el periurbano del AMBA” realizado en la Plataforma BAM 2.1. Este documento detalla algunas reflexiones de los participantes del mismo para mejorar las prácticas de horticultura.
El balance de la implementación de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) da cuenta de todo aquello que hace falta alcanzar en la producción, distribución y consumo agrícola. Es necesario reformular políticas para alcanzar altos estándares en la protección de trabajadores, el medioambiente y el ciudadano.
En el documento se afirma que es imprescindible implementar Buenas Prácticas de Horticultura (BPH) en el marco de un plan integral para el desarrollo de la actividad que considere la organización del conjunto de la cadena y la especificidad de los actores presentes en la misma.
También se destaca la importancia de tener en cuenta la heterogeneidad del sector en la implementación de BPH: se deben considerar las especificidades de los sectores de la pequeña producción (producción familiar), conocer con mayor detalle las formas en que los productores familiares utilizan conocimientos específicos y tecnologías en sus prácticas productivas, y la necesidad de incluir a los consumidores en el diseño de políticas.
Otra necesidad que surge es promover diversos canales de comercialización que favorezcan la apropiación del valor generado por parte del productor.
Por último, en el trabajo realizado se planteó la relevancia de contar con instancias de intervención que trabajen junto a los pequeños y medianos productores familiares en la implementación de las BPH. Una intervención coordinada de instancias pertenecientes a diferentes organismos y niveles del Estado, Universidades, instituciones del Sistema de Ciencia y Técnica y organizaciones de productores, que consideren globalmente los aspectos incluidos en la implementación de BPH.
La discusión se llevó a cabo en la plataforma virtual BAM 2.1. Comenzó con un documento de encuadre y desembocó en este evento en donde se presentó el documento síntesis que será reformulado, a partir de los aportes de los actores durante el encuentro y presentado ante las autoridades del Ministerio de Agroindustria de la Nación.
Participaron de la reunión representantes de: El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, Servicio Nacional de Sanidad Agraria -SENASA, Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Municipalidad de la Plata, Municipalidad de Almirante Brown, Municipalidad de Merlo, Ministerio de Agroindustria de Buenos Aires, Universidad de Moreno, Municipio de San Antonio de Areco, CREA y la Asociación Ambientalista Bonaerense.
Algunas reflexiones de los participantes
Germán Quaranta, Sociólogo, investigador del CONICET y tutor del foro temático: “El encuadre tuvo un eje centrado en buenas prácticas agrícolas, esto no fue una decisión teórica ni de la fundación ni estrictamente nuestra sino por el interlocutor el MInistero de Agroindustria y las políticas que el interlocutor estaba llevando adelante en ese momento. El Ministerio de Agroindustria estaba con la incorporación de las buenas prácticas al código alimentario, en ese sentido era una forma de iniciar el debate en el marco de esa discusión.
Discutir las buenas prácticas en la horticultura tiene primero la polisemia del significado de las buenas prácticas, entramos en el mundo de las certificaciones. Inclusive siendo muy genéricos podemos plantear dos grandes ejes, uno más normativista por un lado y otro más ligado a movimientos sociales y la agroecología.
Nosotros ya planteamos de entrada el límite de la tensión entre cuestiones más estructurales y menos estructurales de esa organización de la horticultura, en el contexto de lo que es la horticultura en los últimos 20 años, después de la transformación de la horticultura post 2001, que sufrió un cambio fuerte de la estructura social hortícola. No sólo por la creciente participación de productores bolivianos sino por la creciente heterogeneización de este sector social.
Podemos evaluar como funcionaron las políticas de agricultura familiar hacia atrás, si funcionaron articuladamente, desarticuladamente, si tuvieron los resultados esperados o no tuvieron los resultados esperados. Pero hubo política para agricultura familiar en el gobierno anterior, lo que hay ahora es una desarticulación de esa política para la agricultura familiar, para la pequeña y mediana agricultura. Y en esa desarticulación de la política es que el mercado coordine, y las certificaciones corrigen un poquitito.
Si el gobierno nacional y el gobierno provincial no están dispuestos a hacer inversión social y productiva en ese escenario no hay forma que un municipio pueda responder a toda esa complejidad, porque va respondiendo como puede pero no hay forma.
La tensión entre las distintas formas de mirar las buenas prácticas, una visión más normativa que puede estar promoviéndose desde el Ministerio de Agroindustria, si yo no me equivoco en mi percepción, no toma en cuenta la realidad socio productiva de la pequeña y mediana horticultura, eso se viene haciendo hace 20 años y no nos lleva a ningún lado.
Otra conclusión fuerte que hay en el foro es tener en cuenta la realidad de la pequeña y mediana horticultura. Este asunto no lo podes resolver desde la horticultura. Tiene que estar muy ligado a esa interfaz rural/urbana y a políticas de muy amplio alcance, relacionadas al manejo de las problemáticas ambientales y el costo social. Ese juego de cruces de beneficios económicos, perjuicios económicos, perjuicios ambientales, entre distintos espacios demanda una circulación de dinero y financiamiento que no puede caer a nivel del municipio porque es mucho más amplia. Hay un problema estructural de la organización de la actividad en el sentido más amplio que es muy difícil de mirar desde lo sectorial y desde lo normativo, esto es una conclusión clara que sale del foro.
La conclusión más fuerte del foro es la de un modelo de desarrollo hortícola donde las cuestiones estructurales pasan a ser centrales: tenencia, tecnología, comercialización, por mirar las sectoriales. Yo creo que hay que empezar a mirar ahí e inclusive superar la cadena, y empezar a ver la cuestión más territorial de esa organización.
Debemos fortalecer una pequeña y mediana horticultura organizada de forma social y ambientalmente sustentable. Es un modelo de sociedad más deseable que concentrar la producción en pocos productores. Hay que generar condiciones institucionales que garanticen una horticultura comercial con lugar para esa pequeña y mediana horticultura”.
Gastón Urquiza, Director Ejecutivo Fundación Metropolitana: “Se nos abre una dimensión para pensar esta problemática como un sistema a escala metropolitana, porque cada una de los municipios lo piensa y lo ejecuta desde su lugar. Desde la Fundación estamos dispuestos a sostener este tema y en ese sentido la plataforma es un vehículo, es la patriada que jugamos y a lo que queremos seguir apostando”.
Pedro Aboitiz, Agente de cambio rural del INTA: “Existen puntos interesantes para debatir, son problemas pero a su vez son oportunidades. Uno es el Censo Agropecuario, yo participe del censo agropecuario y fue un desastre. Ahora tenemos una oportunidad y si dejamos al Estado sólo, va a hacer el mismo desastre en el sector hortícola. El otro punto que tomé es la plataforma de las buenas prácticas agrícolas, estamos reunidos con gente de SENASA que por un lado puede ser un problema y por otro lado es una gran oportunidad. Sumado esto y rlacionado al uso del suelo, las nuevas tecnologías pueden pasar al cultivo sin suelo, o sea, lo que se viene es el cultivo sin suelo y la hidroponía.
Sebastián Grenoville, INTA Estación Experimental Agropecuaria AMBA: “Si lo seguimos pensando desde la producción creo que no vamos a llegar nunca, y menos con una mirada de desarrollo. Hubo un desarrollo en los últimos 20/30 años no en muchos sectores, pero con un equilibrio totalmente inestable porque se basa en una situación de informalidad muy profunda, con poco acceso a la tierra. Tenemos que empezar a vislumbrar otras alternativas; sobre todo más vinculadas con la comercialización. Es decir, pensarlo desde el mercado, desde el consumo, desde la demanda pero sin que se corra el Estado ni las organizaciones. Entonces, en este sentido creo que hay alternativas que tenemos que pensar”.
Juan Ibañez, Coordinador Nacional de Trazabilidad en Productos de Origen Vegetal de SENASA: “Coincido con que por ejemplo que las buenas prácticas agrícolas sean de carácter obligatorio a través del código alimentario pasaría a formar parte de una bisagra, es un antes y un después. Digo bisagra porque es cierto que es un instrumento con limitaciones, pero es el extraordinario desafío que para los próximos años tenemos de acompañamiento al sector.
Es un sector muy fuerte, tiene una potencialidad tremenda, está completamente desregulado. Hay que ver la comercialización no solo en el mercado interno, hay que potenciarlo en países limítrofes. Tenemos cerca de 200 especies fruto hortícolas para poder explotar. Pero el productor está, a mi juicio, desarticulado. Hay de todo, hay gente realmente muy chica y hay gente que se ríe de nosotros porque trabaja en una marginalidad muchos volúmenes y nos venden una cuestión cuando en realidad es otra.
Debemos darle un espacio particular a la demanda, fortalecer el ejercicio del consumidor. En las principales sociedades del mundo esta hay trabajándose en ese aspecto y jugando a dos puntas, a cuidar la salud del consumidor y a potenciar las zonas de producción.
Creo que la articulación es algo fundamental, todavía el Estado en sí con sus tres estamentos no está del todo articulado, tenemos un mensaje bastante diferente también entre lo que hace un técnico del INTA, lo que trabaja y pregona un agente del SENASA o de otra organización. Eso también es importante potenciar en una línea de comunicación y de llegada al productor única”.
Mariano Pinedo, Diputado Provincial: “Creo que tiene que haber un protagonismo mucho más activo de los municipios, de los gobiernos locales, hago esta diferencia porque el municipio es el intendente, es el departamento legislativo, pero también es la capacidad de interactuar en territorio con actores de la comunidad. Ese es un gobierno local actuando, intentando darle practicidad a una política pública. El rol de un municipio es esencial en la planificación territorial y el uso del suelo. Los municipios no hacemos planificación territorial, no regulamos uso del suelo ni de recursos hídricos.
Distintas cuestiones deben ser coronadas sacando la hipocresía de decir que el municipio es el actor fundamental, la principal ventana de atención de los vecinos y demás, pero los recursos nunca aparecen. Es decir, la definición de un gobierno local como actor principal conlleva la necesidad de replantear una situación impositiva, tributaria respecto de que vamos a hacer con los recursos municipales. Porque si vamos a dar a los municipios solamente migajas no le podemos pedir tanto”.
Mariano Winograd, Presidente de la ONG 5 al día: “Debe haber una porción de tierras destinadas a la problemática agroalimenticia. Si la Argentina tiene un 30 % de pobreza, los pobres viven en la periferia de las ciudades, el 50 % de los chicos son pobres, y si uno de los problemas más serios del país es la desnutrición, este debería ser también un problema central”.