El pasado martes 26 de mayo, nuestro Presidente, Pedro Del Piero, participó de un seminario virtual organizado por FINDEL (Fundación Internacional para el Desarrollo Local) titulado “El gasto metropolitano en la Región Bonaerense”.
Martin Mangas, economista e investigador docente de la UNGS, inició el diálogo con una interrogante inicial para entender qué es el gasto metropolitano y cómo podemos identificarlo. “La idea de gasto metropolitano surge de computar y agregar en las diferentes jurisdicciones que conforman el AMBA, aquellas decisiones de gasto que se comparten, que trascienden a una única jurisdicción y que tienen una presencia e incidencia territorial en dicha zona geográfica.”
Sin embargo, esta definición de gasto no implica la suma de los presupuestos de las jurisdicciones implicadas (CABA, 40 municipios del AMBA y los aportes de Nación y Provincia) sino que requiere de ciertas precauciones metodológicas para medirlo y conocer su impacto. En este sentido, Mangas manifestó: “El criterio utilizado en nuestro trabajo para asignar territorialmente el gasto público fue identificar quienes y donde se localizan los receptores de los gastos. Fue un trabajo minucioso”. Al mismo tiempo, se sistematizaron los gastos que son integralmente metropolitanos (infraestructura e higiene urbana, educación universitaria, salud, seguridad, entre otros), algunos parciales (vivienda y turismo) y otros fueron excluidos.
Dicho criterio metodológico permitió discriminar como se compone dicho gasto y como se reparte entre las distintas jurisdicciones que componen el AMBA. En el caso del gasto nacional en el área metropolitana, este se concentra casi integralmente en tres funciones: las universidades nacionales, el transporte, y el agua y alcantarillado. Tienen un peso decisivo en dichas funciones: el presupuesto de AySA y los ferrocarriles urbanos. El Gobierno Nacional es la jurisdicción que más aporta al gasto metropolitano (el 41,13% del total). Dicho esto, solo el 5,84% del presupuesto de todo el Estado Nacional es íntegramente metropolitano, tal como fue definido metodológicamente en el trabajo.
En lo que refiere a la inversión destinada por la Provincia de Buenos Aires y CABA, en ambas se destaca el gasto en seguridad (el cual corre íntegramente por dichas jurisdicciones desde el traspaso de la Policía a la Ciudad), el transporte (subte y autopistas) y el de mayor envergadura, el gasto en salud. La Provincia de Buenos Aires es la que más aporta al gasto metropolitano con un 24,09%, la Ciudad le sigue con el 20,75%.
Por otro lado, los 40 municipios destinan la mayoría del gasto en los servicios urbanos de limpieza e higiene y en salud. Aunque en la última década apareció con fuerza el gasto en seguridad ciudadana a nivel municipal. En total, el 14,03% del gasto metropolitano es aportado por los gobiernos locales del AMBA.
Como conclusión, Martín Mangas hizo referencia a la “creciente complejidad” de la región y a la necesidad de un abordaje integral el cual necesitará, en términos de gobernanza, “mayor coordinación interjurisdiccional a través de normas, planes y mayores organismos de carácter metropolitano.”
Al comienzo de su intervención, Pedro Del Piero, destacó la importancia de localizar geográficamente el gasto, debido a la importancia de dicha dimensión a la hora de pensar lo metropolitano. En esa dirección, hizo una especial mención a los organismos metropolitanos y puso el ojo en el caso del transporte: “Además de los ferrocarriles, existe la Agencia de Transporte Metropolitano (ATM). Se podría trabajar de una manera mucho más integral la movilidad, ya que no sólo tiene previstas en sus funciones de coordinación la movilidad de personas, sino también la logística.”
Teniendo en cuenta el valor de la salud y la red de hospitales públicos en el contexto de la pandemia, se refirió al sistema RED AMBA Salud como un ejemplo claro de coordinación interjurisdiccional: “Este programa lleva casi cuatro años de funcionamiento. Fue puesto en marcha por la Provincia pero con pleno involucramiento del gobierno de la CABA, sobretodo en la coordinación técnica”.
En referencia a la complejidad de la gestión de lo metropolitano y la inexistencia de una autoridad que aglutine a toda la Buenos Aires Metropolitana, Pedro Del Piero recordó que ante el hecho de que la Argentina es un Estado federal, no debe haber una autoridad metropolitana, sino un papel rector del Estado Nacional. En ese sentido, destacó que es quién está facultado para “coordinar y acordar planes y programas para el desarrollo económico y social. Y cuando es necesario, generar dispositivos ad-hoc, como el caso de los residuos con CEAMSE.”
Al mismo tiempo, en el marco de la discusión por una mesa metropolitana que abrace una agenda común pronunció que “lo regional debe ser el federalismo que viene”. La Argentina de las próximas décadas, según Del Piero, necesita de un desarrollo territorial equilibrado, donde la Buenos Aires Metropolitana no continúe aglutinando a una porción tan considerable de la población y del PBI: “Hoy el desarrollo se llama región. Desde la Fundación creemos que el equilibrio demográfico es el desafío que viene. Una Buenos Aires Metropolitana en el 2050, que no tenga 23-24 millones de habitantes como se estima, sino la mitad, gracias al desarrollo equilibrado en el resto de los centros urbanos del país”.
Como conclusión del diálogo, recordó que la situación de la pandemia va a quedar centralizada en el Área Metropolitana de Buenos Aires con los desafíos que eso conlleva debido a las características de dicha megalópolis: la alta densidad, los flujos de movilidad más importantes del país y una alta fragmentación y fractura social que concentran las zonas más ricas y más pobres de la Argentina. “Este panorama desnuda la importancia de establecer el régimen del federalismo por regiones”.