Pampa Azul: una política que expande nuestras fronteras - Informe Digital Metropolitano

Pampa Azul: una política que expande nuestras fronteras

POR NATALIA VAZQUEZ

En abril de 2014 se creó una iniciativa interministerial que presenta al Mar Argentino como escenario para el desarrollo de investigaciones científicas, tecnológicas y de gestión de los recursos marítimos. El nombre elegido para el proyecto fue Pampa Azul, en una clara comparación entre el ámbito marino y su semejante terrestre, la Pampa Verde y Húmeda. La idea detrás de esta elección es reflejar que nuestro mar es tan productivo como nuestras tierras, sin embargo, hasta ese momento no existía una iniciativa que englobara los esfuerzos de distintas áreas de gobierno para explorar y explotar responsablemente nuestros bienes naturales marinos. De ahí surge Pampa Azul que, según su lema, pone al “conocimiento científico al servicio de la Soberanía Nacional”.

Dentro de un buque con bandera argentina, se ve a un grupo de científicos, marineros e investigadores que forman parte de la iniciativa Pampa AzulEl proyecto aúna los esfuerzos de 7 ministerios y cuenta con 3 objetivos a cumplirse entre 2020 y 2023, buscando promover el desarrollo tecnológico, la innovación y la investigación científica. Los ministerios participantes son: Ciencia, Tecnología e Innovación; Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto; Ambiente y Desarrollo Sostenible; Agricultura, Ganadería, y Pesca; Turismo y Deportes; Defensa y Seguridad. Además, cuenta con un Comité Interministerial con coordinación a cargo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, y tiene el asesoramiento del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).

Para acompañar el desarrollo de esta iniciativa, en 2015 se promulgó la Ley n° 27.167 (PROMAR, Programa Nacional de Investigación e Innovación Productiva en Espacios Marítimos Argentinos), que creaba un fondo inicial de 250 millones de pesos para su funcionamiento y el mantenimiento de los instrumentos necesarios. A su vez, la Ley establecía ese mismo monto como presupuesto anual mínimo para llevar adelante las investigaciones de Pampa Azul. Sin embargo, los años posteriores fueron de fuertes ajustes y una reducción del presupuesto destinado a Ciencia y Tecnología, lo que resultó en la paralización de la iniciativa y el abandono de buques y otros instrumentos necesarios.

Es en este contexto en el que, en julio de 2020, el presidente Alberto Fernández decide relanzar Pampa Azul reuniendo a los representantes de los ministerios involucrados y dando a conocer un plan estratégico articulado sobre 3 ejes, cuya presentación estuvo a cargo del Comité Coordinador.

Las metas específicas para el período 2020-2023 tienen como primer punto el fomento de la generación de conocimiento científico orientado a la gestión sustentable de los recursos marinos y su preservación. El segundo punto se enfoca en las innovaciones tecnológicas y su contribución al fortalecimiento de las industrias vinculadas al mar, fomentándolas al mismo tiempo que se busca desarrollar económicamente las regiones que de ellas dependen. Por último, se busca generar en la sociedad una mayor conciencia sobre el patrimonio marino de nuestro país, ampliando el conocimiento sobre el uso responsable de sus recursos.

Para lograr estos objetivos, la propuesta es revalorizar y expandir las infraestructuras de investigación existentes mientras se forman capacidades en las áreas científicas y tecnológicas afines, en un marco de colaboración y articulación multidisciplinaria y que enlaza a diferentes niveles de gobierno con distintas instituciones.

De esta manera, Pampa Azul se consolida como una política de Estado, articulada e integrada, que representa un esfuerzo para fortalecer la soberanía nacional sobre el mar, dimensión que cobra mayor importancia al considerar el reclamo de soberanía sobre los espacios marítimos circundantes a las Islas Malvinas y las Islas del Atlántico Sur.

La milla 200 y la expansión de nuestro territorio

Jurídicamente, todo Estado ribereño dispone de un margen de hasta 200 millas marinas ―contadas desde su línea de costa- sobre la cual ejerce derechos de soberanía en términos de exploración y explotación de los recursos naturales contenidos en esa área. Esta franja se denomina Zona Económica Exclusiva (ZEE). Pero, desde 2016, Argentina demarcó una nueva zona de influencia donde puede ejercer derechos sobre los recursos del suelo marítimo, la llamada Plataforma Continental. Así, se extendieron nuestros límites marinos en un 35%.

Se observa un mapa de las costas patagónicas argentinas, y en el territorio marítimo una linea demarcando la milla 200, y otra que delimita nuestra plataforma continentalEn el caso argentino, la Plataforma Continental excede la ZEE casi duplicándola; debido a que gran parte de la fauna marítima, hidrocarburos y minerales suelen encontrarse en ésta área, el derecho a la gestión de los recursos del suelo marino representa una importante oportunidad económica y de investigación, ya que permitiría ampliar los conocimientos existentes sobre el lecho del mar y hacer uso de los mismos con fines comerciales. La Plataforma Continental constituye una superficie de más de 6.500.000 km 2 , casi el doble que la superficie terrestre de Argentina.

En este marco, cabe entender al proyecto Pampa Azul como contribución al ejercicio de soberanía sobre los recursos del fondo marítimo al explorar, y eventualmente explotar, este espacio. La idea de soberanía es transversal a toda la iniciativa: la importancia de Pampa Azul radica en las posibilidades que se desprenden de las metas que el proyecto se propone. El impulso a la exploración y la gestión sustentable del territorio nacional dentro del Atlántico Sur constituye un objetivo nacional de carácter estratégico a la luz de los reclamos argentinos por el legítimo derecho de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur. La iniciativa también resulta estratégica al tener en cuenta el potencial energético del subsuelo marino.

De esta manera, Pampa Azul como política de Estado comparte varios de los lineamientos subyacentes a nuestro trabajo. En primer lugar, entendiendo a los diferentes territorios que componen a nuestro país como un conjunto de ecosistemas relacionados que, si bien presentan características específicas que difieren entre sí, se entrelazan y comparten necesidades semejantes a la hora de mejorar la gestión de sus recursos. En segundo lugar, al entender que las respuestas deben provenir de un análisis multisectorial y multinivel, incorporando el conocimiento científico y técnico como apoyo fundamental para la toma de decisiones políticas. Por último, entendiendo que es posible reducir las desigualdades presentes en el interior de nuestro territorio teniendo una mirada integral de las limitaciones y oportunidades que cada región presenta; en este caso, incorporando al Mar Argentino dentro de nuestra agenda de desarrollo.