Juan José Méndez en un diálogo sobre uso de datos para el transporte
El incremento en el uso de automóviles privados durante la pandemia dejó en evidencia la necesidad de la colaboración entre entes públicos y privados con el fin de optimizar la movilidad urbana en el AMBA.
Con el fin de analizar el panorama de movilidad durante y después de la pandemia, la Fundación Metropolitana organizó el foro virtual “Transporte y COVID 19” en el cual se fueron desarrollando distintos diálogos. Esta vez fue el turno de un diálogo sobre “Uso de datos para la planificación, operación y control”. Fue realizado junto al Instituto de Transporte de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y el Centro de Investigación de Política Urbana y Vivienda (CIPUV) de la Universidad Torcuato Di Tella.
El evento contó con la participación de Juan José Méndez, Secretario de Transporte y Obras Públicas de la Ciudad de Buenos Aires. También contribuyeron al debate: Hernán Van Messem, Senior Account Manager de NEC Argentina; Fabricio Daminato, Gerente General de ACTrans; y Alexis Picón Güell, Director de Operaciones de Ualabee. La moderación estuvo a cargo del Director Ejecutivo de la Fundación Metropolitana, Gastón Urquiza, la Consejera Florencia Rodríguez Tourón, y Felipe González, investigador de la Universidad de Buenos Aires y la New York University.
El diálogo giró en torno a la necesidad de colaboración entre las entidades públicas y las empresas privadas, sumado al acceso y participación ciudadana en el uso inteligente de los datos para planificar. “La tecnología, los datos abiertos y la innovación son herramientas clave para planificar en la pandemia, tomar decisiones basadas en la evidencia y que el conjunto de la sociedad tenga acceso a información en tiempo real”, destacó Méndez. Asimismo, agregó que “tener una política de datos es central para los gobiernos, mejora la calidad de las decisiones sobre políticas públicas y la de los vecinos antes de salir de su casa y hacer un viaje”.
Desde el Gobierno porteño, se apuesta a la innovación y la tecnología para mejorar los problemas de movilidad. Algunos ejemplos son el desarrollo de la plataforma API, la creación del Centro de Gestión de la Movilidad e iniciativas como el chat de la Ciudad (BOTI), que brindan asistencia para los vecinos. Mendéz remarcó el trabajo realizado para impulsar “un cambio cultural con espíritu colaborativo, abriendo datos accesibles para toda la comunidad, permitiendo el desarrollo de aplicaciones y nuevos servicios para los usuarios y usuarias del transporte en el AMBA”.
Una de estas aplicaciones, cuyo público es mayoritariamente joven, es Ualabee. En base a los datos de la plataforma, Picón Güell aseguró que, “a partir del COVID, se registró una caída de entre el 70-80% en el uso del transporte público”. Esto causó un aumento del uso del automóvil particular y de la movilidad individual. Aun así, se espera que, finalizada la cuarentena, se recuperen un 80% de los usuarios de colectivos, trenes y subtes. Estos datos ayudan a que la app sume valor agregado a su servicio para crear una movilidad sustentable y disminuir el uso de autos, con el objetivo de reducir la congestión, sinestros y contaminación.
Por su parte, Daminato indicó que hubo una suba en el uso de transporte público en la última semana de julio, aunque “todavía se encuentra muy por debajo del escenario pre-pandemia”. Definiendo a la información como un nuevo commodity, subrayó la importancia del procesamiento de Big Data y el uso de inteligencia artificial. “Se está dando la tormenta perfecta, porque por un lado tenemos grandes volúmenes de información y, por el otro, tenemos velocidad de procesamiento a bajo costo”, declaró. Concluyó diciendo: “tenemos un montón de datos, y no tiene ningún sentido si no los sabemos usar”.
Al igual que sus compañeros, Van Messem recalcó la necesidad de crear una plataforma orquestadora para integrar las fuentes de datos privados con las públicas. A su vez, enfatizó la importancia de encontrar el valor social a la hora de analizar información: “La tecnología per se no viene a solucionar nada, sino que tiene que haber una política que favorezca la ponderación del valor agregado de los datos”. NEC se encuentra trabajando en soluciones aplicadas a la Gestión Integral de sistemas de tránsito de Latinoamérica. “Desde el programa de Ciudades Inteligentes, llevamos a cabo distintas estrategias para facilitar la gestión urbana, como, por ejemplo, modelos predictivos de flujos de tránsito”, explicó.
El Foro sobre Transporte y COVID sigue activo en la Plataforma BAM 21 y todavía faltan diálogos sobre modos guiados y la Agencia Metropolitana de Transporte.
Acerca de la Plataforma BAM 2.1
La Plataforma BAM 2.1 es una herramienta de construcción colectiva para incidir en la gestión de políticas públicas de la Región Metropolitana de Buenos Aires. Un espacio digital e interactivo donde confluyen información, actores, demandas y propuestas en torno a una serie de temas-problema que afectan a la Gran Buenos Aires. La Plataforma está integrada por CIPPEC, FARN, la Fundación Metropolitana, el Centro de Estudios Metropolitanos, el Observatorio Metropolitano del CPAU, OUL-BAM de la FADU UBA, el ICO de la UNGS, FINDEL, el Instituto para la Ciudadanía Metropolitana y el CIPUV de la Universidad Torcuato Di Tella.
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