En agosto de 2012 asumió como vicepresidente ejecutivo de ACUMAR y, para ocupar su nuevo cargo, renunció a su puesto de director ejecutivo de la Fundación x La Boca. No es la primera vez que se desempeña en la función pública, la última fue como director de la Corporación Buenos Aires Sur, desde 2003 hasta 2007. En esta nota cuenta qué panorama encontró en el organismo y anticipa próximas acciones y líneas de trabajo para la cuenca más contaminada del país.
Informe Digital Metropolitano: Ud. fue designado vicepresidente ejecutivo de ACUMAR en agosto de 2012, hace casi 8 meses. ¿Qué panorama que encontró cuando asumió?
Antolín Magallanes: encontré muchas cosas que me sorprendieron gratamente y que no las conocía. Encontré gente con un nivel técnico muy importante y también encontré un organismo muy atravesado por lo judicial, hay un tema vinculado a la gestión en relación a los tiempos judiciales, que a veces no se compadecen mucho con los tiempos de gestión. Y creo que eso genera un cierto desasosiego interno complejo. ACUMAR es una construcción que se está armando y como tal se va perfeccionando y se va generando un afianzamiento del proceder, que es una amalgama entre jurisdicciones. De alguna manera, no sólo para el saneamiento, sino también para la interjurisdiccionalidad, hay un lugar de experimentación que se está desarrollando.
IDM: ¿Cuáles son los ejes de su gestión? ¿Cuáles considera que son las prioridades y como está trabajando para abordarlas?
AM: la prioridad con la que me convocó la Jefatura de Gabinete de Ministros está compuesta por tres aspectos: difundir y comunicar lo que se está haciendo, propender a construir una masa crítica alrededor de la Cuenca y agilizar los procesos de gestión. Esos son los tres ejes con los que estoy trabajando.
IDM: Antes de ser vicepresidente de ACUMAR, presidió la Fundación x La Boca. ¿En qué cambió su visión de la situación de la Cuenca de acuerdo a este nuevo rol que está desempeñando?
AM: tengo una relación con la Cuenca desde hace muchos años, fui docente en escuelas de Ingeniero Bunge cuando era estudiante universitario y después trabaje muchísimos años en La Boca, también viví allí. La realidad es que siempre trabajé cerca del Puente La Noria, en la cuenca baja, la zona más urbanizada del Riachuelo, la más industrializada, y la que tiene algunos elementos y ornamentaciones patrimoniales muy fuertes. Ahora me entusiasma mucho poder trabajar en la cuenca alta, veo un montón de posibilidades muy parecidas incluso a las de la cuenca baja. Cuando hablamos de la cuenca como un elemento patrimonial, podemos hablar más desde lo natural, un río pampeano, los arroyos. Estoy viendo cómo podemos trabajar con la comunidad en la recuperación de lugares como patrimonio natural. Así como la cuenca baja puede tener el marketing de puentes, de lo portuario y lo patrimonial, la cuenca alta tendría que tener un marketing de belleza natural y del valor de río pampeano. Creo que así como la Ciudad de Buenos Aires hizo invisible el Río de La Plata, pasó lo mismo con el Riachuelo. Tenemos que empezar a hacer visible la Cuenca, empezar a hablar del Matanza con otras propiedades. Creo que la masividad de la gente acercándose a sus ríos es la que los recupera definitivamente, y empezar a generar esa situación también es una tarea de ACUMAR.
ADP: Recién describió a la Cuenca Alta y a la Baja ¿Qué puede decir en relación a la parte media, que es la más afectada por la contaminación y la más vulnerable socialmente?
AM: en la Cuenca Media se da un mix entre las dos, el crecimiento urbano lleva hacia arriba los bordes de la urbanidad y desde arriba baja ese aspecto vinculado con La Pampa. Me parece que se avanzó mucho entre Puente La Noria y Autopista Richieri, todas las semanas voy a navegar y estamos llegando a lugares donde antes no llegábamos. En la parte media hay una zona que tiene una economía informal muy fuerte que en un momento ocupó toda la ribera, con la Saladita, donde el Riachuelo oficiaba de depósito de residuos. Esto se ha ido ordenando, y se nota porque no se podría navegar hasta allí, se está recuperando fauna y vegetación, el río está más limpio. Creo que ahí hay que seguir con el programa de viviendas y asentamientos precarios, con la limpieza de arroyos y de basurales, son muchísimos los que se han erradicado.
IDM: ¿Cuál es el diferencial de la Cuenca Media?
AM: creo que es un lugar que tiene una instancia intermedia entre lo urbano y el campo, es un lugar donde se podría trabajar más esa relación. Está muy presente la informalidad de los asentamientos y un tipo de producción vinculada a la economía informal.
IDM: La Cuenca tiene problemáticas locales y generales, algunas de resolución de corto plazo y otras de mediano y largo. En su resolución, se incorporan distintos actores y jurisdicciones ¿cómo se avanza en estas resoluciones en un espacio como el AMBA que no tiene un gran ejercicio de la cooperación interinstitucional e interjurisdiccional? ¿Cuáles son las tensiones que aparecen en este camino? ¿Cómo se resuelven?
AM: ACUMAR es una de las puntas de una política de área metropolitana visible, muy concreta. Creo que más allá de las rispideces hay determinados estamentos que se
pueden permitir ciertos diálogos y que van encontrando algún tipo de solución, es lo que pasa cuando se genera una política interjurisdiccional. Hay cosas que si no se resuelven en la Cuenca Alta, en la Cuenca Baja no las vas a resolver, sobre eso hay que asentar una base de diálogo y empezar a construir y a buscar las asociaciones necesarias. Me parece que hay un nivel de exigencia muy alto hacia ACUMAR, que es como pedirle al Congreso que todos los diputados estén de acuerdo. En lo que están de acuerdo es en sesionar, debatir, consensuar y hacer la ley, pero no necesariamente en todas las cosas. En ACUMAR en lo que estamos de acuerdo es en trabajar y generar los procedimientos para que la Cuenca Matanza Riachuelo se recupere. En nuestra gestión hay dos tiempos paralelos, un tiempo de afianzar la interjurisdiccionalidad que, nos guste o no, tiene un grado de demora. Y por otro lado está la Justicia que de alguna manera nos ayuda a que ese tiempo se acelere un poco. Me parece muy importante que la Corte Suprema haya tomado este tema, es ejemplar que la sociedad argentina ponga este ícono de la contaminación en el tapete. Para mí, la Cuenca Matanza Riachuelo es la metáfora argentina, porque es el lugar que nos permitió hacer todo, desarrollar la economía, el ascenso social, la urbanización, nuestras sociedades, los derechos sindicales, las ideas políticas, las ideas sociales. Después sobrevino la debacle argentina y se convirtió en el lugar que expresó el quiebre industrial, también hay que decirlo, durante años tuvimos un sistema organizado que contaminó, y después fue peor porque tuvimos un sistema destruido y desorganizado que siguió contaminando. Esa metáfora del país está clara, en la década del ‘90 el Riachuelo no tenía ni la mitad de las industrias que tiene ahora. En ese momento teníamos un río que limpiar pero ninguna cercanía con el lugar. Hoy las cosas están cambiando para mejor, hay un desafío porque tenemos más industrias además de cinco millones de personas que habitan esa Cuenca. Y aparece la política metropolitana real, no estamos saneando un curso que se contaminó mágicamente, desandar el proceso de las contaminaciones es reencontrarse con la historia como país.
IDM: El año pasado, en la última audiencia pública convocada por la Corte, el secretario de Ambiente Juan José Mussi denunció que tanto la Provincia como la Ciudad no están aportando los fondos para que funcione ACUMAR ¿cómo está hoy esta situación?
AM: Mal. La Ciudad cumple formalmente con el depósito anual establecido de 25 millones de pesos, que creemos es muy poco en relación a lo que tendría que poner. Se suponía que la Nación iba a aportar alrededor del 50% y las demás jurisdicciones cubrirían el resto. Si bien no es una ley, es lo que se manejó como uso y costumbre hasta hace dos años. El año pasado la provincia de Buenos Aires presupuestó 33 millones de pesos y los pagó con bonos. Y este año, directamente nada. La realidad es que ACUMAR está financiando el 80% del trabajo en el Riachuelo, y lo está haciendo porque es interés del Gobierno Nacional. Nunca escuché hablar tanto a un presidente sobre la Cuenca, la Presidente empuja el tema, lo nombra permanentemente, su primer discurso después de haber ganado las elecciones de 2011 fue al lado del Riachuelo. Es reconfortante escucharla, significa que mantiene el tema en la agenda, y eso era muy difícil de lograr en otras épocas. Lo mencionó en la apertura de sesiones, “que sepa el interior profundo que la Nación está financiando un problema de la Ciudad y de la Provincia de Buenos Aires”. Y me parece muy acertado que haya dicho el interior profundo, porque todo el desarrollo que hubo alrededor de esta metáfora nacional que es la Cuenca MR, fue la gran disputa desde hace 200 años por el Puerto de la Ciudad de Buenos Aires, y por qué en Buenos Aires y no en el interior. Me parece que habría que rediscutir en función de que las tres jurisdicciones puedan redefinir su trabajo sobre la cuenca real. La Ciudad tiene una gran rémora con la relocalización de viviendas en las villas 26 y 24, el dinero lo tiene depositado hace tiempo y es un distrito rico que lo puede resolver. Y ojo que desde ACUMAR estamos trabajando con la Ciudad en temas como la resolución del tema bajo autopista en La Boca, discutiendo la navegabilidad, la recuperación de la Barraca Peña, la recuperación del transbordador que se suma al Distrito de las Artes que está impulsando la Ciudad. Si pensamos sin mezquindad, el saneamiento nos está favoreciendo a todos.
IDM: ¿Cuál cree que es el rol que tienen que desempeñar las OSC en el saneamiento de la Cuenca? Si bien dentro del organigrama de ACUMAR existe la Comisión de Participación Social, en la práctica no tiene demasiada injerencia ¿tienen previsto reactivar este espacio?
AM: Es uno de los objetivos que me han encomendado, por un lado estamos jerarquizando el área de participación social, la semana pasada retome las relaciones con el Cuerpo Colegiado, ya fijamos una metodología de trabajo quincenal, para ir repasando todos los temas y buscando los consensos. Lo importante es encontrar un acuerdo para trabajar, hay soluciones en las que no vamos a estar todos de acuerdo, pero tenemos que hacer el esfuerzo de encontrar un mecanismo mediante el cual estamos sentados en la mesa mirando la problemática. Y si podes exigir cierto grado de compromiso en cuanto a las acciones, no es lo mismo estar hablando de la Cuenca hoy que hace diez años. Soy sincero, vengo de una ONG y hace tres años me di cuenta de que acá la cosa estaba cambiando y tome una posición proactiva. Para mí no es menor, y me duele cuando se dice que es maquillaje. Por un lado si es maquillaje nunca lo hubo, y por otro se está perpetuando en el tiempo, entonces no es tan maquillaje. Pienso ACUMAR como una construcción hecha por muchos, tanto desde el Estado como por fuera, todos queremos un lugar participativo de trabajo. La gente que está cerca de la Cuenca sabe que está cambiando, al margen de todo lo específico que se está haciendo en el Riachuelo, aparece un actor nuevo que es importantísimo: las universidades. Hace unos años los aliados para recuperar el Riachuelo era una población pauperizada que vivía en condiciones miserables y un montón de industrias cerradas o que funcionaban mal y que enciman contaminaban. Hoy los aliados son otros, por ejemplo el Cuerpo Colegiado que ya está planteando una estrategia de futuro. Y las universidades, que son un catalizador social tremendo en el área -en muchos casos el alumno es el primer universitario familiar- y que tienen aéreas especificas relacionadas con el tema del ambiente. De hecho desde ACUMAR estamos trabajando en Avellaneda para reciclar un edificio donde va a funcionar la parte ambiental de la UNDAV. Y en otros lugares pasa lo mismo, hay un montón de universidades que se desarrollan visiones sobre el río: La Matanza, Lomas de Zamora, Tres de Febrero, Lanús, Merlo. Sectores populares que se están educando y están pensando, generando pensamiento abstracto sobre una problemática real. Es otra alianza, al igual que tener un montón de industrias que están entendiendo que se tienen que reconvertir, que producen empleo, que están generando calidad de vida. La asignación universal, los planes de salud, generan calidad de vida, no es una población tan pauperizada como la que había antes. Esa es una alianza potencial que hoy tenés para recuperar que es la que te indica que vas bien, porque el reflejo del agua, recuperar la cuenca es recuperar todo eso. Tenemos que pasar a discutir la sustentabilidad de la cuenca, que tipo de economía queremos, que tipo de producción, para qué, qué desarrollo podemos hacer.
ADP: Este punto tiene que ver con algo que también nos preguntamos desde la fundación. ¿Cuál te parece que es el futuro de la cuenca? Y ¿cuánto tiene que ver esto con el desarrollo económico?
AM: creo que con la Cuenca no hay que tener una relación hipócrita. Dentro de 50 años vamos a tener un continuo urbano desde Rosario hasta La Plata, con lo cual la cuenca baja va a quedar como un río netamente urbano, y todo esto hay que pensarlo. Hoy nos podemos permitir otro tipo de pensamiento más estratégico sobre el lugar y verlo con otros ojos, no que estamos hablando sobre una cloaca que hay que entubar para sacarla de la vista. Hablar de desarrollo económico no es hablar de la especulación económica sino saber que va a vivir la gente, de que va trabajar, como se van a esparcir, como van a ser los espacios públicos, porque me parece que en función de estos temas se recupera o no la cuenca.
ADP: Este punto está relacionado con uno de los reclamos que vienen realizando varias ONGs, sobre todo FARN y es que el PISA avance en el ordenamiento del territorio ¿cuál es tu opinión?
AM: una de las cosas que aprendí en ACUMAR es que la gestión diaria es muy intensa, creo que básicamente puedo coincidir con ese análisis. Ahora bien, en este momento estamos operando sobre la emergencia, son procesos que se van dando, ahora están apareciendo otras puntas de trabajo para profundizar. Se están hablando otras cosas, por ejemplo la navegabilidad. La misma dinámica del saneamiento nos obliga a avanzar en el PISA. Creo que con las alianzas que hay ahora es posible ser más certero en esa construcción, tenés el suelo más ordenado, tenés ya todo el relevamiento hecho, vas a tener prácticamente hecho todo el camino de ribera de La Boca a Camino de Cintura. Entonces que aparezca la cultura, la ciencia, las universidades, las comunidades que también se están planteando la recuperación del espacio público. Por eso tengo una visión muy positiva sobre este proceso. Pero esto no quiere decir que uno olvide como se llega a esta construcción. ACUMAR a mí me gusta pensarlo como un proceso de construcción social donde hubo muchos que empujaron, desde que no les dieron bola, desde que no existían, y la cosa fue llegando y hubo gente que lo fue entendiendo. Yo creo que si hay algo importante tanto para la CABA como para la PBA es recuperar su cultura de río. Porque yo creo que todos estos desastres que estamos viviendo hoy precisamente fue la negación de la realidad, de lo que teníamos en el territorio.
IDM: Tres días después de que Ud. asumiera al frente de la ACUMAR se hizo pública la denuncia que acusaba a Luis Armella (designado por la Corte Suprema de Justicia en julio de 2008 como responsable del saneamiento del curso de agua) de beneficiar con sus fallos a empresas vinculadas a su núcleo familiar. Armella finalmente fue destituido. ¿Cómo le parece que impacto esta situación en el saneamiento de la Cuenca? ¿Qué le parece que hay que rever a partir de esta situación? La arquitectura institucional definida por la Corte –e incluso la intervención de la misma Corte- es muy novedosa en nuestro país.
AM: Eso fue un mazazo muy duro. Me parece que tiene que ver con que este es el debate que tenemos hoy como país, estamos discutiendo la democratización de la justicia, creo que el fallo de la Corte es parte de la democratización de la Justicia, sobre todo con respecto al tema Riachuelo, pero le falto la sintonía fina me parece. Alguien que tenía tanto poder puede hacer, pero si hace “a costa de” es complicado. Institucionalmente fue una noticia muy rara, para el Riachuelo otra vez una situación asociada a la corrupción, entonces queda este lugar teñido por la historia como el lugar que nos dio todo: el lugar que nos dio nuestra economía, nuestro desarrollo económico después pasa a ser el lugar negado, el lugar negativo, el lugar sucio, siempre asociado a cosas nefastas. Por más que vayas muy rápido podes hacer más daño que el ácido sulfúrico con el Riachuelo con lo que paso ahora. Tenemos que tomar esto como un aprendizaje, ante esta realidad tenemos que bancar lo que está bien hecho y seguir profundizándolo. Lo que ambiciono y lo que ambiciona este gobierno es que sea la iniciativa política la lleve adelante este proceso, de hecho estoy acá desde hace 8 mese y ya fui al Riachuelo con el Jefe de Gabinete más de 5 veces, y he tenido más de 10 reuniones para hablar de estos temas. Esto es gestión. La política se tiene que poner a la cabeza de esto. La Ciudad de Buenos Aires, la Provincia de Buenos Aires, yo lo hablo con los intendentes también, hay muchos que están a la cabeza de esto, le dan la importancia que le tienen que dar, saben que ACUMAR le dio una oportunidad de desarrollarse en función del Riachuelo.
IDM: El próximo 15 de mayo, el juez Sergio Torres cito a audiencia pública a Aysa, ABSA, ENOHSA y CEAMSE… ¿Cuáles son sus expectativas al respecto?
AM: La verdad es que estoy un poco ansioso porque creo que estamos como relanzándonos, después del mazazo nos recompusimos, la Corte fijó una nueva orientación, tomamos la acción con las ONG, vamos a retomar en breve las reuniones con el Consejo Consultivo, mi idea es meter un gran debate ahí en función de discutir para que lo queremos. Ahora yo lo que no estoy de acuerdo es juntar por juntar, para mí hay que juntar por tener un producto para hacer algo, por algo. Pero bueno se recomponen: el Cuerpo Colegiado, el Consejo Consultivo, avanzan las gestiones, me parece que ahora la Justicia tomó el tiempo de trabajar el traspaso de la causa a los dos jueces que nombró: uno para los grandes convenios, y el otro que está siguiendo la gestión diaria del saneamiento. Ambiciono que podamos relanzar el tema porque creo que es central. Hace seis años pensaba que era casi imposible hacer esto, después empecé a pensar que era posible y hoy creo que lo vamos hacer. La vigilancia tiene que estar en manos del Estado, ganar en empresas recuperadas, premiar a aquellas que están recuperándose, castigar fuertemente a aquellos que no, y una acción muy fuerte a nivel educativo en la que estamos insistiendo, creo que ahí hay una tarea interesante para trabajar con las organizaciones de la comunidad, cuando me refiero a una tarea en términos educativos me refiero a la educación a la formación, a la divulgación y a la posibilidad de pensar con cabeza estratégica, las ONG tienen que juntar y desarrollar ese pensamiento estratégico.
IDM: ¿Qué opina de la apertura de datos e información sobre la Cuenca? Es uno de los puntos que tanto ONG como académicos marcan como deficitario, en cuanto a la dificultad de contar con información detallada y unificada. En ese sentido, ¿Qué opina de la plataforma Que pasa Riachuelo?
AM: Lo que estamos ahora tratando de hacer es eso, con estas nuevas reuniones es que la información que está en estos lugares sea una información que se pueda usar. El Estado va a hacer un edición de la información, esa información vos la tenés y después sacas tus conclusiones, eso no me parece mal a mi digamos, porque para eso está también, pero es un tema que seguro que hay que seguir discutiendo porque es el tema político y hay que discutirlo sin miedo. A mí no me sirve, digamos: un dato es un dato, uno puede decir lo quiere con los números, el tema es el contexto en que lo decís y esa es la gran discusión que tenemos que entender con el tema del Riachuelo. Si yo voy a agarrar agua con un tubo de ensayo, diciendo sólo está mejor o está peor, no veo nada de todo lo que está pasando, porque sanear una cuenca es mucho más complejo que sanear el agua, es como una gran resultante de toda esa gran comunión de soluciones que hay que encontrar. Todos tenemos que pensar en la responsabilidad de la información, porque la información también se usa para deprimir, para decir que está todo mal, para decir que las cosas no funcionan. Entonces hay un montón de gente que está aprendiendo que está avanzando, que está mirando y siente que, como puede ser que si esto está bueno no se lo digan. Para mí es un incentivo cuando las cosas están bien hechas. Yo leí el informe del FARN del año pasado atentamente y me gustó y me dio puntas para prestar atención y profundizar pero creo que está bien, porque si me pones la zanahoria ahí, me cambias un poco el eje y me obligas a avanzar está buenísimo, pero no lo voy a tomar inmediatamente. Los procesos son largos, pero no hay que caer en exceso de burocratización que alenta los procesos, ni caer en el exceso de aceleración. El proceso, la desintoxicación, la limpieza, tiene un montón de cosas que hay que ir construyendo y que van a ir apareciendo y esa a veces es la inacción de la que se habla y que no es inacción porque no se para en los procesos.
Entrevista: Anna Del Piero
FE DE ERRATAS: por un error involuntario, cuando publicamos esta entrevista el 06/05/2013 en la octava pregunta por un error involuntario mencionamos el Consejo Consultivo en lugar de la Comisión de Participación Social.