POR DANIEL CHAIN – Hay cuestiones que suceden en el mundo que por nuestra costumbre o cultura nos asombran. Aun asÃ, creo puede llegar un dÃa, un momentum en el proceso histórico, que no es nada más ni nada menos que reconocernos como parte de un todo único, con matices, diferencias, pero miembros de un proyecto común.
Ello, en nuestro ámbito metropolitano, nos planteará algunos interrogantes que nos permitirán recorrer transversalmente todos los temas que compartimos en foros metropolitanos, y que esperamos encontrarnos amalgamando algunas respuestas.
Se trata justamente de nuestra cultura metropolitana.
¿Cómo podremos tener un destino común, sin un plan en común que nos integre a todos en lograrlo exitosamente?
Cuando nos referimos a la Buenos Aires Metropolitana, ¿podemos identificarnos con una cultura en la cual nos reconocemos? ¿Hay una identidad común?
El valor de la cultura, y no hablamos de la expresión artÃstica en sÃ, está en que nos estructura un conjunto de valores, los cuales permiten definir los lÃmites de lo que establecemos como nuestras conductas deseables. Además, nos permiten establecer objetivos comunes a los cuales las acciones planificadas nos llevarán.
Pero también, esa cultura se transforma en el ámbito del cual surgen las expresiones artÃsticas. Entonces, una música, un cuento, una obra de teatro, un guion de cine, una obra plástica, se vislumbran como una expresión propia, no ajena, algo que nos representa.
¿Esa expresión es común a todos? ¿O representa a algunos y no a otros? , y ¿cuán distante es esa expresión de aquella otra?
Los entornos fÃsicos, no pueden ser diseñados igual para la subjetividad de una comunidad que para la de otra. Un diseño coherente con la cultura de sus habitantes, además, hace fértil el espacio para la creatividad que emerge confortable y se desarrolla, lógicamente más prospera, en un ambiente que le es armonioso con sus valores y conceptos culturales.
Es tendencia últimamente la neuroarquitectura: que busca generar espacios que inviten a vivir experiencias placenteras, armoniosas y creativas.
PodrÃamos hablar de neuroplaneamiento urbano en la metrópolis y, para ello, deberÃamos comprender cuál es la ecuación cultural que nos une.