POR HERNAN CHAROSKY, COORDINADOR GENERAL DE ARGENTINA DEBATE – Argentina tiene una tradición de debates. En las campañas electorales de provincias y de ciudades existen los debates desde 1987. Bordón-Baglini, en Mendoza, y Cafiero-Casella, en la Provincia de Buenos Aires, inauguraron una práctica que, con demoras e interrupciones según los distritos, llegó a más de la mitad de las provincias.
En este año electoral, dos provincias ya han tenido su debate de candidatos a gobernador: Salta y Río Negro. Las elecciones en Salta demostraron, una vez más, que el que gana también debate: es el caso del reelecto gobernador Juan Manuel Urtubey. Las ciudades de Rosario, Santa Fe y Ushuaia ya tuvieron sus debates de candidatos a intendente. Las provincias de Santa Fe y Mendoza tendrán durante el mes de junio sus debates de candidatos a Gobernador transmitidos por radio y TV. En todos los casos hay características que vale la pena destacar. Se trata de aspectos de los debates que los definen como acontecimientos cívicos, como bienes públicos.
Existe un protagonismo de las universidades que es destacable, ya que reconoce, simultáneamente, el carácter educativo de los debates y la necesidad de una conversación con contenidos de calidad. En Mendoza, en la Universidad Nacional de Cuyo; en Córdoba, un acuerdo entre la Universidad Nacional de Córdoba, la Universidad Católica y la Universidad de Villa María. En Santa Fe, por su parte, canales de TV y emisoras de radio privadas que habitualmente compiten, se pusieron de acuerdo para transmitir conjuntamente y para que los moderadores fueran periodistas de los diversos medios involucrados.
Los debates para gobernador y para intendente significan que en cada Provincia y en cada ciudad se reconoce a la ciudadanía como un conjunto de adultos que merecen la oportunidad de escuchar propuestas, de percibir coincidencias y diferencias entre los candidatos, de verlos reaccionar frente al conflicto. Los modos de organizarlos no son indiferentes a esta mayoría de edad. Que la cooperación esté en el centro de los procesos de organización, producción y transmisión de los debates es una señal de que se están construyendo bienes públicos. También constituye una indicación de hacia dónde debemos ir para lograr un debate presidencial.
Argentina Debate es una iniciativa que trabaja desde hace un año para que 2015 sea el año del primer debate presidencial de nuestra historia. Desde un principio se propuso lograr la construcción de un bien público. Un debate presidencial es mucho más que una oportunidad de una batalla política dentro de la campaña, o un programa de TV. Es un acto cívico que convoca a la cooperación, un bien público que pone a disposición de los ciudadanos las visiones de los candidatos.
Para lograr un acontecimiento de estas características, Argentina Debate constituyó un Comité Estratégico compuesto de personalidades de la política, la cultura, el campo gremial obrero y empresario. Figuras de diversa extracción ideológica y partidaria, como el ex gobernador de Mendoza José Octavio Bordón, el ex juez del Juicio a las Juntas, León Carlos Arslanián, el ex canciller Rodríguez Llavarini, los ex ministros Juan Llach y Graciela Fernández Meijide, la periodista María O’Donnell, el dirigente empresario Federico Braun y el dirigente gremial Andrés Rodríguez, entre otros.
Simultáneamente, Argentina Debate convocó a organizaciones de la sociedad civil, tales como ONGs, entidades gremiales, instituciones educativas, a expresar su apoyo a la demanda del debate presidencial. Un arco diverso de entidades hizo suya esta expectativa, como la Fundación Metropolitana, la coalición por el derecho al hábitat Habitar, el Centro de Investigaciones CIAS, organizaciones preocupadas por el medioambiente, como Fundación Ambiente y Recursos Naturales y Vida Silvestre, o enfocadas en la calidad democrática, como Poder Ciudadano y la Asociación por los Derechos Civiles, entre muchas otras.
Como paso decisivo en esta construcción, Argentina Debate ha constituido un marco de cooperación entre medios de comunicación, que tiene como eje a la Asociación de Telerradiodifusoras de Argentina (ATA) y a la Asociación de Radios Privadas (ARPA). Este acuerdo está orientado a lograr un debate transmitido en simultáneo y moderado por figuras de diversos medios. Para asegurar un contenido editorial de calidad, también son parte del acuerdo medios como adherentes: los diarios Clarín, Nación y Perfil, el portal Infobae, Telefé y el grupo de medios América.
Este amplio grupo de medios, organizaciones sociales, instituciones educativas, personalidades, le pusieron fecha al debate de primera vuelta: 4 de octubre. Ese día cambiará la historia: Argentina tendrá su primer debate presidencial. Se trata, como se ve, de una convocatoria a un acontecimiento trascendente de nuestra democracia. Los candidatos tienen la oportunidad de formar parte de este acontecimiento. Los ciudadanos tendrán la última palabra.