Por Valentín Rojas Lovecchio
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) cerró un acuerdo con el gobierno nacional para recibir un millonario desembolso que será destinado a apoyar la ejecución de un programa de reforma de políticas. Su objetivo general consiste en contribuir a un crecimiento sostenible y resiliente de la Argentina.
El préstamo es de u$s350 millones para financiar el «Programa de Apoyo a Políticas Públicas para el Crecimiento Sostenible y Resiliente de Argentina II». El mismo, tiene como objetivo promover el crecimiento sostenible y resiliente del país, abordando temas como la acción climática, la economía circular, la descarbonización y las finanzas sostenibles.
El responsable de su ejecución y la utilización de los fondos va a ser el Ministerio de Economía, que tiene incorporadas políticas que fortalecerán al gobierno y le brindarán la capacidad de planificar, financiar e implementar acciones destinadas a reducir las emisiones en los sectores más impactados, como energía y agricultura. Además, se busca impulsar políticas que fomenten la economía circular y creen condiciones favorables para las finanzas sostenibles. La principal ventaja de esta operación radica en la introducción de una visión a largo plazo, la integración transversal de la agenda climática en todos los Ministerios y el impulso de políticas para los sectores más vulnerables.
Dentro de las políticas climáticas se implementarán diversas medidas, entre las cuales destaca la presentación de una revisión más ambiciosa de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN). Estas CDN representan los compromisos asumidos por los países en el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), con el fin de intensificar las acciones contra el calentamiento global. Dichas acciones pueden incluir la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la adaptación a los impactos del fenómeno.
Además, se tiene como objetivo establecer una estrategia de descarbonización a largo plazo, con la meta de lograr la neutralidad de carbono para el año 2050. Asimismo, se ha desarrollado el primer Plan Nacional de Mitigación y Adaptación, el cual se espera que sea adoptado por todas las provincias antes del 2024.
En cuanto al préstamo, también se contemplan políticas que institucionalizan el enfoque del cambio climático en las herramientas de planificación presupuestaria del país. Este avance representa un paso significativo en la implementación del compromiso de transparencia y reporte establecido en el Acuerdo de París en la COP de 2016.
En el ámbito energético, el préstamo promueve medidas clave que impulsan la transformación del sector en Argentina. Entre ellas se destaca la aprobación del primer «Plan de Transición Energética» a mediano y largo plazo del país, que tiene como objetivo llevar al sector energético hacia la descarbonización y aumentar la utilización de fuentes de energía renovable.
Además, se incluye el primer proyecto de Ley de Eficiencia Energética, el cual tiene el potencial de reducir la demanda de combustibles fósiles importados. Esto resulta beneficioso tanto para la lucha contra el cambio climático a nivel mundial como para la reducción del déficit fiscal.
Asimismo, se contempla el Proyecto de Ley de Hidrógeno, el cual busca fomentar el uso de este recurso limpio en sectores como la industria y el transporte pesado. El hidrógeno puede contribuir a la reducción de las emisiones y desempeñar un papel importante en la transición hacia una economía más sostenible.
El préstamo también prevé políticas que institucionalizan el cambio climático en las herramientas de planificación presupuestaria del país, lo cual representa un avance significativo en la implementación del compromiso de transparencia y reporte del Acuerdo de París.
El programa también contempla acciones para proteger la biodiversidad, como la implementación del Plan Nacional de Manejo de Bosque con Ganadería Integrada, que busca equilibrar la agricultura y la conservación de los bosques. Además, se propone la Ley de Bosque Cultivado, la cual limita la promoción de la industria forestal fuera de los bosques nativos. Por último, se prevé un aumento del 7% en las áreas protegidas de Argentina, con la incorporación de 1.2 millones de hectáreas a los Parques Nacionales existentes. Estas medidas buscan preservar la biodiversidad y proteger ecosistemas clave.
En conclusión, el préstamo del BID a Argentina representa un hito financiero significativo en la lucha contra el cambio climático. Este acuerdo proporciona el respaldo financiero necesario para implementar políticas y medidas concretas que fortalecerán la resiliencia y sostenibilidad del país. Al impulsar la descarbonización, el uso de energías renovables, la protección de la biodiversidad y la promoción de prácticas sostenibles, este acuerdo demuestra avances en el compromiso para enfrentar los desafíos climáticos y contribuir a un futuro más sustentable.