POR ALEJANDRO M. ESPOUEYS – GERENTE DE MARKETING Y COMUNICACIÓN DE EXPOTRADE SA
Nuevas tecnologías y desarrollos para la planificación, eficiencia y sustentabilidad del sistema de transporte y sus modos como así la reducción de los costos logísticos que tanto afecta a los operadores del Área Metropolitana, son algunos de los temas que trabajaremos el martes 18 de septiembre, en La Rural, donde comenzarán de forma paralela las dos exposiciones más destacadas del transporte y la logística.
La 11º Expo Transporte y la 13ª Expo Logisti-k se desarrollarán entre el 18 y el 21 de septiembre por segunda vez de forma paralela, en La Rural Predio Ferial Buenos Aires, donde los principales referentes de cada rubro mostrarán sus novedades en un espacio para generar desarrollo y competitividad, y asistir a conferencias dictadas por importantes especialistas.
Habrá más de 500 expositores, asistirán 18.000 profesionales de todos los sectores que podrán acceder a las dos ferias con una misma acreditación. La inscripción es libre y gratuita.
A la feria del transporte llegará público desde empresas de carga pesada y especial, residuos industriales, sanitarios y hospitalarios, sustancias refrigeradas, agropecuario, contenedores y vehículos, sustancias peligrosas, correos y empresas de seguridad y vigilancia, entre otros.
La muestra de logística estará destinada a profesionales o empresarios del almacenaje, centros de distribución, comercio mayorista y minoristas, constructoras, consultoras, depósitos industriales, electrónica, energía, gas y petróleo; informática, expo-impo, frigoríficos, industrias alimenticia, automotriz, forestal, metalúrgica, minera, textil y farmacéutica y laboratorios, entre otros segmentos.
En el ciclo de charlas la Fundación Metropolitana y FADEEAC harán una presentación sobre el Foro Temático «Articulación público-privada para el transporte de cargas». La misma se realizará el viernes 21 a las 16:00 hs. Participan como oradores invitados: Eva Jokanovich, directora general de Tránsito y Transporte del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Rubén Guillén, especialista en Transporte de la Fundación Metropolitana, Juan Aguilar, secretario de Relaciones Institucionales y Prensa de FADEEAC y Alejandro Prince de Prince Consulting, con la moderación de Gastón Urquiza, director ejecutivo de la Fundación Metropolitana.
Fundamento del Foro
La movilidad, la coordinación del transporte y la logística son temáticas que deben ser atendidas en tiempo y forma. Esto garantiza una circulación fluida en las grandes aglomeraciones urbanas y lograr un soporte al respecto en tiempo y forma para las distintas actividades económicas que contribuya al desarrollo. Porque todo proceso de desarrollo requiere incrementar los niveles de competitividad. Y para ello, un manejo adecuado de la circulación de cargas resulta crítico.
Tomemos como caso líder el del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), no solo por tratarse de la mayor aglomeración urbana argentina, sino porque es una verdadera megalópolis: allí reside un tercio de la población del país y se genera alrededor del 40% del producto bruto nacional. La infraestructura de transporte y logística del AMBA, acorde con las características de su territorio, comprende un conjunto de aeropuertos entre los que se destacan los dos con más transito del país (Ezeiza y Aeroparque) y una serie de puertos que se extiende en su ribera fluvial (las terminales del puerto de Buenos Aires, las de Dock Sud, el puerto de La Plata y los del área Zárate-Campana) con tráficos de cabotaje y de ultramar. También incluye las cabeceras de todas las líneas férreas nacionales, y el “kilómetro cero” de la red vial nacional, además de rutas provinciales y un complejo entramado vial con vías de distinta jerarquía que cubren a lo largo y a lo ancho los casi 2.500 km2 de su mancha urbana. Asimismo, alberga un sinnúmero de puntos de transferencia y de ruptura de cargas de todo tipo.
En este territorio circulan y se manipulan de manera intensiva todo tipo cargas, locales, nacionales e internacionales. Sin embargo, su red vial, clave, porque tratarse de la conexión fundamental entre puertos, aeropuertos, centros de producción, atracción, concentración, fraccionamiento y distribución de cargas, no resulta amigable para esa circulación.
Las particularidades del AMBA hacen que en ella la movilidad ciudadana conviva con la de cargas, mientras los lugares destinados a la logística se distribuyen de manera anárquica, complejizando tanto la movilidad como la trama urbana misma. Sumado a ello, los procesos de expansión urbana que han tenido lugar en las últimas décadas estuvieron asociados a la extensión y ampliación de la red de autopistas radiales a la CABA. Esto incrementó la participación del transporte privado y fue congestionando esa red durante las horas pico y complicando la circulación de cargas. Complejidad aún mayor si a la problemática de la circulación de cargas se le añade la de los procesos de carga y descarga, que tienen lugar en todo tipo de arterias y entre otras cosas interfieren con los flujos de tránsito.
En algunas cuestiones atinentes a la circulación de cargas opera el mercado por las propias. Pero no en todas. Algunas, como es el caso de la provisión de infraestructura, por sus características técnicas, magnitud económica y lenta amortización deben ser asumidas por el Estado, o bien por el sector privado en concordancia con éste. Mientras en otras, como la definición y la jerarquización de las vías de circulación, el rol del Estado es ineludible. Sin embargo, debido a las características, la complejidad y la vinculación de esta temática con la actividad económica, su tratamiento no debería limitarse al ámbito estatal, sino que también tendría que incluir a sus actores privados.
La intervención del Estado en estas cuestiones no tiene que ser cualquier intervención. Como la naturaleza de las mismas difícilmente admite soluciones parciales ni de corto plazo, debería tratarse de una intervención planificada. Con un agravante: en las grandes aglomeraciones urbanas conviven por lo menos dos niveles del Estado (el municipal –que en general incluye más de un municipio– y el provincial). Que en el caso del AMBA es mayor aún, porque su conformación política hace que en las cuestiones atinentes a la circulación de cargas intervengan simultáneamente los tres niveles del Estado, con diversas instancias institucionales (Nación, PBA, CABA y 40 municipios bonaerenses) y varias empresas públicas, además de un sinnúmero de operadores privados de distintas características y envergadura. Todo lo cual hace que allí la gestión resulte sumamente compleja y difícil en términos de eficacia y de eficiencia.
Este panorama evidencia la imposibilidad de lograr un manejo eficaz y eficiente de la circulación de cargas sin una intervención planificada interjurisdiccional, que además debería estar articulada con los actores privados. Cuestión clave, porque esa eficacia y esa eficiencia son uno de los pilares básicos de la competitividad de un territorio, y con ella, del país.
Se trata entonces de desarrollar políticas coordinadas desde una perspectiva territorial y con una visión público/privada, capaces tanto de regular la circulación como de promover y estimular inversiones en los corredores de carga. Para ello se requiere adoptar una visión integral que facilite la organización del territorio preservando las centralidades que corresponda y promoviendo el desarrollo armónico de subcentros regionales.
No obstante, hoy no se dispone de una instancia institucional que les permita a los diversos actores participantes plantearse objetivos comunes y coordinar sus respectivas acciones. Por lo tanto, sería preciso contar con alguna instancia ad hoc que diera respuesta a estas necesidades, como puede ser el caso de un foro permanente de articulación público/privada.
En función de lo antedicho, se propone la discusión sobre los siguientes ejes, centrándola en el AMBA por ser el territorio más complejo y con mayores conflictos en estas cuestiones. No obstante, también valen las reflexiones referidas a otras grandes aglomeraciones urbanas del país, teniendo en cuenta que, en general, con sus particularidades, las problemáticas se reiteran.