El 16 de mayo pasado en la Universidad Nacional de San Martín se presentó un interesante estudio que da cuenta cómo se están gestionando los residuos sólidos en el AMBA y se debatió sobre las posibilidades a futuro en este tema, sin duda uno de los más complejos de la agenda metropolitana. Desde la Fundación Metropolitana acompañamos la organización de este encuentro, junto con la Oficina Metropolitana del Gobierno de la Ciudad.
La jornada, organizada por la Escuela de Política y Gobierno de la Universidad Nacional de San Martín, y apoyada por la Fundación Metropolitana y la Oficina Metropolitana del Ministerio de Gobierno de la Ciudad de Autónoma de Buenos Aires, se desarrolló bajo la premisa “La gestión de residuos domiciliarios en la Región Metropolitana de Buenos Aires ¿hacia un nuevo modelo?”.
Participaron del encuentro investigadores, alumnos, funcionarios municipales, referentes de otros organismos públicos como ACUMAR, INTI y la CEAMSE, y representantes de distintas organizaciones sociales. La apertura estuvo a cargo de María Pía Villarino, de la Secretaría de extensión de la UNSAM y Diego Valenzuela, titular de la Oficina Metropolitana del GCBA.
En este marco, Ricardo Gutiérrez, de la Escuela de Política y Gobierno UNSAM/CONICET, presentó los resultados de una investigación sobre modelos y prácticas de gestión de los residuos sólidos urbanos en los municipios del AMBA, que abarcó los 40 municipios que integran la metrópolis y la Ciudad de Buenos Aires, y que tuvo lugar entre octubre de 2012 y diciembre de 2013.
El objetivo de la investigación consistió en relevar las políticas en relación a los residuos sólidos urbanos, tanto en la Ciudad como en los 40 municipios bonaerenses, a partir del nuevo modelo GIRSU que imponen la normativa nacional (ley nacional 25916/04) provincial (ley provincial 13592/06) y de la Ciudad (leyes 992/02 y 1854/05). Esta nueva normativa presupone cambiar de un modelo de enterramiento masivo a uno de gestión integral de los RSU.
La metodología incluyó entrevistas (funcionarios, referentes de organizaciones privadas y organizaciones sociales) relevamiento de información de gestión y presupuestaria de las 41 jurisdicciones, relevamiento de información pública en municipios y otros organismos públicos y organizaciones sociales y relevamiento de noticias locales y regionales sobre RSU y ambiente.
Entre otros datos, el informe ratifica que la Ciudad ocupa el primer puesto, ya que ‘produce’ el 31% del total de los residuos del AMBA. De hecho, en 2012 dispuso en CEAMSE más de 2.000.000 de toneladas, bastante alejado de La Matanza, quien le sigue en el segundo puesto con una disposición de 500.000 toneladas durante ese período. Ese año, el total de residuos enviados al CEAMSE fue de 6.000.000 de las cuales – tal como se menciona anteriormente- la tercera parte corresponden a la Ciudad, en tanto los 40 municipios reúnen los 2/3 restantes.
La diferencia abismal se explica, en parte, por la cantidad de personas que diariamente ingresan a la Ciudad y que duplican su población estable. En la Ciudad viven cerca de 3.000.000, y cada día otro tanto ingresa para realizar sus actividades productivas, laborales, educativas, sociales y recreativas.
La investigación también da cuenta de la reducción en la cantidad de basura enviada a los rellenos, situación excepcional que se dio en 2013 y que no sucedía desde 2003, año de crisis económica y social. El año pasado la Ciudad depositó 1.500.00 toneladas, en tanto los municipios también bajaron (cada uno en su escala) el porcentaje de residuos depositados. En total, la disposición cayó un 12%, caída relacionada centralmente con el descenso de la CABA (28%).
Vale destacar que de las 41 jurisdicciones incluidas en la investigación, el 80% deposita sus residuos en el CEAMSE (68% en Norte III, 10% en Ensenada y 2% en González Catan) y el restante 20% lo hace en basureros por fuera del CEAMSE.
La posición de “liderazgo” en esta materia también se mide en pesos. La Ciudad gastó, durante 2011 y 2012, más de 2.700 millones, seguida por General San Martín, La Plata, Tigre, San Isidro y Avellaneda quienes gastaron menos de 300 en el mismo período. La misma escala se da en relación a los gastos en RSU per capita durante 2012. La Ciudad gastó cerca de 1000 pesos, en tanto San Isidro Gaston alrededor de 500, Avellaneda un poco mas de 400 y Vicente López un poco menos, seguidos por los demás municipios del AMBA.
En cuanto a la recolección, el estudio señala que 6 municipios (el 14%) realizan recolección diferenciada generalizada: Brandsen, La Plata, Morón, San Miguel, Malvinas Argentinas y San Isidro, en tanto 13 realizan alguna práctica de recolección sectorizada, 5 municipios no realizan ninguna y la CABA (identificada como el mayor generador de residuos del AMBA) está empezando un plan gradual hacia la recolección diferenciada. Los mayores obstáculos para la recolección diferenciada que identificaron los actores fueron el financiamiento y la concientización ciudadana.
En cuanto a las plantas de tratamiento, que sería un segundo aspecto, al momento funciona una sola planta de MTB activa que es la de la CEAMSE en San Martín y hay una en construcción en la Matanza. Son 5 los municipios que tienen plantas municipales de separación manual. Existen otros 11 municipios que tienen plantas municipales en construcción o proyectadas. Por último, 8 municipios no tienen ningún tipo de planta.
Horizontes de la gestión de residuos
Como cierre de la Jornada, tuvo lugar una mesa redonda sobre “Horizontes de la gestión de residuos en la RMBA” de la que participaron Marcelo Rosso Gerente de Nuevas Tecnologías y Control Ambiental de la CEAMSE, Mariano Campos Subsecretario de Higiene Urbana del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y Lautaro Lorenzo Subsecretario de la agencia de medio ambiente del municipio de Esteban Echeverría. La mesa fue moderada por Máximo Lanzetta, integrante del Consejo Académico de la Fundación Metropolitana.
A la hora de pensar en el futuro, Marcelo Rosso explicó “CEAMSE es el brazo ejecutor específicamente de las directivas que establecen nuestros socios, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. En cuanto al horizonte de tiempo y de la gestión va a estar supeditado al desarrollo y el avance de distintos proyectos que vienen encaminando cada una de las jurisdicciones por su cuenta”.
Más tarde agregó “Nos encontramos abocados a la ampliación de la plata de MBT y desarrollando nuevos proyectos de generación de energía eléctrica a partir de una fuente renovable como es el biogás con el objetivo de colaborar con una situación de crisis energética. Esto va a determinar el horizonte que tenemos para el futuro”.
Por su parte, Mariano Campos señaló “Tenemos el tercer relleno más grande del mundo: están trabajando con el CEAMSE para atomizar los rellenos y trabajar con la política de reducción. Los rellenos no van a desaparecer pero hay que atomizarlos. En materia de la problemática de residuos este es un problema que tenemos que solucionar ahora, y que tenemos que trazar los lineamientos porque lleva muchísimos años poder llegar a reducir las toneladas y que la gente pueda tomar conciencia”.
Lautaro Lorenzo declaró “Es imposible implementar tecnologías y sistema de disposición de residuos si no incrementamos la cantidad de financiamiento y presupuesto a estos fines. Hay que incrementar los niveles de inversión pública sobre estos temas para mejorar la gestión y poder llegar a un mejor horizonte. En los últimos 15 años el tema ambiental se instaló, hubo cambios en las áreas de ambiente locales de los municipios del área metropolitana, pero esto no se condice con los niveles de inversión necesarios para gestionar estas cuestiones. Tenemos que internalizar los costos ambientales, este es el cambio estructural que nos está faltando”.
A manera de síntesis, Máximo Lanzetta sostuvo “En los segmentos hay una potencialidad interesante. Ahora bien, esa potencialidad parece tener algunos límites, y esos límites están vinculados a los costos, y esos costos siempre recaen sobre el Estado. La basura tiene este doble carácter de generador privado y después se convierte en algo público”.
El referente de la Fundación Metropolitana amplió algunos conceptos relacionados con la normativa. “Los marcos normativos, en la Ciudad y en la Provincia tienen como meta la reducción. Hay que tener ciertos cuidados, no somos Finlandia pero somos una sociedad muy compleja, tenemos esta heterogeneidad en el área metropolitana. Me parece que ahí hay que ver como son las sinergias para poder avanzar en estos temas. A estas metas de reducción que son necesarias, hay que darles un criterio de igualdad o justicia social ambiental. Hay que tener en cuenta la cuestión y la dinámica demográfica. Hay que hablar de los indicadores, de cómo medimos esa reducción. La capacidad de cumplir con una norma de reducción es absolutamente diferencial según la composición social del municipio y la localización en el área metropolitana. Si no tenemos en cuenta estos indicadores cualquier política va a ser regresiva en términos sociales de lo que es la reducción”.
Por su parte, Ricardo Gutiérrez sostuvo “Queda por resolver cómo podrán compatibilizarse las nuevas plantas de tratamiento a construir, sea MBT o valorización energética por combustión, con las plantas operadas por recuperadores urbanos en sus distintos formatos (plantas sociales de la CEAMSE, centros verdes de la CABA, ecopuntos de ACUMAR). Es decir, una cuestión pendiente es cómo compatibilizar las exigencias ambientales relacionadas con la necesidad de reducir la generación y evitar el enterramiento con las necesidades de inclusión social que han venido impulsando la participación de recuperadores urbanos en las plantas de clasificación de residuos reciclables.
En cuanto a las primeras etapas del circuito, la generación y la recolección, Gugierrez afirmó “Otra tarea aún pendiente es la separación en origen y la recolección diferenciada. El avance sobre este punto es muy dispar entre los municipios. Pero si el objetivo es, no sólo minimizar el enterramiento, sino también reducir la generación, es imprescindible avanzar en esta línea, junto con otras medidas que resultan necesarias a esos efectos tales como una legislación sobre envases o incentivos que promuevan, tanto entre las empresas como entre los consumidores, cambios en las pautas de consumo” concluyó Gutierrez.
Y, al momento de realizar un balance de la Jornada, el experto de la UNSAM comentó al Informe Digital Metropolitano que “creo que existe un consenso entre los distintos actores involucrados sobre el fin del modelo CEAMSE centrado en el enterramiento en rellenos sanitarios. Los propios representantes de la CEAMSE y del GCBA manifestaron que el plazo estimado para el cierre del mega relleno Norte es de tres años. Lo que se vendría, el menos desde la perspectiva de los expertos, son las plantas de tratamiento. Y aquí es, probablemente, donde todavía no hay un consenso: sobre qué tipo de tratamiento. Por un lado, mientras la ley porteña y las organizaciones ambientales se oponen a la combustión o incineración, los expertos que consideran que esa es la única salida posible para eliminar el enterramiento en megarellenos como Norte III parecen mayoría”.