Por Facundo Villar, Director de Contenidos de la Fundación Metropolitana – Existen cuatro pasos para la implementación de políticas públicas: diagnóstico, planificación, ejecución y evaluación. Para realizar diagnósticos, se debe contar con información consistente de la realidad, por lo cual, sin una apropiada definición de los objetos de estudio y acción, no será posible planificar correctamente e implementar políticas públicas que mejoren la calidad de vida de las personas.
Cuando el objeto de estudio es una metrópolis, la situación es más compleja, ya que una mega ciudad es fruto de un proceso de constante expansión que va “capturando” diversas jurisdicciones, como el caso de Buenos Aires Metropolitana (BAM), que territorialmente comprende la Ciudad Autónoma, 27 municipios del Gran Buenos Aires y 13 del borde periurbano.
Como punto de partida es razonable definir el todo y luego trabajar las partes que lo componen, estableciendo sus correspondientes denominaciones y, en consecuencia, constituir un sistema de información estadística coherente.
Desde la Fundación Metropolitana denominamos al todo “Buenos Aires Metropolitana”. Lo definimos como la comunidad rioplatense asentada geográficamente en la unidad ecosistémica delimitada por la ruta provincial 6 y el Río de la Plata, y que está integrada por la mancha urbana, el borde periurbano, el bajo delta del Paraná y la costa. Allí se concentra el 35% de la población y el 48% del PBI de Argentina.
El documento ¿Qué es el Gran Buenos Aires? publicado en 2003 por el INDEC define denominaciones y recortes territoriales como son: Gran Buenos Aires (GBA), Aglomerado Gran Buenos Aires (AGBA) y Región Gran Buenos Aires (Región GBA), claramente insuficientes para dar cuenta de la Buenos Aires Metropolitana y, de algún modo, de sus partes y consistencia. Agréguese que hoy, la Encuesta Permanente de Hogares mide el aglomerado Gran Buenos Aires como 24 municipios del GBA y la CABA.
Queda claro que a partir de la expansión de la mancha urbana, el crecimiento poblacional y el avance de la infraestructura, la definición establecida por el INDEC no refleja con fidelidad y certeza el todo y/o las partes de la BAM. La definición es una foto de otro momento que debe actualizarse.
A su vez, distintas agencias y organizaciones tienen una definición diversa de los Municipios que integran la realidad metropolitana. Por ejemplo, la Agencia de Transporte Metropolitano incluye 42 Municipios, mientras que la Red AMBA Salud tiene proyectado incluir 40. Por su parte, el Instituto del Conurbano Bonaerense (ICO) de la Universidad Nacional de General Sarmiento considera la metrópolis BAM está compuesta por la CABA más los 40 Municipios de la PBA que se encuentran a su alrededor.
Es indispensable consensuar las denominaciones de las partes que integran BAM, con una identificación eficaz para el planeamiento, que debe derivar, en consecuencia, en un ordenamiento del sistema de información adoptado por el organismo del Estado encargado del relevamiento estadístico.
No partimos de cero. Existe una recuperación de la confianza en el sistema de estadísticas nacionales, así como existen interesantes iniciativas no gubernamentales de instituciones académicas y centros de investigación con aportes valiosos para la caracterización de la realidad nacional y el desarrollo urbano.
Un buen diagnóstico es imprescindible para planificar políticas de Estado que se sostengan durante distintos gobiernos, y para realizarlo, es necesario contar con adecuada información estadística.