Por Santiago Bucciarelli – Las redes sociales y las tecnologías han revolucionado el modo en que nos comunicamos generando nuevas formas y espacios de sociabilidad antes inimaginables. Esto no implica sólo los vínculos que establecemos con amigos, familiares o al momento de demandar algún bien o servicio. También se han configurado nuevos espacios para canalizar nuestras demandas como ciudadanos ante los funcionarios públicos.
La preocupación por generar ciudades más habitables excede su dimensión física-urbana y necesita expandir la ciudadanía, entendiéndola como algo más holístico que simplemente el voto. Mejorar los vínculos entre los gobiernos locales y los vecinos, promoviendo nuevos canales de diálogo y participación para optimizar problemas es, a grandes rasgos, la idea central detrás de Yecas, una aplicación creada por cuatro emprendedores en Mendoza.
El objetivo primordial de Yecas está en ser una herramienta que optimice el vínculo entre la ciudadanía y los gobiernos locales, especialmente ante demandas asociadas al cuidado del espacio público. En palabras de uno de sus fundadores, Pablo Bicego: «Yecas surgió por la necesidad personal de encontrar una manera más simple de publicar un reclamo sin necesidad de llamar a un 0800. Tenía la intención de mostrar, visualizar el reclamo que estaba viendo en la cuadra donde vivo. Fue una situación muy cotidiana para muchos de nosotros: llamar y llamar y no tener una respuesta. Hoy hay municipios que ni siquiera resuelven de manera eficiente lo obvio».
A grandes rasgos, la aplicación funciona como una red social de carácter colaborativa. Al descargarla, los vecinos ya pueden realizar su primer posteo (denominado yeca en la app). Este puede implicar una demanda o problemática que identifiquen en su barrio, por ejemplo, un árbol caído que interrumpe el tránsito, pero también se pueden hacer sugerencias y propuestas con intenciones de mejorar el espacio en el que viven. Las distintas demandas son clasificadas en la app según el área que las engloba: mantenimiento, ambiente, tránsito, accesibilidad, inseguridad y animales. Un aspecto destacable de la aplicación es que, más allá de generar nuevas formas de participación ciudadana, permite que cada vecino tenga su experiencia personal, puesto que no todos tenemos las mismas inquietudes o demandas.
La experiencia del usuario requiere de dos compromisos: el de la ciudadanía y el de los gobiernos locales. La app funciona como un canal de diálogo, por lo que los municipios deben tener su cuenta en Yecas para ser efectivamente el interlocutor de las demandas vecinales. Cuando los municipios las reciben, les llega una notificación que les permite dialogar por chat con el vecino o bien publicar un respuesta. Una vez solucionado el problema, los gobiernos tienen la posibilidad de publicar el “antes y después” de la obra, para demostrar que efectivamente ha sido realizada, promoviendo una mayor transparencia. En este sentido, la sinergia entre la ciudadanía y los gobiernos que propone Yecas termina beneficiando a ambas partes, ya que les permite a los gobiernos identificar más rápidamente problemas en sus distritos, optimizando la gestión pública. Por el lado de la ciudadanía, permite un mayor involucramiento y la posibilidad de evaluar la gestión día a día.
El primer gobierno que se animó en poner en funcionamiento la app en su distrito fue Maipú, uno de los departamentos que conforman el Gran Mendoza, con una población de casi 200.000 habitantes. El intendente de dicha municipalidad, Matías Stevanato, marcó como positiva la experiencia de la app destacando la rendición de cuentas que propone para el municipio: “Ha mejorado y ha fortalecido el vínculo con los vecinos, porque nos permite establecer una relación de cercanía y que el vecino controle que el municipio de respuestas. Nosotros entendemos la política como un servicio a la comunidad, y en ese sentido creemos que es fundamental la modernización tecnológica del municipio para mejorar los tiempos de respuesta.”
Por otro lado, el municipio de San Rafael, una ciudad de casi 150.000 habitantes al sur de la provincia de Mendoza, también se vale de esta herramienta, la cual se enmarca dentro de en una estrategia de modernización que están llevando a cabo que implica la digitalización de procesos administrativos y turnos on-line, entre otras funciones. Al consultar a su intendente, Emir Félix, este expresó: “Nuestro objetivo, a partir del uso cada vez más frecuente de dispositivos móviles como celulares o tablets, fue generar herramientas para acercar la Municipalidad a quienes son usuarios permanentes de dichos dispositivos. El objetivo es que aquellos que le sacan provecho a la tecnología, sientan que su municipio está cerca y que pueden contar con sus servicios sin acercarse al edificio o realizar una llamada”. Con respecto a la experiencia puntual de Yecas, agregó: “Encontramos en Yecas una forma de interactuar con vecinos que buscan solucionar la rotura de una luminaria, la falta de recolección de residuos o la vía para felicitarnos por una obra o acción que ejecutamos desde el municipio”.
Otros gobiernos locales se han sumado y hoy la aplicación se encuentra en funcionamiento en ocho municipios de Mendoza, Córdoba y Rio Negro. No obstante, convencerlos de tomar este paso es una tarea demandante. En palabras de Bicego: “Nos cuesta encontrar municipios que entiendan la lógica de Yecas, pero eso creemos que es debido a un cambio cultural y generacional en los cargos ejecutivos de los gobiernos locales. Todas las áreas de gobierno se ven favorecidas en estos procesos de transformación digital de los sistemas de reclamos. Lógicamente, las áreas de mayor impacto son las áreas de servicio como obras, alumbrado y espacios verdes”.
La experiencia que propone Yecas ha sido distinguida por distintas organizaciones desde que fue lanzada en el 2017. En abril del 2019, fue una de las ganadoras del premio “Emprendedor Digital 2019” organizado por el programa de ciudades de CIPPEC, el Laboratorio de Innovación del BID y el Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación. “Fue sumamente valiosa por muchas razones. En particular por la posibilidad de participar en NAVES, un programa de apoyo a emprendedores organizado por la Fundación Banco Macro, y por el networking que nos facilita poder llegar donde antes no podíamos o no sabíamos. Para proyectos como el nuestro ha sido clave”, opinó Pablo Bicego sobre dicho acontecimiento.
También, en septiembre de 2019 en el Innovation Awards Latam, un premio otorgado por un panel de especialistas de todo el continente dedicados al emprendedurismo, la app fue galardonada como la mejor start-up en la categoría de Smart Cities, donde compitió con otras 2.000 start-ups de todo el continente.
Con respecto al futuro de Yecas, su fundador se mostró optimista en lo que respecta a la idea de sumar nuevas funciones que potencien el gobierno abierto: “Tenemos en borrador varias ideas que apuntan a potenciar y consolidar el vínculo con los vecinos para permitirle al municipio, con muy poco, superar las expectativas de los ciudadanos. El presupuesto participativo es una de esas funciones. Es tomar una parte de ese proceso y digitalizarla ya que el mecanismo requiere reuniones presenciales entre las autoridades y la comunidad.”, aseveró.
Tecnologías cívicas para un gobierno abierto
La intención de optimizar la gestión pública mediante las nuevas herramientas que propone la tecnología no es un fenómeno reciente. A partir del ascenso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, los gobiernos se han embarcado en utilizar herramientas para mejorar la gestión y la administración de lo público para mejorar la comunicación con los ciudadanos.
Estas herramientas suelen enmarcarse dentro de las estrategias de gobierno abierto. Dicho concepto se acuñó durante la década de los setenta en Inglaterra y se ancla en la mejorar la transparencia de lo estatal, mediante el libre acceso a la información, de manera clara y sencilla, lo cual le permite a los ciudadanos “controlar” a los gobiernos. Según el Open Government Initiative del gobierno norteamericano, se propone un gobierno de carácter colaborativo y participativo, que promueva no solo el acceso a la información pública, sino también a generar nuevas instancias de participación ciudadana, con la intención de que dicha contribución tenga un impacto en la formulación y ejecución de políticas públicas.
Lo que subyace en el fondo de estas perspectivas, es la idea de la innovación. No solo en lo que refiere a su planificación y a su contenido, sino también a la forma. En este sentido, las tecnologías le han provisto a los gobiernos la oportunidad para perfeccionar su gestión y democratizar la información pública.
En la Argentina, diferentes gobiernos ya sean nacionales, provinciales o locales han comenzado a digitalizar trámites y procedimientos administrativos y a utilizar diversas redes sociales como canales de comunicación para establecer contactos más cercanos con la ciudadanía y promover una mayor participación. Por ejemplo, el gobierno de la CABA cuenta con un área que ejecuta su estrategia de gobierno abierto, que depende de la Secretaria General y Relaciones Internacionales con proyectos tales como el presupuesto abierto en temas de género, el portal de adultos mayores o el mapa de dinámica urbana. A nivel nacional, es relevante destacar la sanción de la Ley de Acceso a la Información Pública en 2017 ya que a pesar de no hacer mención a las tecnologías cívicas, promueve obligaciones de «transparencia activa» por las cuales cada área del Estado estará obligada a publicar de manera accesible, gratuita, actualizada información sobre licitaciones, personal contratado, datos estadísticos, etc.
Estas iniciativas no mueren en el sector público, sino que son impulsadas por emprendedores desde el sector privado, como el caso de Yecas. Existe una diversidad de proyectos digitales que buscan empoderar la ciudadanía. La página web, Civic Tech Guide, provee una base de datos con más de 500 tecnologías cívicas en más de 50 países alrededor del mundo. Por ejemplo, FixMyStreet, es una aplicación inglesa creada en 2007, que en base a tecnologías de mappeo, tiene un objetivo similar al de Yecas. Otras como AppCivist, creada por la Universidad de Berkeley, proponen organizar instancias participativas mediante su plataforma web, para que los ciudadanos propongan y discutan ideas, transformar estas en propuestas y someterlas a votación en la comunidad.