Desde al año 2001, la Fundación Equidad trabaja con el objetivo de acortar la brecha digital, a partir de tres áreas: un Taller de Reciclado, una Escuela y un área de Implementación de Proyectos. La crisis del 2001 trajo la preocupación de María Eugenia Estenssoro y Haroldo Grisanti quienes fundaron la organización. En sus primeros tres años, la Fundación se dedicó a construir 14 Centros Digitales Comunitarios que brindaban alfabetización digital y acceso a Internet a personas de escasos recursos. También llevaron a cabo un Programa de Informatización Escolar, que ofreció el acceso de 1500 computadoras recicladas a 400 escuelas públicas.
A partir del 2004, empezó a funcionar el Taller de Reciclado, que produce aproximadamente 2000 computadoras al año. En este taller se reciclan equipos donados por empresas, organismos públicos y particulares, que luego son destinados a escuelas y organizaciones sociales que los solicitan. Este
emprendimiento trae grandes beneficios sociales entre los cuales se destacan tres: acortar la brecha digital, mitigar el impacto ambiental de los residuos electrónicos e incorporar al mercado laboral a jóvenes del programa Reconstruyendo Lazos del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Hoy, la Fundación recibe todo tipo de equipos informáticos sin importar modelos o estado. También reciben celulares y electrodomésticos. Para solicitar donaciones de PCs, tanto para organizaciones sociales como para escuelas, se puede llamar a Equidad o completar un formulario a través del sitio web www.equidad.org. Como contrapartida, quienes reciben los equipos se comprometen a devolver las computadoras una vez que hayan agotado su vida útil, darles el uso para el cual fueron solicitadas, y hacerse cargo del traslado de las computadoras desde el Taller ubicado en Piedras 1284. Las PCs cuentan con una garantía de seis meses.
La Escuela de la Fundación Equidad abrió sus puertas en el año 2007. Es un espacio de capacitación técnica e inclusión social en el cual se dan cuatro cursos: Oficios para inserción laboral, Nuevas profesiones y proyectos jóvenes, Adultos mayores y Operación de PC. La Escuela tiene sede en Corrientes 3156, piso 1. La organización ofrece vacantes para los cursos que son gratuitos o rentados, gracias a los acuerdos con agencias estatales, organismos no gubernamentales y empresas privadas. En la Escuela estudian unas 1000 personas por año aproximadamente, y nació como un desprendimiento del Taller de reciclado que necesitaba mano de obra semi calificada para reparar las computadoras donadas.
El curso de reparador de PC tiene la forma de capacitación rentada, y quienes acceden a él reciben una beca del Gobierno de la Ciudad a través del Ministerio de Economía Social. Los interesados deben anotarse en la oficina del programa FIT (Formación e Inclusión para el Trabajo) del Ministerio de Economía Social, que los deriva a la Fundación. Quienes realizan este curso, integran una suerte de bolsa de trabajo, coordinada por Equidad, que a su vez se ocupa de ofrecer estos perfiles en empresas que requieren de este tipo de trabajos técnicos. De esta manera, cada año la Fundación logra insertar a más de veinte personas en el mercado laboral.
El área de implementación de proyectos se dedica a diseñar y desarrollar propuestas educativo-tecnológicas para las escuelas públicas de todo el país, con el fin de promover la innovación en la enseñanza y enriquecer a la institución con equipamiento, capacitación y acompañamiento. Las intervenciones consisten en guiar a los directivos y maestros hacia nuevas herramientas, que a su vez, les permitan reflexionar acerca de las implicancias culturales y pedagógicas que conllevan los proyectos generados con nuevas tecnologías. Actualmente el área de implementación de proyectos está trabajando en tres programas: Puente Digital, donde montan infraestructura tecnológica para veinte escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires. “Una compu para armar”, junto a Fundatre con el objetivo de difundir el valor del reciclaje de la tecnología. Y el proyecto Acercando tecnología, en el cual se acercan tecnologías a escuelas y organizaciones sociales de todo el país, junto a Banco Macro. Muchas de las escuelas destinataria del área de Implementación de Proyectos, en algún momento recibieron computadoras y manifestaron un interés y una necesidad más allá de la recepción de los equipos.
En los últimos dos años la Fundación ha crecido muchísimo, al igual que la donación de equipos para reciclar. Según los directivos, tres razones influyen en este incremento: el aumento de la conciencia en relación a la reutilización y reciclado de residuos electrónicos, el crecimiento de la institución y el uso de los equipos reacondicionados. Al momento de recibir un equipo para reciclar, el primer paso consiste en desarmarlo y probar los componentes por separado. En el caso de los que ya no funcionan, tienen un circuito de disposición seguro integrado por una red de cooperativas de “cartoneros electrónicos”, que son recuperadores urbanos inscriptos en la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires, con los que trabajan los elementos que no están catalogados como peligrosos. Los elementos potencialmente peligrosos, que es la parte más pequeña de la PC, los trabajan con una empresa autorizada, también inscripta en la Agencia de Protección Ambiental, que a su vez las exporta a Suiza, donde se extraen algunos minerales que vuelven a insertarse en el mercado. En la Argentina no existen empresas que puedan realizar este tipo de trabajos.
La Fundación también trabaja con un circuito de valorización para las máquinas que están por debajo del estándar que se fijaron para realizar la donación (Pentium 4). Estas computadoras se venden a circuitos en los que todavía pueden ser útiles, ya que uno de los objetivos de Equidad es lograr que no se entierren elementos todavía útiles y potencialmente peligrosos para el ambiente.
Con respecto a la ley de basura digital – que cuenta con media sanción de la Cámara Alta y se encuentra en Diputados esperando su tratamiento- la Fundación expresa su acuerdo y desacuerdo por partes iguales. Por un lado, apoya la resolución de no considerar a todo aparato electrónico como residuo peligroso. Hoy, los aparatos electrónicos no pueden ser transportados entre jurisdicciones, lo que impide que se instale en la Argentina una empresa de disposición final o bien que tenga que instalarse una por jurisdicción, una opción inviable desde el punto de vista de la sustentabilidad empresarial. Por otro lado, la Fundación no acuerda en cuanto al control, dado que la ley impulsa la creación de un ente propietario de todo residuo digital. Y en cambio propone favorecer los proyectos que ya están trabajando en este rubro, sean empresas privadas, ONGs o cooperativas. Además, en este punto la norma no es muy clara: propone que cada municipio encargue de recibir los residuos de su jurisdicción, los separe y clasifique pero no especifica cómo se capacitaría a quienes desarrollen esta tarea, ni cómo sería el proceso de separación y clasificación.
En más de diez años de trabajo la Fundación Equidad logró recuperar 11.113 computadoras, que llegaron a 1040 escuelas y a 691 organizaciones sociales y gubernamentales, entre otras a la Fundación Metropolitana, que en julio pasado recibió tres equipos completos, herramientas indispensables para continuar materializando día a día su misión.
