El consumo y la producción masiva de productos descartables vienen siendo cuestionados en los últimos años. El modelo tradicional de economía lineal no ha demostrado éxito en fomentar el cuidado del ambiente y el consumo responsable, por lo que está dejando paso al paradigma de la Economía Circular. Así, el tratamiento de los residuos y al consumo en general está en el foco de atención de la sociedad, el Estado y el mercado. La industria recicladora es un eslabón imprescindible en el nuevo modelo de Economía Circular y es, cada vez más relevante, por su función en la recuperación y la revalorización de los materiales.
El plástico es un material que ocupa un lugar primordial en el reciclaje y la reutilización. Entre los numerosos desafíos que encara la industria del reciclado en la actualidad, se encuentra el de ser capaz de agregar valor y brindar excelencia y calidad en sus productos. De este modo, se espera que la recuperación de materiales adquiera cada vez mayor credibilidad y reputación.
En este escenario, nace el protocolo para la Certificación de Industrias recicladoras de materiales plásticos, creado por la Cámara Argentina de la Industria de reciclados plásticos (CAIRPLAS) y el INTI. La confección de esta certificación llevó un trabajo de 2 años entre ambos organismos, ya que incluyó el relevamiento de otros antecedentes en el mundo.
La legislación de varios países fue tomada en cuenta a la hora de observar cuáles son los estándares a medir para reutilizar el plástico. Sin embargo, se decidió finalmente tomar el certificado europeo de reciclado de plásticos (EUCERPLAST) como ejemplo para esta adaptación nacional. Este certificado se centra en la evaluación de los sistemas de gestión aplicados a la fabricación del producto, los estándares operativos, medioambientales, de seguridad y administrativos.
Las empresas se ven ayudadas a tener un sistema más efectivo que les permita administrar y mejorar la calidad de sus productos, ya que el sello de calidad INTI – CAIRPLAS ofrece reconocimiento a las industrias de plástico que actúen de acuerdo a estos elevados estándares.
Pero el beneficio no es solo para los fabricantes, ya que el sello también garantiza a los proveedores de material plástico que estos serán reciclados en cumplimiento con la legislación y las normas medioambientales. Y, por otro lado, las autoridades estatales pueden, con este nuevo protocolo, generar mayor apoyo a quienes lo cumplan. Por último, someter los procesos productivos a auditorias de calidad mejora las condiciones de la industria recicladora en términos generales.
El beneficio es también para los consumidores
Para incentivar el consumo responsable, es necesario que los consumidores estén informados acerca del impacto ambiental de los productos que adquieren. Para este propósito, los sellos ambientales son fundamentales ya que garantizan al comprador del material reciclado el cumplimiento de especificaciones y regulaciones vigentes, incluyendo las medioambientales.
Las certificaciones son instrumentos que permiten resaltar características de responsabilidad social y/o medio ambiental de un determinado producto o servicio, otorgando garantía, certeza y credibilidad a los consumidores. De este modo, hay varios gobiernos de la región que han creado sus propios sellos ambientales.
En nuestro país ya existen varios sellos de certificación ambiental. El sello “Orgánico Argentina”, aplicado por el SENASA y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Ganadería de la Nación, fue creado para identificar todos los productos orgánicos en argentina. También el sello de Producto de Agricultura familiar o el sello de Marca Colectiva, un distintivo común para identificar los productos elaborados por emprendedores de la Economía social.
En la línea ambiental, están la etiqueta de gestión sustentable en hoteles, de la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT) y el etiquetado de eficiencia energética que marca a los productos más eficientes en consumo de energía eléctrica. Pero hasta el momento, ninguno se encargaba de mostrar la calidad ambiental de los plásticos, en ese sentido, el sello INTI – CAIRPLAS es una novedad.
El plástico ha sido un material que sirvió como una solución versátil a muchas necesidades sociales. Sin embargo, el crecimiento de las ciudades y su cantidad de habitantes, ha aumentado notablemente la cantidad de residuos generados y la demanda de materias primas para su elaboración. Esta situación es perjudicial para el ambiente y genera un problema para su tratamiento luego del uso de dichos materiales.
Si bien el uso de plásticos ahorra energía ya que se obtienen productos más livianos que facilitan su transporte, y su poder aislante ahorra energía de calefacción y refrigeración, es menester minimizar la mayor cantidad posible de plásticos que van a disposición final, a través de su separación, recuperación y reutilización.