El Complejo ambiental Villa Dominico se encuentra entre los municipios de Avellaneda y Quilmes. Si bien fue cerrado en 2004 y hoy está en su etapa de post cierre, funcionó como relleno sanitario desde 1979. La etapa de post cierre tiene una duración de 30 años y consta de un tratamiento de gases, liquidos lixiviados, y control de los acuíferos subterraneos y del agua superficial entre otros trabajos. Esta etapa está a cargo de CEAMSE, que lanzó un concurso, junto a la Sociedad Central de Arquitectos, para diseñar un plan maestro para la construcción de un Bioparque Metropolitano reinsertando el área al tejido urbano, y con vistas a satisfacer las demandas de una mejor calidad de vida para un importante sector de la población del sur del AMBA.
En términos cuantitativos, el sur del área metropolitana sufre escasez de espacios verdes por habitante, Quilmes tiene sólo 3,5 mts2 por habitante[1], mientras que la OMS recomienda entre 10 y 15.
La creación de un Bioparque Metropolitano sobre un antiguo relleno sanitario no tiene antecedentes dentro del país ni en Latinoamérica, para encontrar referencias anteriores nos debemos remitir a experiencias en Estados Unidos e Israel. Entre ellos, el jardín Botánico de Brooklyn, Park Mount Trashmore en Virginia, o el Hiriya Park de Tel-Aviv.
La Fundación Metropolitana tuvo la oportunidad de visitar el complejo ambiental de Villa Dominico para conocer su funcionamiento, los proyectos que allí se desarrollan, cómo se ejecuta el monitoreo post cierre y además dialogar con la Ing. Rosalba Sarafian, gerente de saneamiento y mantenimiento de Centros de Disposición Terminados, sobre los detalles del concurso de ideas.
El complejo Ambiental
El complejo ambiental Villa Dominico tiene 500 hectáreas de superficie. Hay depositadas allí 47.660.000 toneladas de residuos. Sin embargo, por su conservación parece difícil dar cuenta que allí hubo un relleno sanitario.
Las hectáreas del paisaje costero rioplatense, sus humedales y planicies, fueron paulatinamente transformados en colinas verdes bajo las cuales yacen miles de toneladas de residuos domiciliarios. La extensión de tierra verde está cubierta por lomas de césped y árboles en diferentes niveles. Hace unos años se depositaban allí 6.500 toneladas de residuos diarias, provenientes de la CABA y de los municipios de Avellaneda, Lanús, Quilmes, Esteban Echeverría, Lomas de Zamora, Berazategui, Almirante Brown y Florencio Varela. El complejo ambiental recibe visitas de escuelas y tiene diversas instalaciones para el uso de sus empleados, sin embargo, no se encuentra abierto al público y es en ese punto donde nace la idea del bioparque.
Los proyectos que funcionan hoy en el Complejo
En Villa Domínico funciona hace un año y medio un laboratorio de cultivos in vitro. Su objetivo es conservar, reproducir y multiplicar especies de plantas nativas en extinción, como el ombucillo del talar pampeano: “tomamos de una hoja o del tallo mismo de una planta y facilitamos las condiciones de luz y temperatura controladas para que germinen. Luego se pasa al vivero. Le prestamos más atención a las especies en extinción. Probamos mucho con una especie que se llama ombucillo que es del talar bonaerense” explicó la ingeniera Rosalba Sarafian.
Luego de ser germinadas in vitro las plantas pasan a un vivero forestal que produce 50.000 ejemplares de distintas especies por año. Es el primer vivero en Argentina localizado sobre un área de relleno sanitario. Utilizan el compost fabricado en el complejo ambiental Norte III en el Vivero. Tambien se abastece a diversos municipios de plantas para la parquización del espacio público.
En el complejo también funciona un centro de investigación y desarrollo (CIDEC) que cuenta con aulas para charlas y capacitaciones tanto de escuelas como de los trabajadores mismos de CEAMSE.
Finalmente, en el predio podemos encontrar una reserva natural. La misma es una parcela de tierra virgen con flora y fauna propia del lugar que nunca fue utilizada como relleno sanitario. Por lo tanto, en esta reserva se puede observar cómo era el terreno antes de que fuera utilizado como depositario de residuos. Cuenta actualmente con “una pasarela de 600 metros que funciona como un paseo para las escuelas que visitan el predio ofreciendo un recorrido que se articula como una clase de biología por un humedal” asegura Sarafian.
Monitoreo post- cierre
El basural fue cerrado en 2004 y la CEAMSE tiene la obligación de monitorear el agua y el suelo por 30 años. Es decir que hasta 2034 deberá proveer información estadística acerca del estado de las variables ambientales, y de la recuperación del área. Sarafian indica al respecto “Se hacen los controles ambientales, como en todos los rellenos sanitarios. Vamos siguiendo una línea de base con estadísticas. Este relleno opero durante 26 años, desde 1979 hasta 2004. Se controlan entonces aguas superficiales, aguas arriba y aguas abajo del canal Santo Domingo, aguas subterráneas es decir, el acuífero Puelche y Pampeano con pozos de monitoreo. Después se monitorea la calidad del aire, también las antorchas que queman el biogás. Y por último se monitorea la biota, flora y fauna. Porque hemos notado haciendo el monitoreo de biota, sobre la cantidad de aves, pudimos identificar 60 especies de aves que volvieron. Es como que si estuviéramos restaurando el paisaje original”.
Otro dispositivo presente en el complejo es una planta de tratamiento de líquidos lixiviados que trata hasta 600 mts3 de líquido por día. El líquido lixiviado está formado por la mezcla de las aguas de lluvia infiltradas en el depósito y otros productos y compuestos procedentes de los procesos de degradación de los residuos. En las piletas, el lixiviado es sometido a un aireo y purificación para poder ser vertido en el Canal Santo Domingo de acuerdo a las normas de vuelco vigentes. “Primero se capta el líquido de los diferentes módulos y se ecualiza. Se deja ahí acopiado hay un tratamiento anaeróbico, luego se lo airea con un aireador especifico que ya se encuentra en la pileta de tratamiento aerobico. Esos aireadores van oxigenando el líquido, degradándolo y sacándole carga orgánica después se pasa a otra etapa,para el tratamiento físico químico” explica Sarafian.
Por ultimo hay una planta de captación, tratamiento y aprovechamiento de biogases. La función principal de esta planta es extraer gas del Centro de Disposición Final y transportarlo hasta las antorchas quemadoras. Estos dispositivos queman el gas a una temperatura de 1.200 grados centígrados.
Con respecto a la parquización del predio, la ingeniera Sarafian arguye que “hace dos años que estamos con un programa específico de plantación de especies nativas. O sea especies que estaban en la reserva marginal y en el talar bonaerense, entonces plantamos solo especies como el ombú, el tala, el espinillo, sen del campo para devolver el paisaje original del area rioplatense.”.
El concurso de ideas
Por la composición del terreno, existen varias restricciones sobre las construcciones que compongan al futuro bioparque. Por ejemplo, no es posible la instalación de sanitarios, lavaderos, o cocinas que impliquen la derivación de aguas servidas a pozos de recepción ubicados por debajo de las cotas actuales de la cobertura superior.
La sugerencia para los concursantes es que incluya anfiteatros, pequeñas aulas, un jardín botánico o un paseo costero, entre otras alternativas. El terreno queda entre el acceso Sudeste y el Río de la Plata y entre el canal Santo Domingo y la planta potabilizadora de AySA, en la zona ribereña que divide Avellaneda y Quilmes. La idea es que se pueda recorrer a pie o en bicicleta que cuente con dos accesos, uno por la avenida Las Flores del partido de Avellaneda y otro pos la Avenida Espora desde Quilmes. Además incluirá un estacionamiento. “Si bien es voluntad de los organizadores de que el Parque Público Metropolitano no se transforme en un polideportivo, se establece en el concurso la necesidad de proyectar que el parque contenga senderos para recorrerlo caminando, corriendo, con bicicletas, caballos y vehículos especiales que permitan el acceso a personas con discapacidades, a la par de facilitar circuitos de recorrida y comprensión general del parque con buses no contaminantes” indicó la gerente de saneamiento. La idea es que se pueda acceder en transporte público por lo que, una vez definido el proyecto, comience una negociación con empresas de transporte que garanticen cercanía al recorrido.
El jurado del concurso estará compuesto por 8 miembros. Entre ellos, el presidente del CEAMSE, Gustavo Coria, un representante de la Sociedad Central de Arquitectos un representante del CAPBA y un representante de FADEA. El concurso se lanzó en agosto de este año y dura hasta el mes de octubre en que se elegirá un plan maestro. Consta de tres premios: $ 600.000 para el primer puesto, $ 200.000 para quienes queden en segundo lugar y un tercer premio de $ 100.000. Asimismo, se observa la entrega de menciones honoríficas a criterio del jurado.
Una vez elegido el proyecto ganador, se prevé el financiamiento de organismos internacionales y/o una asociación público – privada para la construcción por etapas del bioparque.
Las alternativas son múltiples, aunque todas deberán estar orientadas a que el predio sea un lugar recreativo y didáctico. Podría haber un jardín botánico, un paseo costero, lugares para avistaje de aves, un anfiteatro para actividades culturales, bicisendas, centros de interpretación con información sobre la flora y fauna local y sobre el manejo de los residuos urbanos, espacios de generación de energías limpias, exposiciones artísticas, visitas guiadas, pruebas para los runners y muchas otras cosas. La idea es avanzar por etapas. Entre las necesidades que detallan las bases del concurso se sugieren además, un museo del sitio y un centro de interpretación ambiental, un auditorio de proyecciones, una biblioteca y mediateca, una caballeriza, entre otras construcciones y facilidades.
Las construcciones a llevarse a cabo tendrán preferentemente planta baja y en el caso de ser necesario un primer piso. Se recomienda la construcción liviana con materiales que permitan ser desarmados o desmontados respecto a la configuración de caminos y senderos.
Una vez conformado el parque, según explica Sarafian, se configurará un plan de manejo gradual del mismo a cargo de la CEAMSE. Además, todo tipo de organizaciones interesadas en la problemática ambiental y la conservación del predio, tienen abierta su participación, mediante visitas guiadas que pueden solicitar en la página web de CEAMSE.
[1] Bases del Concurso del bioparque Metropolitano